ElNeolttwigi (널뛰기) consiste en una tabla de madera larga y estrecha, la cual era colocada sobre una bolsa o manojo de paja. | Korea.net DB

Por la reportera honoraria de Korea.net, Paola Corpus, Irán Tavera y Laura López Velázquez de México
22 de marzo de 2021

¿Quién de pequeño no recuerda haber jugado en un balancín o subibaja, como se conoce en México? Curiosamente, esta divertida actividad también se disfrutaba en Corea hace cientos de años, pero de una manera un tanto diferente, ya que este juego para infantes estaba destinado a mujeres jóvenes y solteras de la dinastía Joseon. Este juego conocido en coreano como neolttwigi (널뛰기) consiste en una tabla de madera larga y estrecha, la cual era colocada sobre una bolsa o manojo de paja. Antes de saltar, dos personas tenían que subirse a los extremos para revisar que la tabla estuviera equilibrada, si alguna de ellas tenía un mayor peso debía ceder más espacio a la persona del otro extremo, a esta acción se le conoce como bapjunda (밥준다), que significa dar de comer.

A diferencia de como lo conocemos en occidente, en la versión coreana y tradicional del juego, no se sientan ni se sostienen con las manos, en cambio, era un poco más extremo porque tenían que colocarse de pie en los extremos de la tabla, se impulsaban y daban saltos alternadamente y, algunas veces incluían acrobacias, como levantar una o dos piernas lateralmente o extender las piernas hacia adelante, dependiendo de qué práctica se tenía en el juego. Incluso, algunas mujeres llegaban a saltar de 1,6 a 2 metros de altura; la ganadora era la que podía mantenerse dando saltos por más tiempo y la que perdía era la que no lograba mantener el equilibrio, así que se consideraba también como un juego de resistencia.

Mujeres yangban jugando neolttwigi para poder ver al exterior | Irán Tavera

No existen registros exactos de cuándo se inventó este juego, por lo que hay varias teorías sobre su origen. Una de ellas es respecto a las mujeres de la nobleza, yangban (양반), las cuales tenían prohibido salir al exterior y debían respetar los principios confucianos de obediencia, pureza, fidelidad y castidad. Ellas estaban obligadas a respetar y escuchar a sus maridos, padres, suegros e hijos primogénitos. Por este motivo, se cree que el juego de neolttwigi fue creado para que estas mujeres pudieran conocer un poco de la vida exterior que se vivía en la época de Joseon. Asimismo, este juego fue una forma de escapar de las restricciones impersonales y, a su vez, les ayudó a mejorar su salud por la actividad física que conllevaba, como el fortalecimiento de las piernas, la circulación sanguínea y el sentido del equilibrio y de la coordinación.

Entre las otras teorías más conocidas sobre el origen de esta curiosa práctica, está la que nos dice que aquellas mujeres que tenían a sus maridos reclusos en alguna cárcel, utilizaban el neolttwigi para impulsarse y poder verlos a la distancia. La siguiente teoría es sobre su uso dentro del chamanismo como un método para ahuyentar a los espíritus y las malas energías. Y por último, dicen que era una actividad obligatoria para aquellas mujeres prontas a casarse, ya que si no lo realizaban era probable que no pudieran tener hijos en el futuro. Sin embargo, todas las mencionadas deben considerarse como mitos que fueron transmitidos con la creación del juego del neolttwigi, ya que no existe una razón exacta.

Mujeres yangban jugando neolttwigi para poder ver al exterior | Irán Tavera

Ahora bien, en la actualidad, este juego se sigue practicando durante las celebraciones de Seollal, Chuseok y Daeboreumnal en representaciones y espectáculos al aire libre, en eventos escolares y en competencias que no permiten morir esta actividad tradicional. Es importante destacar que, con el paso del tiempo, el neolttwigi ha sido ligeramente modificado para volverlo una actividad un tanto más segura, pero sin perder su esencia y principal propósito: el entretener y regalar un rato de diversión a quienes lo practican u observan. ¿Te atreverías a jugar al neolttwigi?

eliasmolina@korea.kr

* Este artículo fue escrito por una reportera honoraria de Korea.net. Nuestro grupo de reporteros honorarios es de todo el mundo y trabaja para compartir su afección y entusiasmo hacia Corea.