"¿Se puede usted imaginar lo que pasaría por la mente de una jovencita al ser llevada a la fuerza por soldados japoneses, sin saber cuál sería su paradero? ¿Cómo borrar por completo de la memoria tan nefandos recuerdos? "
En el Museo de Historia Contemporánea de Corea, en el centro de Seúl, se puede ver la imagen de una jovencita de 13 años que, iracunda, empuña una espada con la cual apuñala la bandera del sol naciente del Japón Imperial. Era la única forma de desquitar el coraje que la joven sentía luego de que el ejército japonés la forzara a trabajar como esclava sexual. También se presenta la imagen de una mujer con el pecho cubierto de sangre, quizás herida por un disparo.
Ambas imágenes son fotos que se presentan en una exposición sobre lo que se conoce como “mujeres de consuelo”, personas que fueron víctimas de esclavitud sexual por parte del Ejército de Japón.
Se muestran 22 piezas inspiradas en el sufrimiento de las víctimas, y que ya están de regreso en Corea. Estas obras de arte se enviaron a Francia para ser presentadas en el Festival Internacional de Cómics de Angoulème. En el país galo, estas piezas permitieron dar a conocer más ampliamente el atroz sufrimiento de las “mujeres de consuelo” durante la época de la ocupación y la guerra.
La obra que se presenta en esta exposición está realizada en formato de novela gráfica. Ha provocado a nivel mundial una considerable reacción en cadena y ha concienciado sobre el tema. Las obras revelan sin cortapisas las historias de seres humanos que fueron engañados, coaccionados, forzados y sujetos a un régimen de esclavitud sexual bajo el mando de los solados japoneses.
El primer ministro Chung Hongwon conversa y estrecha la mano de Gang Il-chul, una de las mujeres víctimas de esclavitud sexual durante el periodo colonial japonés. A partir de la izquierda: el ministro Chung Hongwon, la ministra de Equidad de Género y Familia, Cho Yoonsun, yGang Il-chul (foto cortesía del Museo Nacional de Historia Contemporánea de Corea).
Están de regreso en Corea novelas gráficas y tiras cómicas para narrar las historias de estas mujeres a los habitantes de este país. Organizada conjuntamente por el Ministerio de Cultura, Deporte y Turismo y el Ministerio de Equidad de Género y la Familia, la exposición abrió sus puertas al público el día 1º de marzo, Día del Movimiento de Independencia.
En la inauguración estuvieron presentes el primer ministro Chung Hongwon; el viceministro de Cultura, Deporte y Turismo, Cho Hyun-jae; la ministra de Equidad de Género y Familia, Cho Yoonsun, así como algunas de las sobrevivientes de la explotación sexual y artistas que asistieron al festival de cómics francés.
“Esta exposición nos da la poco frecuente oportunidad de educar a los jóvenes sobre verdades históricas. Sirve como llamada de atención a Japón para que ese país deje de hacerse de la vista gorda ante delitos que cometió en el pasado y responda por sus acciones”, afirmó el primer ministro.
Este evento, confía el primer ministro, contribuirá a allanar el camino para que el problema de las “mujeres de consuelo” se aborde como una cuestión de derechos humanos universales.
Chung prometió a las otrora esclavas sexuales que estaban presentes en el evento que: “Nuestro Gobierno hará todo lo necesario para instar al Gobierno japonés a entregar a ustedes a la brevedad posible una compensación que sirva para subsanar el daño que les fue ocasionado”.
En la exposición, cobran vida documentos en los que se consignan testimonios del oscuro pasado de la esclavitud sexual. Se puede ver el diario de un portero que administraba burdeles para el Ejército Imperial de Japón. También hay una lista en la que se documenta a cada una de las jóvenes esclavas consignadas.
Algunas de las que fueron “mujeres de consuelo”, en la actualidad de pelo cano y de edad mayor, también compartieron su patético e injustificable pasado realizaron vívidas pinturas evocando sus dolorosos recuerdos. Dos de ellas son “The Day I Was Dragged There” ["El día que me llevaron a rastras allí"] de Kim Sun-deok y “Stolen Innocence” [“Inocencia robada”] de Kang Deok-gyeong.
Gang Il-chul, quien fuera una de las “mujeres de consuelo”-izquierda- y otras participantes escuchan una explicación sobre algunos de los documentos exhibidos. Éstos constituyen evidencias del sistema de “mujeres de consuelo”, el cual secuestraba mujeres para servir como esclavas sexuales de los soldados imperiales japoneses (foto cortesía del Museo Nacional de Historia Contemporánea de Corea).
El día 1º de marzo, el primer ministro Chung Hongwon, observa algunas de las obras en formato de novela gráfica en las que se alude a los penosos días que las “mujeres de consuelo” tuvieron que padecer (foto cortesía del Museo Nacional de Historia Contemporánea de Corea).
"Dado que el tema de las ‘mujeres de consuelo’ ha cobrado amplia difusión, es de esperar que al fin se haga una reparación de las heridas y la dignidad de estas mujeres ", dijo la ministra de Equidad de Género y Familia, Cho Yoonsun.
“Para fortalecer las amistosas relaciones que existen entre Corea y Japón en los años venideros, habrá que resolver este asunto de inmediato”.
La ministra de Equidad de Género y Familia, Cho Yoonsun, dirige un discurso el 1º de marzo en la inauguración de la exposición sobre las “mujeres de consuelo” (foto cortesía del Museo Nacional de Historia Contemporánea de Corea).
"Esta cuestión debe resolverse antes de que yo exhale el último suspiro", dijo otra de las que fueron “mujeres de consuelo”, Lee Yong-su, quien estuvo presente en el evento. “Para bien de nuestro país y de las futuras generaciones, este asunto debe manejarse de manera pacífica”.
La exposición estará abierta hasta el 13 de abril en el Museo de Historia Contemporánea de Corea.
Sohn JiAe Redactora de Korea.net jiae5853@korea.kr (Traducción: Raúl Bautista Gutiérrez)
Arriba: “The Song of A Butterfly” ["La canción de una mariposa"] de Kim Kwang-seong y Chung Ki-young. Abajo: “A Flower Ring” ["Un anillo de flores"] de Tak Young-ho. Son dos de las obras que se presentan en Seúl en la exposición sobre las “mujeres consoladoras (foto cortesía del Museo Nacional de Historia Contemporánea de Corea).