Una visitante mira a las pinturas Minhwa en el Centro Cultural Coreano en Argentina.
Por la reportera honoraria de Korea.net,
Alejandra Sarasqueta de
Argentina
11 de diciembre de 2019 | Alejandra Sarasqueta
El Minhwa es un tipo de pintura tradicional de Corea que se caracteriza por el llamativo uso del color y la representación de figuras simbólicas ligadas a los valores del pueblo coreano.
¿Qué tan diferente es el Minhwa comparado con el arte de Occidente? El arte, en todas sus formas y desde siempre, ha sido un reflejo de los valores y las personalidades de cada pueblo. Observando las características del Minhwa, esto se confirma. Lo primero que llama la atención a quien descubre la pintura popular coreana por primera vez es la ausencia de un autor, al menos en términos occidentales.
Si bien las obras tienen un nombre detrás, no se las concibe como piezas únicas de un artista, en las que el pintor tiene tanto o más peso que su obra, sino como partes inseparables de la cultura del pueblo. Lo colectivo por sobre lo individual, ya visto en otros ámbitos de la sociedad coreana, encuentra también su forma de expresarse en la pintura popular.
Otro rasgo que caracteriza al Minhwa es su carga simbólica. La naturaleza no está ahí para ser imitada en cada mínimo detalle y demostrar así la insuperable destreza del pintor, sino como fuente de sabiduría, protección y prosperidad. La flor de loto, el tigre, la urraca, los patos, el agua, las rocas, entre otros elementos, aparecen una y otra vez para representar los anhelos y valores del pueblo coreano: pureza, armonía, longevidad, el fluir de la vida.
La pintura Minhwa de Lee Changhee, expuesta en el Centro Cultural Coreano de Argentina.
Por este carácter simbólico es también que la pintura popular coreana acompaña la vida del pueblo en las celebraciones. El baeksubaekbokdo, por ejemplo, es un tipo de obra con numerosos símbolos que se regala en momentos especiales, como el año nuevo, para desear buena fortuna. Otras pinturas, como el tigre, se colocan en los hogares coreanos para alejar el mal y atraer lo bueno.
Al mismo tiempo, y como en Occidente, la pintura también muestra escenas inspiradas en sucesos reales que recuerdan al pueblo grandes hitos de la historia de Corea. La unidad, el color y la multiplicidad de elementos caracterizan esta pintura donde el detalle es protagonista.
Mirar de cerca es la clave. En un primer vistazo a cualquier obra del Minhwa lo primero que capta nuestra atención son los colores vibrantes. Rojos, amarillos, verdes y azules se roban el protagonismo. Luego, la gran cantidad de elementos invita a acercarse. Y es ahí, al mirar el detalle, que la obra se aprecia por completo. Los finos y minuciosos trazos que, incansables, dibujan plumas, hojas, telas y relieves.
kimhyelin211@korea.kr
* Este artículo fue escrito por una reportera honoraria de Korea.net. Nuestro grupo de reporteros honorarios son de todo el mundo y trabajan para compartir su afección y entusiasmo hacia Corea.