En mayo de 1948 se celebraron las primeras elecciones democráticas de Corea del Sur bajo la supervisión de la ONU para elegir a los 198 miembros de la Asamblea Nacional. El 17 de julio de ese mismo año, fue promulgada la Constitución, y Rhee Syngman y Yi Si-yeong, dos activistas independentistas profundamente respetados por los coreanos, fueron elegidos como primer presidente y primer vicepresidente del país. El 15 de agosto de 1948 se instauró la República de Corea (ROK, por sus siglas en inglés) como una democracia libre, heredera de la legitimidad del Gobierno Provisional de Corea. La ONU reconoció al gobierno de la República de Corea como el único gobierno legítimo de la península. Por otra parte, al norte del paralelo 38, no pudo llevarse a cabo una elección general bajo supervisión de la ONU debido a la oposición de la Unión Soviética. El 9 de septiembre de 1948, la República Popular Democrática de Corea (RPDC) se estableció como un país comunista, y Kim Il-sung, que había servido como oficial del ejército soviético, se proclamó presidente. En medio de la confrontación entre una democracia libre en el sur y una dictadura comunista en el norte, el gobierno de Corea del Sur encabezado por el presidente Rhee Syngman, lidiaba con muchos problemas, como el restablecimiento del orden interno, la eliminación de los últimos resquicios de la dominación colonial, y los conflictos entre la derecha y la izquierda.

El 25 de junio de 1950, las tropas de Corea del Norte, armadas con tanques y cazas de fabricación soviética, invadieron el sur y desencadenaron una guerra abierta. El Consejo de Seguridad de la ONU condenó por unanimidad la invasión de Corea del Norte y publicó una resolución recomendando que sus Estados miembros proporcionaran ayuda militar a Corea del Sur. Cuando el conflicto se volvió desfavorable para el norte a causa de la intervención de las fuerzas de la ONU, las tropas de China –comunista– intervinieron en la guerra del lado de Corea del Norte. Las dos partes se enfrentaron en feroces batallas hasta que el 27 de julio de 1953 las dos partes firmaron finalmente el acuerdo de armisticio. El presidente surcoreano Rhee Syngman no suscribió el acuerdo, instando a la prolongación de la guerra con el objetivo de reunificar el país a favor del Sur.

La guerra civil de tres años de duración iniciada por los comunistas redujo a escombros toda la península de Corea. Murieron millones de soldados y de civiles. La mayor parte de las instalaciones industriales fueron destruidas.

Corea del Sur se convirtió en el país más pobre del mundo. Sin embargo, la guerra enseñó al pueblo coreano a valorar la libertad. La experiencia generó un sentimiento de patriotismo en los corazones de los jóvenes estudiantes y de soldados uniformados por igual, y se convirtió en el principal motor de la modernización del país.

El presidente Rhee Syngman fortaleció su régimen autoritario. En 1960, el Partido Liberal en el poder manipuló las elecciones presidenciales. Los jóvenes estudiantes salieron a la calle a protestar. La situación se deterioró cuando muchos manifestantes fueron abatidos por la policía. El presidente Rhee Syngman presentó su renuncia y se refugió en Hawái. Poco después se reformó la Constitución y se adoptó el sistema de Gabinete y Asamblea Nacional bicameral. Con la nueva Constitución, se puso en marcha el régimen encabezado por el primer ministro Jang Myeon, pero la situación social era extremadamente frágil en medio de las luchas políticas y las permanentes manifestaciones estudiantiles en las calles.

El 16 de mayo de 1961, un grupo de jóvenes oficiales del ejército dirigido por el general Park Chung-hee dio un golpe de estado y tomó el poder. En las elecciones presidenciales celebradas en octubre de 1963, después de dos años de gobierno militar, Park Chung-hee, ya retirado del ejército, fue elegido como presidente y asumió el cargo en diciembre de ese mismo año. El gobierno encabezado por el presidente Park estableció un plan de desarrollo económico de cinco años bajo el lema de «modernización de la patria» y logró un rápido crecimiento mediante su política orientada a la exportación.

Los observadores la llamaron «el milagro del río Han». El país impulsó vigorosamente el desarrollo del territorio nacional; un ejemplo de ello fue la construcción de la autopista de Gyeongbu y las líneas del tren subterráneo en las grandes ciudades. También se creó el Saemaeul Undong (Nuevo Movimiento Comunitario), que convirtió la sociedad agrícola empobrecida en un país centrado en la industria.

Desde que el gobierno fue establecido en 1948, el país ha pasado de ser uno de los países más pobres del mundo a convertirse en una potencia económica y un ejemplo de la democracia libre.

Cuando el gobierno anunció la Yushin (reforma de revitalización) diseñada para alargar el mandato del gobierno en el poder después de 18 años de dictadura, en octubre de 1972, los estudiantes y el pueblo se comprometieron con el movimiento de democratización. Después del asesinato del presidente Park el 26 de octubre de 1979, un nuevo grupo de oficiales del ejército comandando por el general Chun Doo-hwan (Singunbu) tomó el poder con un golpe de estado. Singunbu silenció por la fuerza todos los reclamos de democratización, incluido el Movimiento de Democratización del 18 de mayo. Chun Doo-hwan juró como presidente y gobernó con mano dura. El gobierno de Chun Doo-hwan se concentró en la estabilización económica, y logró controlar la inflación. Durante su gobierno, el país experimentó un crecimiento económico continuo.

En junio de 1987 Roh Tae-woo, un candidato presidencial del partido en el poder, anunció que iba a respetar el reclamo popular de democratización y la elección directa del presidente. En diciembre del mismo año fue elegido presidente por un mandato de cinco años. Tomó posesión del cargo en febrero de 1988. El gobierno de Roh Tae-woo estableció relaciones diplomáticas con países comunistas, como la Unión Soviética, China y los países de Europa del Este. Durante su mandato, las dos Coreas se unieron a la ONU al mismo tiempo, el 17 de septiembre de 1991. 

Kim Young-sam asumió el poder en 1993. Se esforzó por eliminar la corrupción a través de una ley que obligaba a los altos funcionarios públicos a declarar todos sus activos y que prohibía el uso de nombres falsos en todas las transacciones financieras. Esta medida mejoró considerablemente la transparencia de las operaciones comerciales. El gobierno también puso en marcha un sistema de autonomía local con plena vigencia. En 1998 se inició el mandato de Kim Dae-jung como presidente. Su gobierno superó con éxito la crisis de tipos de cambio que había golpeado el país el año anterior, y se esforzó por establecer la democracia junto con la economía de mercado. En sus relaciones con el Norte, el gobierno adoptó la «política del sol». El 15 de junio de 2000 los líderes de las dos Coreas se reunieron en Pyongyang (Corea del Norte) e hicieron una declaración conjunta. Las dos Coreas establecieron un sistema de reconciliación y cooperación, y acordaron permitir el reencuentro de los familiares separados, la interconexión de las vías ferroviarias y del corredor de transporte entre Gyeongui y Donghae, la revitalización del movimiento de unificación liderado por el sector privado y la expansión de la cooperación económica, incluyendo visitas turísticas al monte Geumgangsan. 

El gobierno de Roh Moo-hyun, iniciado en 2003, se basó en tres objetivos principales: la concreción de la democracia con la participación del pueblo, el equilibrio del desarrollo social, y el afianzamiento de la paz y la prosperidad en el noreste de Asia. Durante este gobierno se llevó a cabo la segunda cumbre entre los líderes de las dos Coreas en Pyongyang el 4 de octubre de 2007 y se firmó un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos. 

En febrero de 2008 se inauguró el gobierno de Lee Myung-bak y se anunciaron cinco indicadores principales en un esfuerzo por establecer un nuevo sistema de desarrollo centrado en el cambio y el pragmatismo. Se puso énfasis en que el gobierno debe servir al pueblo. También se hicieron esfuerzos por reducir la organización del gobierno, privatizar las empresas públicas (además de hacerlas operar más eficientemente) y reformar las normas administrativas. Otros ejemplos de políticas adoptadas por el gobierno fueron una alianza creativa con Estados Unidos acorde con el siglo XXI y la creación de una Corea global en el marco de la Comunidad Económica Norte-Sur.  

La administración de Park Geun-hye comenzó con la elección de la primera mujer presidenta de la República de Corea en diciembre de 2012. Su administración tuvo una nueva visión para mejorar la felicidad de los ciudadanos y el desarrollo del país. Su gobierno también puso énfasis en la necesidad de «implementar una economía creativa, que es conducida por la ciencia, la tecnología y las TIC (Tecnologías de la información y la comunicación».

En mayo de 2017 comenzó la administración del presidente Moon Jae-in, que se enfoca en cuatro puntos primordiales: la consumación de la revolución de las velas y de una nación para el pueblo, el crecimiento compartido, la paz y la seguridad en la península de Corea, y una sociedad coreana sostenible y revitalizada. Como parte de los esfuerzos por lograr estas metas, el gobierno ha trabajado para erradicar la cultura del autoritarismo, para que mejore la comunicación entre las personas y para restaurar la democracia. También ha creado más puestos de trabajo, ha reducido el porcentaje de empleos temporales y ha aumentado el salario mínimo en aras de lograr una «economía orientada al pueblo».

Además, la administración del presidente Moon ha allanado el camino para el cese de las tensiones en la península de Corea y para iniciar una nueva era de la paz, mediante la celebración de varias cumbres intercoreanas, así como de cumbres de Corea del Sur con Estados Unidos o con China. De cara a la cuarta revolución industrial, el gobierno también se ha concentrado en la construcción de infraestructuras, la mejora de las normativas pertinentes y el desarrollo de tecnologías clave para las nuevas generaciones.