Opinión

25.06.2021

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Por Mark Peterson
Profesor emérito en la Universidad Brigham Young


A medida que nos acercamos al 71º aniversario de la Guerra de Corea este año, me ha llamado la atención que el 2021 también es el 70º aniversario de un evento importante en la historia del estado de Utah, Estados Unidos. El estado envió un batallón de artillería para luchar en la Guerra de Corea: 600 miembros de la Guardia Nacional de pequeños pueblos en el sur de Utah. El "evento" en la historia de Utah es que en el primer año de la guerra, después de que los chinos invadieran con la táctica de "oleadas humanas" y empujaran a las fuerzas surcoreanas y estadounidenses hacia el sur hasta el paralelo 38 y más allá, estalló una gran batalla entre los soldados de Utah y una brigada china (4.000 hombres) en la que los habitantes de Utah mataron a 350, capturaron a 830 y no perdieron ni un solo soldado en la lucha. Este combate es conocido como el "Milagro de Gapyeong".

El milagro se extendió más allá de la Batalla de Gapyeong que ocurrió en el condado de Gapyeong-gun, provincia de Gyeonggi-do. En la noche del 26 de mayo de 1951, los soldados chinos atacaron e invadieron a la infantería, norteamericana y surcoreana, y se acercaron directamente a la artillería. La artillería, por definición, se coloca en la retaguardia detrás de la infantería y las armas, pero los chinos se abrieron paso en medio de la noche, sorprendiendo al batallón de artillería de Utah. Esa noche se hallaban dos baterías (el equivalente a dos compañías en otras unidades), o unos 240 hombres. Bajaron sus grandes cañones que generalmente disparan varios kilómetros (hasta 14,km) hacia adelante en apoyo de la infantería y los blindados, y dispararon a quemarropa directamente para detener a los atacantes chinos. Por la mañana, cuando pudieron ver con claridad, un soldado chino se aceró a 10 metros de los originarios de Utah. Se encontró una ametralladora a 40 metros de sus posiciones.

Una vez que los chinos comenzaron a retirarse, la artillería volvió a disparar a larga distancia antes de su retirada, cortándola. Los chinos no tenían adónde ir, no podían avanzar ni retroceder, y 830 de ellos se rindieron.

Pero la batalla fue solo una parte del milagro. Que ninguno de los 240 soldados de esa batalla muriera es ya una cosa, pero además, el batallón de cinco baterías y 600 hombres regresaron a casa con vida. Ese fue el mayor milagro del batallón de artillería originario de Utah.

Como un originario de Utah, que vive en la localidad de Provo, en el mismo estado, tengo afinidad con esta historia y me sorprende que no se conozca bastante. En verdad, en los anales de la guerra y en la historia del combate, esta debe ser una de las historias más asombrosas. Los soldados movilizados para la guerra a menudo mueren en accidentes. Movilizar equipos y hombres a una zona de guerra es un asunto peligroso. Un amigo mío que era un reportero adjunto en el ejército de los Estados Unidos que fue enviado a Bagdad en la primera guerra de Irak me contó de tres soldados que fueron atropellados por un tanque mientras dormían en sus sacos de dormir. Los jeeps se voltean. Las cosas explotan. Por no hablar del combate real. Pero ninguno de los 600 soldados del sur de Utah que lucharon en la Guerra de Corea murió. Algunos tenían heridas y otros ganaron la condecoración del Corazón Púrpura, pero ninguno murió.

¿Cuál fue el secreto de su éxito? Hubo varios factores. Primero, tenían una increíble solidaridad y confianza el uno en el otro porque por medio de la Guardia Nacional, todos se conocían. Eran hermanos, primos hermanos o primos segundos, compañeros de clase o de juegos de la infancia que luchaban codo con codo. La unidad también tenía varios conjuntos de hermanos. Un caso interesante fue el de dos hermanos de la unidad que fueron enviados a Corea. Pero había un tercer hermano, quien con 16 años era el menor de los tres y que también quería ir. Aunque apenas estaba pronto a cumplir los 17 años, le dijo al oficial de reclutamiento que ya tenía 18. Así que los tres hermanos lucharon juntos en la unidad.

¿Cuál fue la motivación general de los estadounidenses, y específicamente de los habitantes de Utah, para luchar en la Guerra de Corea? En muchos casos, los jóvenes que habían visto pelear a hermanos y tíos mayores en la Segunda Guerra Mundial vieron la oportunidad de hacer su parte, "para hacer un mundo libre por medio de la democracia". Cinco años después de que terminara la guerra, estos jóvenes pudieron hacer su parte. Otra historia se trata sobre varios hombres jóvenes que no tuvieron tanto éxito al mentir sobre su edad para unirse a la Guardia Nacional. Fueron "sacados del tren" en Seattle y enviados a casa porque sus padres se enteraron de lo que habían hecho y los enviaron de regreso. Increíble valentía juvenil.

La segunda razón por la que la unidad tuvo tanto éxito fue la capacitación. Cuando los soldados se movilizaron, fueron enviados a Fort Lewis, cerca de Seattle en el estado de Washington, para recibir más entrenamiento antes de su partida. Originalmente, se enviaría una unidad de respaldo a Alemania y una unidad del ejército regular a Corea, pero los soldados de la unidad de Utah eran tan competentes, precisos y diligentes que los comandantes decidieron enviarlos directamente a Corea.


La tercera razón fue el liderazgo. El comandante del batallón, el teniente coronel Frank Dalley, tenía experiencia en la Segunda Guerra Mundial y era muy respetado por sus hombres. Dijeron que era como un padre. Todos eran de la misma zona rural y él conocía a los padres de muchos de sus soldados. Una vez dijo que no sabía si sería capaz de decirle a un padre que su hijo, uno de sus soldados, había sido asesinado. Pero de hecho, ninguno de ellos murió. Los soldados contaron que era un hombre de oración y que oraba todos los días por la seguridad de sus hombres y las tácticas que necesitaba usar para luchar y mantenerlos con vida.


Este es el Milagro de Gapyeong, en el que ninguna de las tropas de la unidad murió, en una batalla donde 350 chinos murieron y 830 fueron capturados. Y los 600 hombres de Utah que fueron a Corea regresaron vivos a casa.

¿Por qué esta historia no es más conocida? Utah y su Guardia Nacional han sido demasiado humildes y discretos al respecto. De hecho, si se busca la Batalla de Gapyeong en internet, lo que normalmente aparece es información de una batalla entre los chinos y "dos Regimientos de la Mancomunidad de Naciones", con unidades de infantería de Australia y Canadá y una unidad de artillería de Nueva Zelanda. Su historia es anterior a la de Utah en exactamente un mes. Y es casi la misma historia. Los chinos atacaron, pero los australianos y los canadienses se mantuvieron firmes y los hicieron retroceder. Nueva Zelanda tenía artillería en la retaguardia. La batalla de abril con las naciones de la Mancomunidad tuvo como resultado una gran victoria y los chinos se retiraron. Se estima que 1.000 chinos murieron, y en el lado de la Mancomunidad, Australia perdió a 32, Canadá a 12, Nueva Zelanda a 2 y Estados Unidos a 3 hombres, dejando un total de 49 muertes. Y los informes posteriores afirmaron que esta batalla ayudó a cambiar el rumbo de la guerra, ya que los chinos nunca volvieron a ejecutar un ataque serio. Pero eso no es del todo correcto. La batalla de Gapyeong en abril fue entre una división china y dos regimientos de Corea del Sur. La batalla de Gapyeong en mayo vio cómo los chinos atacaban nuevamente, esta vez con un regimiento, y aunque expulsaron a la infantería de la línea, la artillería se mantuvo firme, con solo dos baterías contra el regimiento: 240 hombres contra 4.000 chinos. Y milagrosamente en la batalla de mayo, los artilleros resistieron y ni uno sólo cayó.

Hubo varias batallas en el valle de Gapyeong, un importante acercamiento a Seúl. Al principio, los chinos ganaron algunas batallas en el valle mientras marchaban hacia Seúl. Antes de la batalla de mayo de los chinos contra la artillería de Utah, y la de abril contra las naciones de la Mancomunidad, se produjo una batalla en Yongmunsan, justo al sur de Gapyeong, donde una división del 6° Regimento del ejército de Corea del Sur derrotó a tres divisiones chinas atacantes, quienes sufrieron enormes bajas. Los surcoreanos perdieron a 107 hombres, pero los chinos perdieron a más de 6.000. Todas estas batallas marcaron puntos de inflexión para el invasor ejército chino.

¿Por qué los chinos perdieron estas batallas cuando obtuvieron grandes victorias al principio de la guerra? Su táctica fue la "ola humana", que sorprendió a los estadounidenses y surcoreanos desde el principio. Los chinos tenían un gran número de hombres y los aliados no estaban preparados para una táctica tan costosa e inhumana. La geografía también puede haber jugado un papel en el fracaso de la estrategia. Los historiadores militares dicen que el área alrededor del embalse de Chosin, donde los chinos rodearon a los infantes de marina estadounidenses y forzaron una retirada apresurada en una de las peores derrotas del Cuerpo de Marines, era un área relativamente abierta donde un gran número podía rodear a una fuerza oponente. Pero en el valle de Gapyeong, los chinos se vieron obligados a entrar en estrechos pasillos entre las montañas, lo que hizo que su táctica de olas humanas fuera ineficaz. Por lo tanto, el número de muertos en estas batallas de Gapyeong fue tan desigual a favor de los Aliados.

Pero de todas las batallas, la de la unidad de artillería de Utah fue la más desigual. No se podría haber forjado una proporción tan desigual en otra parte. Y aún así, el lado estadounidense tuvo cero víctimas mortales.

Utah necesita contar mejor su historia. Los australianos tienen un documental sobre su batalla de Gapyeong, y los canadienses también aparecen en el video. En Wikipedia, una búsqueda sobre "Batalla de Gapyeong" (escrito también como Kapyong) da como resultado una sola batalla: la de ellos. Pero un mes después, hubo otra batalla de ese tipo que debe distinguirse como el "milagro de Gapyeong". Porque eso es lo que fue, una batalla de 4.000 contra 240 en la que ninguno de los soldados de Utah murió y los 600 hombres de la unidad regresaron a casa con vida.


Mark Peterson es profesor emérito en la Universidad Brigham Young, donde enseñó Estudios Coreanos durante más de 30 años. Desde que se jubiló en 2018, ha dirigido el canal de YouTube "The Frog Outside the Well".

Traducido por Elías Molina, redactor de Korea.net