Reporteros Honorarios

08.02.2023

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Por la reportera honoraria Francisca Requejo Castillo de España
Fotografías: Esther Campos


Esther Campos, quien trabaja como abogada y directora de Labor Viva, ha sido reconocida nacional e internacionalmente por escribir las obras literarias románticas "La carta coreana, la emoción invisible" y "Los peregrinos de Corea". 


Por medio de una entrevista nos cuenta de dónde nació su interés por la cultura coreana y qué fue lo que la inspiró para escribir su segundo libro.


Esther

Esther Campos presenta su segunda obra literaria 'Los peregrinos de Corea'.


¿Desde cuándo comenzaste a interesarte por Corea?

El mundo asiático me ha interesado desde siempre, pero Corea del Sur era una gran desconocida para mí hasta la pandemia. Tenía referencias del país por su desarrollo tecnológico, pero el fenómeno "hallyu" (ola coreana) me era totalmente ajeno. Todo comenzó cuando empecé a buscar videos sobre la gestión de la pandemia por parte de los médicos coreanos y el buscador de internet comenzó a sugerirme ver series coreanas en Netflix.

La primera que vi fue “Chocolate”. Debo decir que me sorprendió la sensibilidad de la serie y sobre todo, el efecto positivo que causaba en mi estado de ánimo, al permitirme canalizar toda la tensión acumulada y evadirme con historias que, además de entretenidas, aportan valores con los que me siento comprometida en mi vida profesional y personal. Por otro lado, la forma en que los guionistas desarrollan las historias de amor, a fuego lento y con mucha comicidad y ternura conectaban con mi forma de narrar vivencias en los diarios que he escrito durante muchos años. Soy también muy aficionada al cine, enseguida me cautivó el lenguaje cinematográfico de los dramas coreanos, las bandas sonoras hechas a medida de las historias, los juegos de luces, tonalidades y muchos efectos que logran crear atmósferas muy especiales. Todo ello despertó en mí el deseo de escribir una novela basada en el descubrimiento de este género de series que desconocía hasta entonces. De ahí surgió mi primera novela "La carta coreana, la emoción invisible" y mi curiosidad por la cultura coreana más contemporánea.

Dos años después llegó "Los peregrinos de Corea", mi segunda novela. Ambas están traducidas al inglés y han tenido una acogida muy bonita, tanto por los aficionados a la cultura coreana como por personas que nunca habían visto un serie coreana, como era mi caso.

¿Qué te inspiró a escribir tu segunda novela?

Si mi primera novela fue un agradecimiento a los dramas coreanos por los buenos ratos que me hicieron pasar durante el confinamiento, la segunda es un tributo a lo que significó para mí, y espero que así lo sientan también los lectores, sean o no creyentes, descubrir el origen tan singular del catolicismo en Corea del Sur.

Tuve la oportunidad de leer "Las cartas de San Andrés Kim Dae-geon", traducidas al inglés por el hermano An Sonjae, que es un eminente traductor y sacerdote católico de una orden ecuménica y actualmente nacionalizado coreano. Ese libro me conmovió mucho y quise escribir sobre este sacerdote y también sobre el interés de los coreanos por realizar el Camino de Santiago. Sin embargo, no quería hacer un ensayo sino acercar al personaje con una perspectiva diferente, escribiendo una novela de amor, contemporánea, entretenida y respetuosa con todos los credos que practican los coreanos y también muchos occidentales. Creo que solo hay un amor que se manifiesta de muchas formas. Y si algo aprendes viendo series coreanas es que, a todas las personas, no importa lo alejadas que podamos sentirnos por el idioma, las tradiciones, creencias, entre otros, nos afectan y nos importan las mismas cosas en la vida; experimentar el amor y encontrar por un camino u otro, una respuesta trascendente a nuestro paso por este mundo.

Con relación a los personajes, ¿en quién te inspiraste para crear los personajes?

"Los peregrinos de Corea" es una novela más coral que "La carta coreana, la emoción invisible", hay muchos personajes y dos historias paralelas de peregrinación, una en el Jeju-Olle, en Corea del Sur, y otra en España, peregrinando a las tres ciudades santas de las cinco que hay en el mundo cristiano: Santiago, Liébana y Caravaca de la Cruz (las otras dos son Jerusalén y Roma).

¿Tardaste mucho en crearlos y darles personalidad?


Dediqué varios meses a documentarme y también a construir los personajes, pues cada uno tiene una mochila vital que carga -metafóricamente- mientras viaja por los diferentes caminos de peregrinación.

Para visualizar los rostros de los personajes me descargué en el ordenador varias fotos de actores coreanos y europeos, intentando encontrar en sus miradas la personalidad que quería reflejar. Casualmente, por las mismas fechas que yo escribía la novela, en Corea comenzaba el rodaje de una película dedicada a San Andrés Kim Dae-geon y el rostro del actor elegido me ayudó a visualizar su juventud, pues como ocurre con los retratos de santos católicos, suelen parecer de mucha más edad. Al final, mis personajes son una mezcla de ficción y realidad, de pinceladas de experiencias vitales y proyección de emociones que todo escritor cataliza a través de los personajes que crea. El único personaje real, que hace un "cameo literario" es el fraile Daniel Bae, un ex militar surcoreano que ahora es sacerdote en la Hospedería de los Carmelitas en Caravaca de la Cruz. Él es la prueba viviente de que el catolicismo es una fuerza viva que mueve el corazón de los coreanos hasta límites que nos cuesta entender, cuando se tiene fé. Conocerle y que me permitiera contar su historia entrelazándose con la trama de ficción, unido al hecho de que nos hemos hecho buenos amigos, ha sido un regalo inesperado que me ha traído la novela.

Tus tres regiones favoritas de España y que con tanto cariño usas en los escenarios de esta novela hacen que el lector se anime a visitarlas. ¿Qué se siente cuando alguien te dice que le gustaría hacer el Camino a través de la ruta de los protagonistas?

España es un país de contrastes con un inmenso patrimonio artístico, religioso, cultural, gastronómico y paisajístico. Yo me he limitado a mostrar una conexión entre tres lugares que gozan de una secular tradición de peregrinación y que, por ello, gozan del privilegio de celebrar "Años Jubilares" a perpetuidad y que tienen una espiritualidad que atrae por igual a personas desde todos los rincones del mundo.

Galicia, Cantabria y la Región de Murcia ofrecen, además, escenarios cautivadores para desarrollar las historias de amor y amistad de la novela y aunque no he visitado la isla de Jeju, me documenté para recrear los senderos de la isla coreana y de su atractivo turístico. Además, este lugar alberga un memorial en honor al primer sacerdote coreano católico, el autor de las cartas que inspiraron la novela.

Me hace muy feliz saber que el libro despierta la curiosidad y las ganas de viajar. ¡A mí también me ha ocurrido tras escribirlo!


 Encuentro

Esther Campos hace entrega de la novela 'Los peregrinos de Corea' al embajador de la República de Corea en España, Shanghoon Bahk. 


El embajador de la República de Corea en España, Shanghoon Bahk, recibió de tus propias manos y con dedicatoria incluida, un ejemplar de tu libro, ¿Cómo fue ese encuentro?

Conocí al embajador Shanghoon Bahk, sin saber el cargo que ocupaba y lo primero que me llamó la atención fue que había traducido al idioma coreano las arias más famosas de ópera para que sus compatriotas pudieran entenderlas y captar la emoción de estas representaciones. Me pareció un trabajo heroico, porque las arias son textos en italiano y en francés cargados de lirismo pero no fácilmente traducibles.

Un amigo mío, profesor de Cambridge y un apasionado tenor en su tiempo libre, me animaba a traducir las arias al inglés, para dominar el idioma y era muy complicado. Así que contacté al embajador para preguntarle dónde podía conseguir su libro, y muy amablemente me lo regaló.

Yo no hablo coreano, pero puedo leer el alfabeto coreano más conocido como hangeul, la gramática y algunas expresiones, por eso sé lo diferentes que son nuestras lenguas, así que, cuanto más lo pienso más mérito encuentro en los libros que ha publicado.

Después supe de su interés por promover la colaboración entre Galicia y Jeju y me interesé por el establecimiento de las relaciones entre estas regiones tan distantes, que al mismo tiempo se han unido a través de las peregrinaciones. Por eso, consulté con el embajador algunos aspectos relacionados con Jeju para usarlos en la novela.

Cuando estaba a punto de publicar "Los peregrinos de Corea", el embajador aprovechó una visita de trabajo a la Región de Murcia para que pudiéramos conocernos personalmente y pudimos charlar de libros y otros temas durante varias horas, degustando un caldero murciano y vinos de la tierra. Es una persona muy cercana que está haciendo una gran labor por estrechar los lazos entre nuestros países.

¿En un futuro piensas escribir más libros relacionados con Corea?


Los que me conocen saben que profesionalmente tengo muchos frentes abiertos y no me es fácil encontrar tiempo para escribir una novela. Quiero viajar a Corea para visitar a Ester Palma y a mi querido amigo Hanyong Jeong, cuya poesía o prosa poética recomiendo que lean, especialmente en estos tiempos tan deshumanizados y de indiferencia ante la guerra que los europeos tenemos en nuestro continente. Seguramente, si viajo a Corea resucite a mis personajes o quizás otras historias de amor me inspiran para escribir algo nuevo, solo hay que esperar y vivir con el alma abierta.

Con respecto a la labor que desempeñas como directora de Labor Viva, puedes contarnos ¿Cuál es la misión de esta empresa?


Labor Viva es una pequeña editorial, sin ánimo de lucro que genera empleo a personas con discapacidad. Mis novelas están en digital en una conocida tienda online y pirateadas por todo el mundo, pero al menos, los libros impresos, quería que sirviese para visibilizar la capacidad laboral de este colectivo. Labor Viva también ha editado el libro de la misionera Esther Palma, "El catolicismo en Corea del Sur", que es de lectura imprescindible para entender la profundidad del pensamiento religioso coreano. Además, Labor Viva también fabrica cuadernos, tazas y detalles que rinden tributo a la cultura coreana, usando como base los dramas coreanos, los proverbios y la poesía coreana.

Con la venta tanto de los libros como del resto de los artículos ofrecidos, apoyamos la inclusión social y laboral de las personas con discapacidad.

Las personas interesadas pueden ingresar a http://www.latiendalaborviva.com/ 

shong9412@korea.kr

* Este artículo fue escrito por una reportera honoraria de Korea.net. Nuestro grupo de reporteros honorarios es de todo el mundo y trabaja para compartir su afección y entusiasmo hacia Corea.