El presidente Lee Jae Myung (segundo desde la izquierda) pronuncia un discurso especial a la nación para conmemorar el primer aniversario de la imposición de la efímera ley marcial, el 3 de diciembre de 2024 por el entonces presidente Yoon Suk Yeol, el 3 de diciembre, en la oficina presidencial en el distrito de Yongsan-gu, en Seúl.

Por Yoon Sojung

Fotografías: Agencia de Noticias Yonhap

El presidente Lee Jae Myung subrayó que la ciudadanía fue la verdadera protagonista a la hora de superar pacíficamente la crisis institucional derivada de la declaración de la efímera ley marcial hace un año. Durante un discurso en la oficina presidencial, el 3 de diciembre, el mandatario afirmó que la actuación cívica demostró la solidez de la democracia surcoreana ante la comunidad internacional.

Lee expresó un profundo agradecimiento a la población y anunció su intención de designar el 3 de diciembre como el “Día de la Soberanía Nacional”, con el fin de recordar la defensa del orden constitucional y renovar el compromiso con una democracia más fuerte.

El presidente insistió en que aún queda trabajo por hacer para esclarecer los hechos relacionados con "el intento de golpe de Estado" y depurar responsabilidades, reiterando su voluntad de culminar la llamada “revolución de la luz” y avanzar hacia un país donde la soberanía ciudadana sea plenamente efectiva.

Tras pronunciar tales palabras, Lee ofreció una rueda de prensa con varios medios de comunicación extranjeros, en la que calificó la democracia surcoreana como un sistema marcado por una fuerte participación directa. En este sentido, mencionó las protestas no violentas que derivaron en dos destituciones presidenciales en menos de una década, destacando que, a su juicio, constituyen un rasgo distintivo del país.

Al ser consultado por asuntos regionales, Lee recordó que cualquier guerra debe evitarse y manifestó su deseo de que el conflicto en Ucrania llegue pronto a su fin, por razones humanitarias. También señaló la importancia de mantener canales de diálogo en el Noreste Asiático, aunque reconoció las limitaciones actuales.

Sobre las relaciones intercoreanas, lamentó que se encuentren en un momento extremadamente complejo. En lo referente al papel de Estados Unidos, recordó que Washington es parte directa del acuerdo de armisticio y expresó la expectativa de que el presidente Donald Trump desempeñe un papel constructivo en favor de la paz.

Lee también se refirió a los debates sobre un eventual rearme nuclear o la adquisición de submarinos de propulsión nuclear por parte de Corea del Sur. Recalcó que estos asuntos no deben confundirse con la proliferación nuclear y que el desarrollo de submarinos de propulsión nuclear, al no implicar armas nucleares, no debería entrar en ese marco. Subrayó asimismo que la desnuclearización de la península sigue siendo un principio fundamental compartido entre las dos Coreas y aseguró que Seúl no pretende desviarse de ese compromiso.

En cuanto a la capacidad para desarrollar submarinos de propulsión nuclear, Lee comentó que la cuestión clave es la autonomía tecnológica. Añadió que, desde una perspectiva de costes, plazos y seguridad, sería preferible asumir directamente su construcción, y reiteró que Corea del Sur aspira a obtener autorización de Estados Unidos para el suministro del combustible necesario, actualmente sujeto a restricciones.

El presidente Lee Jae Myung señala a un periodista para darle la palabra en la rueda de prensa con medios extranjeros, celebrada el 3 de diciembre en el antiguo recinto presidencial Cheong Wa Dae.

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