El papa Francisco visitó Kkotdongnae, una institución de asistencia ubicada en condado de Eumseong, provincia de Chungcheong del Norte, el 16 de agosto. En su visita, el pontífice destacó la importancia de vivir una vida en comunidad, diciendo al respecto que: “Surgirán malentendidos, pero habrá que afrontarlos”. El papa también advirtió sobre los peligros inherentes a la vida mundana, y afirmó: “la pobreza es a la vez un «muro» y una «madre»”.
Al término de la celebración de una misa, y de la beatificación de Pablo Yun Ji-Chung y 123 mártires más en la plaza de Gwanghwamun, Seúl, el día de ayer el pontífice voló en helicóptero a Kkotdongnae, donde tuvo un encuentro con algunos de sus residentes discapacitados. Posteriormente, durante una reunión con otras comunidades religiosas coreanas, el pontífice explicó en su sermón la importancia de la comunidad y de vivir en la humildad.
Pope Francis visits Kkotdongnae, a welfare facility in Eumseong County, Chungcheongbuk-do (North Chungcheong Province), and receives a warm welcome from the children there who hold a performance in his honor on August 16.
El papa Francisco bendice a un niño enfermo en Kkotdongnae, una institución de asistencia, ubicada en el condado de Eumseong, provincia de Chungcheong del Norte, el día 16 de agosto.
Sé por experiencia que la vida en comunidad no siempre es fácil, pero es un campo de entrenamiento providencial para el corazón.
Es poco realista no esperar conflictos; surgirán malentendidos y habrá que afrontarlos. Pero, a pesar de estas dificultades, es en la vida comunitaria donde estamos llamados a crecer en la misericordia, la paciencia y la caridad perfecta.
. La hipocresía de los hombres y mujeres consagrados que profesan el voto de pobreza y, sin embargo, viven como ricos, daña el alma de los fieles y perjudica a la Iglesia.
“Ser para los demás un signo tangible de la presencia del Reino de Dios, un anticipo del júbilo eterno del cielo”, dijo el papa. “Y esta alegría es un don que se nutre de una vida de oración, de la meditación de la Palabra de Dios, de la celebración de los sacramentos y de la vida en comunidad”.
“Siempre están llamados a ser «expertos» en la misericordia divina, precisamente a través de la vida comunitaria”, dijo el pontífice. “Sé por experiencia que la vida en comunidad no siempre es fácil, pero es un campo de entrenamiento providencial para el corazón”.
“Es poco realista no esperar conflictos; surgirán malentendidos y habrá que afrontarlos. Pero, a pesar de estas dificultades, es en la vida comunitaria donde estamos llamados a crecer en la misericordia, la paciencia y la caridad perfecta”.
De manera habitual, el papa Francisco muestra especial benevolencia hacia los niños discapacitados. En su mensaje a los líderes del apostolado, sostuvo enérgicamente que “. La hipocresía de los hombres y mujeres consagrados que profesan el voto de pobreza y, sin embargo, viven como ricos, daña el alma de los fieles y perjudica a la Iglesia”.
El papa hizo énfasis en que la castidad, la pobreza y la obediencia eran las tres virtudesde la práctica ascética, e hizo un llamado al despertar espiritual.
El papa Francisco destacó la importancia de la pobreza y de la vida comunitaria en su sermón del día 16 de agosto.
“Esta necesidad fundamental de ser perdonados y sanados es en sí misma una forma de pobreza que nunca debemos olvidar, no obstante los progresos que hagamos en la virtud”, añadió.
“También debería manifestarse concretamente en el estilo de vida, personal y comunitario”.
“Pienso, en particular, en la necesidad de evitar todo aquello que pueda distraerles y causar desconcierto y escándalo a los demás”, dijo el pontífice, y añadió que la pobreza es a la vez un «muro» y una «madre». Un «muro» porque protege la vida consagrada, y una «madre» porque la ayuda a crecer y la guía por el camino recto.
El papa destacó la importancia de una existencia que se vive en medio de gente. “La vida consagrada es un don precioso para la Iglesia y para el mundo. No lo guarden para ustedes solos; compártanlo, llevando a Cristo a todos los rincones de este querido país. El papa visitó, además, un monumento dedicado a fetos que nunca pudieron ver la luz debido a que fueron abortados, y oró por sus almas.
El papa Francisco visitó el 16 de agosto un monumento dedicado a fetos que nunca pudieron ver la luz debido a que fueron abortados, y oró por sus almas.
“La diócesis de Cheongju honrará las palabras del Santo Padre, y se esforzará por ayudar aún más a pobres y marginados”, afirmó el padre Gabriel Chang Bong-hun, de la diócesis de Cheongju.
Wi Tack-hwan y Limb Jae-un Redactoras de Korea.net whan23@korea.kr (Traducción: Raúl Bautista Gutiérrez)
* Fotografías por cortesía del Ministerio de Cultura, Deporte y Turismo
El papa, rodeado por integrantes del clero y seguidores en general en su trayecto a Kkotdongnae, una institución de asistencia ubicada en el condado de Eumseong, provincia de Chungcheong del Norte, visita que se llevó a cabo el día 16 de agosto.