La resolución pacífica de la cuestión nuclear de Corea del Norte es una meta y una tarea de máxima prioridad, que es esencial para la paz en la península coreana.
Nuestro objetivo es sustituir los últimos sesenta años de un armisticio inestable por un régimen de paz permanente.
Desde el comienzo, mi Administración ha tratado cuestiones relacionadas con la península coreana de acuerdo con principios firmes y coherentes.
Continuaremos haciéndolo en el futuro.
Nuestra máxima prioridad es mantener la paz en la península coreana.
La segunda es desnuclearizar la península coreana.
La tercera es nuestro papel principal en la resolución de asuntos intercoreanos.
La cuarta es la resolución pacífica del problema nuclear de Corea del Norte.
La quinta es una respuesta severa a cualquier provocación norcoreana.
Los acuerdos intercoreanos existentes, incluidos la Declaración Conjunta Sur-Norte del 4 de julio, el Acuerdo Básico Intercoreano, la Declaración Conjunta Sur-Norte del 15 de junio y la Declaración del 4 de octubre, deben ser respetacos y cumplidos, ya que son el fruto de esfuerzos minuciosos por las Administraciones anteriores para la mejora de las relaciones intercoreanas.
Además, resolveremos los desacuerdos dentro de nuestra sociedad respecto a la unificación y la política del Gobierno sobre Corea del Norte y crearemos un consenso nacional.
Los acuerdos intercoreanos logrados por los Gobiernos anteriores son activos importantes que deben ser respetados independientemente del cambio en la Administración.
El Gobierno de Corea del Sur considerará todos los acuerdos intercoreanos transmitidos por las Administraciones anteriores como principios a ser revisados por las dos Coreas.
Buscaremos soluciones y adelantos a cuestiones pendientes en la península coreana a partir de estos acuerdos anteriores.
Construiremos un mercado único en la península coreana para crear nuevos motores de crecimiento y una comunidad económica intercoreana de coexistencia y coprosperidad.
Nos acercaremos al continente eurasiático y al mundo, y dibujaremos un “Nuevo Mapa Económico” en la península coreana estableciendo tres cinturones económicos.
Construiremos un nuevo orden económico que traerá paz y prosperidad a la península coreana y al Nordeste Asiático mediante la realización de proyectos conjuntos en diferentes sectores que involucren no solo a Corea del Norte, sino también a China, Rusia y otros países del Nordeste Asiático.
En muchas ocasiones, he anunciado un nuevo mapa económico para la península coreana y una nueva visión para la economía del Norte.
Creo que la paz genuina y la prosperidad en el Nordeste Asiático comenzarán cuando la base para una comunidad económica del Nordeste Asiático se consolide por un lado y la cooperación multilateral en seguridad se materialice por el otro.
Cinturón de energía y recursos naturales conectando Wonsan, Hamhung, Dancheon, Rason, y Rusia
Cinturón de transporte, logística y fabricación conectando el área metropolitana de Seúl, Gaeseong y Haeju, Pyeongyang y Nampo, Sinuiju, y China
Cinturón de ambiente y turismo conectando el Distrito de Ecología, Paz, Seguridad y Turismo en la Zona Desmilitarizada y la Zona Económica Especial de Unificación
Tres cinturones económicos
Resolveremos pacíficamente el problema nuclear de Corea del Norte, utilizando un acercamiento por pasos y de dos vías: de sanciones/presión y diálogo.
Cuando se den las condiciones, cooperaremos estrechamente con las naciones relacionadas e impulsaremos, paso a paso, el desmantelamiento completo del programa nuclear de Corea del Norte a partir de una congelación nuclear.
Al resolver el problema nuclear, discutiremos las formas de construir la confianza política y militar entre las dos Coreas, establecer un régimen de paz en la península coreana y facilitar la mejora de las relaciones entre el Norte y la comunidad internacional, eliminando así las amenazas a la seguridad de manera más fundamental.
Una solución más fundamental es desarraigar el problema nuclear de Corea del Norte. El problema nuclear de Corea del Norte se ha vuelto mucho más difícil de manejar que en el pasado con el avance del arsenal nuclear norcoreano. Se requiere un acercamiento por pasos e integral.
Mi Gobierno, en cooperación con la comunidad internacional, trabajará hacia una solución integral de los problemas actuales en la península coreana y el Nordeste de Asia, incluidos el desmantelamiento completo del programa nuclear de Corea del Norte y el establecimiento de un régimen de paz, aliviando la seguridad y la economía norcoreanas, y mejorando las relaciones entre Corea del Norte y los EE. UU. y entre Corea del Norte y Japón.
La resolución del problema nuclear de Corea del Norte y la mejora de las relaciones intercoreanas no son dos cuestiones separadas que requieran una elección o priorización. Ambas pueden ver el progreso simultáneamente completándose en un círculo virtuoso.
Podemos atraer proactivamente la cooperación de las naciones de los alrededores, incluidos los EE. UU. y China, en las conversaciones multilaterales, solo cuando se cree confianza entre las dos Coreas a través del diálogo y el intercambio.
Tenemos que recordar el hecho de que el Norte mantuvo una moratoria sobre el lanzamiento de prueba de los misiles y anunció un plan para suspender una prueba nuclear cuando las dos Coreas mantenían buenas relaciones. En ese momento, se promovió el diálogo entre el Norte y los Estados Unidos, así como entre el Norte y Japón, y la diplomacia multilateral en el Nordeste Asiático estuvo activa.
Esta es la razón por la que dejé claro, en cada oportunidad, que la República de Corea debe ser el país que tome el timón al abordar los asuntos relacionados con la península coreana.
Continuaremos con un ‘Acuerdo de Unificación Nacional’ basado en un consenso nacional y seguiremos estableciendo las condiciones para la implementación sustentable y consistente de la política sobre Corea del Norte.
Mantendremos todos los acuerdos intercoreanos y concluiremos un “Nuevo Acuerdo Básico Intercoreano” para asegurar el cumplimiento de los compromisos intercoreanos, independientemente del cambio en la Administración.
Concluiremos un tratado de paz de la península coreana que reúna a todas las naciones directamente interesadas, convierta las relaciones intercoreanas, actualmente hostiles, en relaciones de paz y cooperación, y construya una paz duradera.
A nivel nacional, mi Gobierno trabajará para promulgar los acuerdos intercoreanos. Dejaremos claro que todos los acuerdos entre el Sur y el Norte son bienes básicos de la península coreana que deben ser heredados, incluso cuando haya un cambio de Gobierno.
Construiremos una comunidad intercoreana ampliando los intercambios que beneficien tanto a los surcoreanos como a los norcoreanos en diversos sectores, incluido el sector económico.
Pondremos la más alta prioridad en aliviar el dolor de las familias separadas y resolver este problema antes que otros asuntos políticos.
Promoveremos y ampliaremos los intercambios a través de diversos niveles, incluidos aquellos entre las organizaciones cívicas y entre los organismos gubernamentales locales, para restablecer las relaciones intercoreanas y la homogeneidad nacional.
Nuestra meta es la unificación lograda de forma pacífica y democrática, acordada por todos los miembros de las dos Coreas.
Mi Gobierno perseguirá consistentemente proyectos de cooperación e intercambio no político, separándolos de la situación política y militar.
Los proyectos de intercambio y cooperación entre Corea del Sur y Corea del Norte son el proceso de curación de las heridas y la reconciliación entre todos los miembros de la península coreana y también los esfuerzos para construir la paz desde dentro.
Como parte directamente interesada, nos haremos cargo de la promoción de la reconciliación y la cooperación intercoreanas, así como del establecimiento de la paz y la prosperidad conjunta en la península coreana.
Nos esforzaremos para establecer un nuevo orden de paz y prosperidad con la comunidad internacional con una actitud abierta.
La división de la nación es el desafortunado legado de la época colonial que nos hizo imposible determinar nuestro destino por nuestra cuenta, en medio de las rivalidades de la guerra fría. Sin embargo, nuestro poder nacional ahora se ha mejorado en la medida en que podemos decidir nuestro destino por nuestra propia voluntad. Nosotros, con nuestra propia fuerza, tenemos que lograr la paz en la península coreana y superar la división.
Al mantener una fuerte postura de seguridad basada en la sólida alianza entre la República de Corea y los EE. UU. y la defensa nacional, detendremos la provocación de Corea del Norte y se establecerá la paz en la península coreana.
Iremos más allá de la práctica actual de salvaguardar la paz, para centrar nuestros recursos en el perfeccionamiento de la paz mediante la resolución pacífica del problema nuclear norcoreano y la paz permanente en la península..
Vamos a abrazar las diferencias entre las dos Coreas y no buscaremos el colapso de Corea del Norte, ni la unificación a través de la absorción o medios artificiales.
Heredaremos y fomentaremos los acuerdos existentes entre las dos Coreas sobre la base del respeto mutuo, promoveremos intercambios y cooperación de beneficio mutuo y, por lo tanto, realizaremos una comunidad coreana de coprosperidad.
La política se completará a través de una interacción cercana con el pueblo y sus opiniones, y no con el impulso unilateral del Gobierno.
Institucionalizaremos la participación e interacción con la Asamblea Nacional, organismos gubernamentales locales, organizaciones civiles y expertos, para llegar a un consenso nacional sobre los problemas de la unificación.
Cooperaremos estrechamente con la comunidad internacional para resolver la amenaza nuclear de Corea del Norte y establecer una paz duradera en la península.
Además, buscaremos la prosperidad junto con nuestros vecinos a través de la “Nueva Iniciativa del Mapa Económico” y obtendremos apoyo internacional para una unificación pacífica.