El 16 de agosto se dio a conocer una pintura en la que aparecen los 124 de los mártires beatificados por el papa Francisco. Se trata de Pablo Yun Ji-chung (1759-1791) y sus compañeros de martirio.
Esta pintura es obra de Kim Young-joo, se titula "Los que dieron paso a la luz de la aurora" y simboliza la voluntad de los mártires, esos creyentes que refrendaron la fe con su sangre. En esta obra, los mártires sostienen palmas que simbolizan victoria; cruces, que significan el martirio; y azucenas, un símbolo de compasión. El fondo está cubierto con la luz de la gloria celestial.
El padre Ju Mun-mo, el único sacerdote de este grupo de mártires, eleva los ojos al cielo y viste una túnica con bandas rojas. La más joven de los mártires, Anastasia Yi Bong-geum, aparece en la fila del frente sosteniendo una corona de Rosas de Siria. En la pintura, todos los presentes están felices de haber llegado a la tierra del Señor, luego de morir.
Kim comentó que utilizó cinco imágenes, entre otras, las de un pionero, la de la felicidad y la de la plenitud en el paraíso, tal y como se describen en el Apocalipsis, para la representación de la gloria celestial.
La pintora comentó que al trabajar en su obra constantemente repitió la siguiente oración: “Señor mío, creo firmemente que estos 124 mártires moran en tu Tierra, y ahora gozan de la felicidad eterna en Tu luz. Ten misericordia para que podamos mantenernos fieles a tu fe y transitar por la vida eterna, al igual que los descendientes de estos mártires”.
Wi Tack-whan y Yoon Sojung
Redactora de Korea.net
whan23@korea.kr
(Traducción: Raúl Bautista Gutiérrez)
En la ceremonia de beatificación de 124 mártires coreanos se hizo la presentación de una pintura en la que aparecen éstos, y la cual fue realizada por la artista Kim Young-joo.
El papa Francisco preside la ceremonia de beatificación, teniendo como fondo una pintura de los 124 mártires coreanos (foto: Jeon Han).
Esta pintura es obra de Kim Young-joo, se titula "Los que dieron paso a la luz de la aurora" y simboliza la voluntad de los mártires, esos creyentes que refrendaron la fe con su sangre. En esta obra, los mártires sostienen palmas que simbolizan victoria; cruces, que significan el martirio; y azucenas, un símbolo de compasión. El fondo está cubierto con la luz de la gloria celestial.
El padre Ju Mun-mo, el único sacerdote de este grupo de mártires, eleva los ojos al cielo y viste una túnica con bandas rojas. La más joven de los mártires, Anastasia Yi Bong-geum, aparece en la fila del frente sosteniendo una corona de Rosas de Siria. En la pintura, todos los presentes están felices de haber llegado a la tierra del Señor, luego de morir.
Kim comentó que utilizó cinco imágenes, entre otras, las de un pionero, la de la felicidad y la de la plenitud en el paraíso, tal y como se describen en el Apocalipsis, para la representación de la gloria celestial.
La pintora comentó que al trabajar en su obra constantemente repitió la siguiente oración: “Señor mío, creo firmemente que estos 124 mártires moran en tu Tierra, y ahora gozan de la felicidad eterna en Tu luz. Ten misericordia para que podamos mantenernos fieles a tu fe y transitar por la vida eterna, al igual que los descendientes de estos mártires”.
Wi Tack-whan y Yoon Sojung
Redactora de Korea.net
whan23@korea.kr
(Traducción: Raúl Bautista Gutiérrez)
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