Corea preserva una gran riqueza de legados culturales de un valor incalculable, entre los cuales un número considerable ha pasado a integrar el listado de patrimonios de la humanidad protegidos por la Unesco. En 2019 un total de 49 legados culturales de Corea integraron dicho listado, tanto en la categoría de monumentos Patrimonio de la Humanidad como en Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, o bien se han incluido en el Registro de la Memoria del Mundo de la Unesco.
Monumentos Patrimonio de la Humanidad
El Palacio Real Changdeokgung
El Palacio Changdeokgung, ubicado en Waryong-dong, Jongno-gu (Seúl), es uno de los cinco palacios reales pertenecientes a la dinastía Joseon (1392- 1910) y conserva todavía intactas las estructuras y decoraciones originales. Se construyó en 1405 como mansión real, aunque fue adoptado como residencia real oficial de la dinastía Joseon después de que Gyeongbokgung, el palacio real original, fuese destruido en 1592 por un incendio producido en una de las invasiones de Japón. Posteriormente, mantuvo su prestigiosa posición hasta 1867, cuando el Palacio Gyeongbokgung fue restaurado y se le devolvió a su estado original. El Palacio Changdeokgung fue designado como monumento Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997.
Fortaleza Hwaseong, en Suwon
Ubicada en el distrito Jangan, de Suwon, Hwaseong, provincia de Gyeonggido, es una fortaleza de gran envergadura (sus murallas se extienden a lo largo de 5,7 km), que se construyó en 1796 durante el reino de Jeongjo (1776- 1800), de la dinastía Joseon. Su construcción se inició después de trasladar la tumba de su padre, el príncipe heredero Sado, desde Yangju, en la provincia de Gyeonggi-do, a la actual ubicación cerca de la fortaleza. La fortificación fue diseñada con gran dedicación y cuidado para desempeñar con eficacia su función de protección de la ciudad que rodeaba. En la construcción de sus murallas e instalaciones se utilizaron artefactos científicos ideados por el distinguido pensador y escritor confuciano Jeong Yak-yong (1762- 1836), entre los cuales caben mencionar dos: geojunggi (un tipo de grúa) y nongno (una polea fija); ambos servían para levantar materiales pesados de construcción.
Gruta Seokguram y Templo Bulguksa
La gruta Seokguram, situada a media ladera del monte Tohamsan, en Gyeongju, provincia de Gyeongsangbuk-do, es una ermita budista alojada en una gruta artificial de roca construida en el año 774 como Sala Dharma.
Dentro del habitáculo de Seokguram se halla un altorrelieve esculpido de la imagen de Buda sentado rodeado por sus guardianes y flores; es una obra de gran valor artístico. La entrada de la gruta fue abierta hacia el este, y está diseñada de tal modo que los rayos solares del amanecer llegan hasta el fondo de la cueva e iluminan la frente de Buda.
El Templo Bulguksa, construido el mismo año, se compone de exquisitas salas de oraciones y diversos monumentos, como las dos pagodas de piedra, Dabotap y Seokgatap, que se erigen frente al patio de Daeungjeon, la sala principal de oraciones. Estas dos pagodas son ampliamente reconocidas como las más hermosas que se conservan de la dinastía Silla. Si bien en la primera destacan sus elaborados detalles esculpidos, en la segunda se acentúa su estructura sencilla y delicada.
Entre las diversas reliquias preservadas dentro del templo, se deben mencionar los dos puentes de piedra excelentemente refinados: Cheongungyo (puente de la nube azul) y Baegungyo (puente de la nube blanca), que conducen al Daeungjeon, la Sala Dharma principal de todo este complejo budista. Los puentes simbolizan el peregrinaje que todo budista debe realizar para alcanzar la Tierra de la Suprema Felicidad (el paraíso budista).
Los sepulcros reales de Joseon son considerados patrimonio cultural material que ponen de manifiesto los valores que sostenía el pueblo coreano. Dichos valores estaban arraigados en la ideología confucionista y la tradición del feng shui. Es destacable también que estos restos históricos, que datan desde un siglo hasta seis siglos de antigüedad, conserven su forma y estado originales.
Guerrero pétreo, el guardián de las tumbas reales
Cada sepulcro de Joseon consta de un montículo o túmulo semiesférico protegido por una base de placa de roca, rodeada por una barandilla de piedras esculpidas y figuras de animales, en particular el cordero y el tigre, símbolos de mansedumbre y ferocidad. En la parte delantera se dispone una mesa rectangular de piedra donde se presentan las ofrendas para los espíritus de la realeza que descansan allí, un pilar octogonal de piedra, una lámpara de piedra, un par (o más) de estatuas pétreas de guardianes a su lado, y oficiales civiles y militares, con sus caballos. Asimismo, en los tres lados restantes del túmulo semiesférico se levantan pequeños muros a modo de protección y contención.
Este fuerte fue construido haciendo uso de la altura promedio de 480 metros y su muy irregular topología, con lo que se maximizó la defensa de la ciudad a lo largo de sus 12,3 km de extensión. De acuerdo con los registros históricos de la dinastía Joseon, cerca de 4000 personas vivieron en un pueblo construido dentro de la fortaleza, la cual también cumplía temporalmente las funciones de capital del municipio para que la familia real y su comando militar se refugiaran en caso de emergencia. En el año 1711, durante el reinado de Sukjong, se construyeron palacios temporales, santuarios y altares reales para los rituales de sacrificio. Asimismo, en Namhansanseong se evidencian los resultados del intenso y amplio intercambio cultural que tuvo lugar desde el siglo XVI hasta el siglo XVIII, a causa de la guerra internacional de Asia Oriental entre Corea (Joseon), Japón (período Azuchi-Momoyama) y China (dinastías Ming y Qing). Durante este período, se introdujeron armas de artillería occidental, como los cañones, aspecto que influyó en la edificación de la fortaleza, cuyas murallas ponen de manifiesto la evolución de su construcción entre los siglos VII y XIX.
Lugares históricos de Baekje
Baekje fue uno de los antiguos tres reinos presentes en la península de Corea y existió alrededor de 700 años, entre el año 18 a. C. y el 660 d. C. Las zonas históricas de Baejke comprenden los ocho patrimonios culturales de las regiones de Gongju, Buyeo e Iksan. Estas son la fortaleza de Gongsanseong y las tumbas reales antiguas de Songsan, en Gongju, en la provincia de Chungcheongnamdo; el yacimiento arqueológico de Gwanbuk-ri, la fortaleza de Busosanseong, las Tumbas Reales antiguas de Neungsan-ri, el Templo Jeongnimsa y la muralla de Naseong de Buyeo, en la provincia de Chungcheongnam-do; y el yacimiento arqueológico de Wanggung-ri y el Templo Mireuksa en Iksan, en la provincia de Jeollabuk-do.
Este terreno arqueológico representa las relaciones históricas de los antiguos reinos de Asia Oriental de Corea, China y Japón entre los siglos V y VII, lo que resulta un claro reflejo del desarrollo arquitectónico y de la expansión del budismo. Los templos budistas, las tumbas antiguas, la arquitectura y la pagoda de piedra son testimonios de la cultura, la religión y la estética del reino de Baekje. Los intercambios activos entre los tres antiguos reinos están reflejados a lo largo de la historia y la cultura de Baekje.
Uigwe: protocolos reales de la dinastía Joseon
Estas colecciones de libros bellamente ilustrados contienen manuales oficiales de registro detallado de ceremonias de la Corte o eventos nacionales de importancia con el fin de que sirvan de referencia en el futuro. Los temas que más ilustran estos libros son las ceremonias de bodas de la realeza, las investiduras de reinas y príncipes herederos del trono, funerales reales y de Estado, y la construcción de los sepulcros reales. Aunque con menor frecuencia, en ocasiones se realizaban registros ilustrados de las actividades del rey labrando la tierra, o la construcción o renovación de los palacios reales. Uno de los registros más famosos es el de la escena de la visita oficial del rey Jeongjo a la ciudad amurallada por la Fortaleza Hwaseong, a finales del siglo XVIII. Estas publicaciones se guardaban también en el Depósito Histórico. Lamentablemente, las obras de principios de Joseon fueron destruidas durante la invasión japonesa de 1592; por suerte, los 3895 libros de Uigwe, que fueron publicados después de la guerra, todavía se conservan en el presente. Algunos libros fueron extraídos por el Ejército francés en 1866 y guardados en la «Bibliothèque nationale de France» hasta el 2011, cuando fueron devueltos a Corea en virtud de los términos de un acuerdo entre los gobiernos de Corea y Francia.
Lista representativa de Patrimonios Culturales Inmateriales de la Humanidad
El festival da comienzo con la preparación de «la divina bebida» (sinju, una especie de licor), pues se creía que este tipo de bebida alcohólica simbolizaba el nexo entre este mundo y el de los espíritus. De entre los numerosos espectáculos se pueden mencionar la Danza de Máscaras de Gwanno, una representación teatral no verbal interpretada por bailarines enmascarados; ssireum (lucha coreana), concursos de bandas de música rural, el lavado de cabello con changpo (iris) o el consumo del pastel de arroz surichwi, entre otros. Entre estos, el evento de lavado de cabello con changpo es particulamente practicado por las mujeres que creen que el extracto de changpo les dará un cabello más brillante y repelará los espíritus malignos portadores de enfermedades.
Sin embargo, las aspiraciones de los monarcas de Joseon por seguir una vida de palacio más austera condujeron paulatinamente a los actores a las calles y mercadillos de las aldeas, hasta que finalmente se convirtió en un espectáculo exclusivo de la clase popular. Mientras que los acróbatas de cuerda floja de otros países suelen concentrarse únicamente en las técnicas malabaristas, los acróbatas coreanos se interesan por el canto e interpretación de actos de comedia y sátira, además de los saltos acrobáticos, haciendo que el público se compenetre completamente con el espectáculo.