Por Lee Kyoung Mi y Elías Molina
Fotografías y video: Kim Sunjoo
Con la llegada del frío invierno, las pequeñas tiendas y grandes supermercados empiezan a vender cabezas de col y rábano. Esto da a entender que ha empezado la temporada de kimjang, el tiempo para preparar el kimchi.
Me pregunté si este año debería preparar kimchi por mí misma, por lo que me puse a buscar en internet y encontré que había tiendas que vendían kits que incluían la cabeza de col y los condimentos necesarios para prepararlas. Encontré que había kits que eran de 1 kg., pero también había otros de hasta 28 kg. Entre los diferentes condimentos a elegir, había más de 100 tipos diferentes, tanto de las regiones del centro como del sur del país. Al final, decidí comprar un paquete de 3-5 kg.
El paquete llegó recién un día después de haber hecho el pedido online. Muy emocionada abrí el empaque, y aunque todo venía sellado, ya podía sentir el olor de las especias picantes. Todo venía bien empacado para prevenir derrames. Además, las cabezas de col venían con una envoltura de hielo. Lo único que tuve que comprar por separado fueron guantes, y una palangana para preparar las cabezas de col con los condimentos. El manual decía que las coles debían dejarse en reposo de 3 a 4 horas para que se secaran, pero en mi caso, simplemente agitarlas un poco con las manos fue suficiente.
Para preparar el kimchi en la oficina, pedí la ayuda a mi compañero Elías Molina, de Costa Rica. Si bien yo como coreana he vivido toda mi vida en Corea, y Elías ya lleva más de una década aquí, para ambos fue la primera experiencia preparando kimchi. Cortamos las coles por la mitad, para que cada uno pudiera prepararlas por su parte. Untamos los condimentos en las hojas de las coles, mientras pensábamos que ojalá lo estuviéramos haciendo del modo correcto. La condimentación estaba hecha de polvo de chile, ajo, anchoas saladas, camarones y rábano. Luego de aplicar la salsa, las coles pasaron rápidamente de verde a rojo en un proceso que duró menos de 10 minutos.
Luego de aplicar la salsa, las coles pasaron rápidamente de verde a rojo en un proceso que duró menos de 10 minutos.
Después de que terminamos, sostuvimos el kimchi como un bebé recién nacido y lo pusimos cuidadosamente en recipiente de plástico. Era suficiente para que una persona lo comiera durante todo el invierno. Una caja de 1kg de kimchi de una cadena de supermercados de descuento suele costar entre 10.000 y 15.000 wones. Preparar 3,5 kg de kimchi nos costó 25.000 wones y además pudimos experimentar el kimjang, así matamos dos pájaros de un solo tiro.
"Fue más fácil de lo que esperaba y sabía mejor que el kimchi que se vende en las cadenas de supermercados", dijo Elías.
Se podría decir que la finalidad del kimjang es comer el kimchi recién hecho con lonchas de cerdo hervido. Cortamos rodajas de la carne que preparé desde temprano esa mañana y las colocamos con el kimchi que preparamos. Se veía tan bien como cualquier bossam (plato de cerdo cocinado) que se sirve en un restaurante. También me volví más segura sobre mi habilidad para kimjang y pensé en volver a hacerlo sola el próximo año.
El kimjang es tradicionalmente un evento anual importante en Corea. No obstante, el aumento en el número de personas viviendo solas y de hogares en los que ambos cónyuges trabajan, así como la propagación del COVID-19 han cambiado la cultura de hacer el kimchi en casa. | Korea.net DB