Por la reportera honoraria Dayviana Díaz de Cuba
Fotografías: Dayviana Díaz

En el marco de la celebración del 25 de marzo, fecha que conmemora del 103º aniversario de la migración coreana a Cuba, el pasado 30 de marzo y 6 de abril se presentó en el teatro La Proa, en La Habana, la obra “Allí está su casa”, interpretada por la compañía Nottle Theatre Company, bajo la dirección escénica del director coreano Young Oh Won.



La puesta en escena trata sobre el largo viaje de los primeros 1033 inmigrantes coreanos que partieron desde Corea hacia México en 1905, cuya travesía duró 45 días, y de los cuales 288 migraron eventualmente a Cuba en el año 1921.

Durante 70 minutos el elenco de la obra, compuesto por actores coreanos en colaboración con el centro para las artes TETIEM A.C. (México en Escena-Grupos Artísticos) que llegaron a la isla, así como jóvenes actores del teatro La Proa, nos sumergen en una historia que, aunque no es ampliamente conocida por todos, es parte de la historia de la migración de un grupo de personas coreanas que un día tomaron la elección de abandonar sus hogares y navegar hacia países desconocidos en busca de una vida mejor.



Como bien cuenta la trama de la obra, esta desgarradora historia de la migración coreana a las Américas comenzó durante la ocupación japonesa, cuando extraños vinieron y comentaron sobre una tierra nueva, cálida, donde todos eran iguales y se podría ganar mucho dinero para luego volver a casa.

Esa tierra se llamaba México y el viaje para llegar hasta ella duró más de 40 días, partiendo desde el puerto Chemulpo, en Incheon, en abril de 1905, para llegar el 20 de mayo a Mérida, Yucatán.

Pronto esa ilusión de paraíso terrenal se desvaneció, porque muchas fueron las vicisitudes que sufrió este pueblo coreano en las haciendas henequeneras en las tierras mexicanas.

Luego de 16 años de sobrevivir en tierra azteca, algunos vinieron a Cuba en busca de esperanza de mejorar sus condiciones de vida, pero nuevamente fueron engañados y abandonados a su suerte en un país que les era tanto extraño como hostil.



Según su director, la pregunta fundamental que plantea esta obra es, “¿Cómo es la vida de los inmigrantes?”, cuestionándose ideas como la necesidad de conocer nuestro origen y las raíces étnicas a las cuales pertenecemos, planteando mensaje como el que se muestra al principio de la puesta, “necesitamos saber de dónde venimos, para saber a dónde uno va”.

“Allí está su casa” es una obra contemporánea que transmite un mensaje universal a través de preocupaciones comunes entre nuestros pueblos, Corea, México, Cuba y diferentes países, sobre la base de que “la etnicidad es una comunidad ficticia y una comunidad imaginaria”.
Esta es una historia que trata sobre todos aquellos que han sido inmigrantes en algún momento, donde la angustia, la desolación, el dolor, el sentido de supervivencia y el anhelo por la tierra dejada atrás son experiencias comunes con las cuales todos se han sentido identificados al menos una vez en la vida.

Un objetivo cumplido fue traer a la luz historias del pueblo coreano de ultramar que, aunque a veces olvidados, deben ser reconocidos por todos, especialmente por el público coreano joven de nuestros países, porque su historia forma parte de la cultura y las sociedades en las que sus ancestros han logrado vivir y establecerse.



Para descendientes de la comunidad coreano-cubana esta emotiva historia puede ser la historia de la historia del abuelo de su abuelo.

Para el público en general como yo, nos sirve para entender mejor y sentir en nuestra propia piel todo el dolor y sufrimiento que forma parte de la historia de estas personas, que hoy en día los ha convertido en una comunidad orgullosa de sus raíces y que ante todo siguen luchando por preservar su identidad en un lugar muy lejano de su patria que algún día llegaron a llamar “casa”.

Esta puesta en escena del director Won logró capturar mi corazón, así como el de todos los asistentes a las dos presentaciones que se realizaron en la capital, y así lo demostraron la ovación de aplausos que el público le brindó a los talentosos artistas al concluir su actuación.

Esta obra también tuvo una gran aceptación cuando se presentó el año pasado en países como México y Corea.

Realmente valió la pena asistir a esta emotiva y conmovedora puesta en escena y si tienes la oportunidad de asistir a una de sus presentaciones en tu país, ¡no te la pierdas!

Muchas gracias al 2024 Arts Council Korea Organization y al Ministerio de Cultura de Cuba por darnos la oportunidad disfrutar de esta excelente pieza teatral llena de cultura y tantas historia de vida compartidas entre ambos pueblos.

kimhyelin211@korea.kr

* Este artículo fue escrito por una reportera honoraria de Korea.net. Nuestro grupo de reporteros honorarios es de todo el mundo y trabaja para compartir su afección y entusiasmo hacia Corea.