Series de televisión (dramas coreanos)
Los grandes éxitos What is Love? (MBC) y Winter Sonata (KBS) en China y Japón sirvieron de trampolín a las series de televisión coreanas en toda Asia y fuera de ella. A estos hits le ha seguido el paso Dae Jang Geum (Una joya en el palacio) (MBC), una serie sobre una niña huérfana que empieza a trabajar en palacio como aprendiz de la cocina real y llega a ser la primera mujer nombrada médico de cabecera del rey.
Se emitió por primera vez entre 2003 y 2004, y se convirtió en la serie líder de audiencia en Corea antes de ser exportada a 91 países –en los estados islámicos ha contado con el 80 % de cuota de pantalla– para fascinar al público con su representación de la cultura tradicional coreana, como la gastronomía de la Corte Real, la vestimenta tradicional y los conocimientos sobre medicina. Este programa gozó de gran popularidad en Oriente Medio, sobre todo en Irán, donde obtuvo una audiencia media del 57 % y un máximo del 90 %. Una joya en el palacio se exportó a países de todo el mundo, desde Japón y Egipto hasta México y Polonia, y generó beneficios de unos trece mil millones de wones.
La importancia de Una joya en el palacio va más allá del programa en sí, ya que ha contribuido a ampliar el alcance del hallyu a la cocina coreana, la moda y la medicina. Se estima que el efecto reclamo de la producción de la serie habría rozado los ciento doce mil millones de wones.
En 2013, series como My Love from the Star (Mi amor de las estrellas) y That Winter, the Wind Blows (Ese invierno, el viento sopla) fueron muy bien acogidas por los seguidores internacionales, mientras que en 2016, Dokkaebi (Goblin), Moonlight Drawn by Clouds (Amor bajo la luz de la luna) y Descendants of the Sun (Descendientes del Sol) hicieron revivir la moda de la ola coreana.
En 2014, el éxito de la serie de la SBS, Mi amor de las estrellas, que se vendió por 40.000 dólares por episodio a China, condujo a la creciente popularidad de las series coreanas. Posteriormente, el precio de los derechos de distribución de estos programas se disparó en China. Descendientes del Sol, de 2016, fue apodada «Síndrome de Taehu» (acrónimo del título coreano de la serie) y se vendió a 27 países, entre ellos Reino Unido, Francia, Estados Unidos, Japón y China, con un beneficio total de más de 10.000 millones de wones.
En septiembre de 2017, Corea acudió como país invitado de honor al Festival de la Ficción de Televisión, un festival francés al que asistieron directores y productores de series populares coreanas. En total se invitó a tres series coreanas: W (W - Dos mundos), de MBC, Signal de tvN y The Package, de JTBC.
Cine
El cine coreano es un gran mercado que cuenta con una gran escala en el mundo.
Según la Motion Picture Association de Estados Unidos (MPAA), el tamaño del mercado de películas coreanas en 2018 representó una porción de 1.600 millones del total de 41.100 millones del tamaño total del mercado mundial de películas, lo que lo convierte en el quinto más grande del mundo después de Estados Unidos, China, Japón y Reino Unido. Corea ocupa el primer lugar en el mundo en cuanto al número de visualizaciones de películas per cápita por año, además su porcentaje de espectadores es del 51%.
El cine coreano, con una historia de 101 años, ha sido reconocido por sus películas en festivales de cine internacionales y se están dando a conocer ampliamente en el extranjero. Desde que 'The Coachman' ganó el Oso de Plata en el Festival Internacional de Cine de Berlín por primera vez en para película coreana en 1961, las películas coreanas han mostrado actuaciones destacadas en los llamados tres principales festivales de cine internacionales: Berlín, Cannes, y Venecia.
Películas como 'Oldboy', 'Oasis', 'Burning' y ‘En la playa sola de noche' ganaron categorías importantes. También la comunidad internacional de cine ha comenzado a mostrar un profundo interés por los filmes coreanos y sus directores, siendo los más admirados por parte de los críticos del cine occidental: Im Kwon-taek, Lee Chang-dong, Park Chan-wook, Hong Sangsoo, Kim Jee-woon y Bong Joon-ho, entre otros.
En 2019, 'Parásitos' de Bong Joon-ho ganó la Palma de Oro por primera vez en la historia del cine coreano en el Festival de Cine de Cannes y ganó cuatro en los Premios de la Academia Estadounidense en 2020, lo que aumentó el interés mundial por las películas coreanas.
Mientras ' Parásitos' arrasó con los premios de la Academia, incluyendo Mejor Película, Mejor Director, Mejor Guión y Mejor Película Internacional, los medios de comunicación de fama mundial informaron artículos sobre películas coreanas uno tras otro. El periódico británico "The Guardian" recomendó "La doncella" y " Rotten Tomatoes", un famoso sitio web de críticos de cine, recomendó "Poesía para el alma".
La excelente reputación internacional que ciertos directores y estrellas del cine coreano han cosechado hasta la fecha se debe en parte a los festivales internacionales de cine celebrados en el país, como el Festival Internacional de Cine de Busan (BIFF), el Festival Internacional de Cine de Jeonju (JIFF) y el Festival Internacional de Cine Fantástico de Bucheon (BiFan).
Además de esto, las películas coreanas están ganando gran popularidad a través de las plataformas OTT. Estrenada en junio de 2020, '#Vivo' se registró como un caso exitoso de lanzamiento en el extranjero de películas coreanas a través de OTT, ocupando el primer lugar en las listas mundiales de películas en 35 países dentro de los dos días posteriores a su lanzamiento en Netflix.
Esta generación de artistas coreanos fue precedida por una primera generación de músicos clásicos, de los cuales se pueden mencionar dos pianistas, Han Tong-il y Paik Kun-woo, quienes fascinaron al público internacional entre las décadas de los años 50 y 70, y que hoy en día siguen interpretando para muchos seguidores entusiastas.
Chung Myung-whun, pianista mundialmente reconocido, ha recibido multitud de elogios por su dirección musical en los últimos años. Ha dirigido algunas de las orquestas más prestigiosas del mundo, incluyendo las Filarmónicas de Berlín y la de Londres, antes de trabajar como director musical y director titular de la Ópera de la Bastilla en París. Chung también ha sido director principal de la Orquesta Filarmónica de Seúl y actualmente dirige la Orquesta Juvenil de Corea. Goza asimismo de gran renombre en la escena musical internacional como miembro del Chung Trio con sus dos hermanas: la violinista Chung Kyung-hwa y la chelista Chung Myung-hwa.
Danza moderna y ballet
La creación de la Compañía Nacional de Danza de Corea en 1962 sirvió como impulso para el surgimiento del interés por la danza moderna en el país. Este cambio de ambiente condujo finalmente al nacimiento de la gran bailarina Hong Sin-cha (o Hong Sin-ja, n. 1943), quien tiene el honor de ser la primera bailarina avant-garde de Corea e intérprete premier de arte escénico. Estudió danza con el famoso coreógrafo Alwin Nickolais en EE. UU. y trabajó allí hasta 1990. Posteriormente regresó a Corea para colaborar en varias actividades relacionadas con la danza moderna.
En la década de los años 80, se fundaron en Corea dos compañías de ballet: la Ballet Universal (1984) y la Ballet Seúl (1986), las cuales, junto a la Compañía Nacional de Danza, ofrecen activamente conciertos de ballet clásico dentro y fuera de Corea. La creciente popularidad del ballet trajo como consecuencia la llegada de bailarines distinguidos a nivel mundial. Entre ellos, cabe mencionar a Kang Sue-jin, la primera bailarina asiática que integró el Ballet de Stuttgart en 1986. Ahora es directora artística del Ballet Nacional de Corea.
Entre otros bailarines de éxito se encuentran Seo Hee, quien se unió al ABT Studio Company en 2004 y llegó a ser la primera bailarina en julio de 2012, y Kim Ki-min, primer bailarín asiático en unirse al Ballet Mariinsky en 2011.
En junio de 2017, Park Seon-mee, alumna de la Universidad Nacional de Artes de Corea, fue la primera coreana en ganar la Competición Internacional de Ballet de Moscú, una de las tres principales competiciones de ballet del mundo.
Arte moderno
Gracias a estas espléndidas hazañas, el número de obras literarias coreanas publicadas en el extranjero ha aumentado significativamente cada año: 69 en 2017, 74 en 2018 y 91 en 2019.
En junio de 2012, la autora participó en un encuentro en Liubliana (Eslovenia), que cosechó una gran acogida, para la publicación de su obra en la lengua eslovena.
La popularidad de la literatura coreana se puede analizar en muchos aspectos. Sobre todo, se puede ver que el estilo narrativo que disuelve los problemas sociales globales en la historia personal de los personajes resuena con los lectores. Un ejemplo representativo es Kim Ji-young, nacida en 1982, una novela de ficción de Cho Nam-joo, que está etiquetada como novela feminista. Junto con la exportación de los derechos de autor a 18 países, se vendieron 80.000 copias en solo dos meses después de su lanzamiento en Japón en 2018, convirtiéndose en el best-seller en la categoría de literatura asiática a excepción de Japón y China. Gracias a la popularidad de la novela, su adaptación cinematográfica se estrenó en Corea del Sur con el mismo título.
Además, una variedad de obras de diferentes artistas coreanos, que van desde artistas de alto nivel como Park Wan-suh y Hwang Sok-yong hasta artistas jóvenes como Chang Kang-myoung y Jung Eun-young, se están introduciendo vigorosamente en el extranjero.
Cocina y costumbres culinarias de Corea
La ola coreana pareciera expandirse hacia otras áreas culturales, como la cocina y las tradiciones gastronómicas. Se están inaugurando restaurantes especializados en comida coreana en las más grandes y exigentes metrópolis del mundo, como Nueva York, Londres o París, entre otros, recibiendo elogios de la boca de los gastrónomos y gourmets más exigentes. El kimchi, el bulgogui, el bibimbap y otros platos que han sido los favoritos del pueblo coreano durante varias generaciones, se están empezando a ver también en hogares alrededor de todo el mundo. Ciertos chefs de algunos restaurantes estadounidenses han comenzado a fusionar platos típicos de Corea con algunas tradiciones de Occidente, creando por ejemplo la hamburguesa de bibimbap, el perrito caliente de kimchi o el bistec con salsa gochujang, opciones novedosas y exóticas que los neoyorquinos siempre están dispuestos a degustar.
Curiosamente, la cocina coreana es reconocida como una dieta de bienestar, no solo por curiosidad, sino en línea con la tendencia mundial de preferir alimentos saludables. La cocina coreana consiste en una dieta adecuadamente equilibrada de carbohidratos, proteínas y grasas y asegura una ingesta suficiente de vitaminas y minerales a través de guarniciones vegetales. En reconocimiento de estos méritos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) seleccionó la cocina coreana como un modelo nutricionalmente equilibrado en 2004. USA Today, un periódico de interés general de EE. UU., Seleccionó el kimchi, junto con los fideos de arroz vietnamitas y el repollo, en su predicción. de los alimentos más populares en 2020.
De igual manera, la cifra de restaurantes coreanos se incrementó de manera notable superando la centena en París (Francia), siendo más de la mitad de los clientes ciudadanos franceses locales, a diferencia de antes, cuando los expatriados coreanos y otros asiáticos conformaban la mayoría de la clientela. De acuerdo con estudios recientes, los platos más populares servidos en los restaurantes coreanos de París son el bibimbap y el bulgogui, siendo el primero muy apreciado por su equilibrio nutricional y su exquisito sabor.
Recientemente, más personas han intentado preparar sus propios platos coreanos siguiendo las recetas de los canales de cocina coreana en YouTube.