El Gobierno coreano ha expresado un fuerte pesar y protesta por la propuesta por parte de la Agencia de Asuntos Culturales de Japón el 28 de diciembre de 2021 de las minas en la isla Sado en la prefectura de Niigata como candidatas al Patrimonio Mundial de la Unesco. Seúl ha instado a Tokio a que primero implemente fielmente las medidas de seguimiento que prometió en 2015 para informar la historia completa detrás de sus atrocidades durante la guerra y honrar a las víctimas a cambio de incluir en la lista de la Unesco las instalaciones de la Revolución Industrial Meiji, incluida la isla de Hashima (o isla del Acorazado).

A pesar de las promesas, Japón abrió el Centro de Información del Patrimonio Industrial en Tokio, no en Hashima, y ​​distorsionó la historia al ocultar la historia de discriminación contra los coreanos, el trabajo forzado y las violaciones de los derechos humanos ocurridas en la isla.

En julio de 2021, los 21 países del Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco adoptaron una resolución en su 44º período de sesiones en la que expresaban "un fuerte pesar" por la gestión de Japón de su patrimonio mundial.