Por Angie Hong

"El establecimiento de las relaciones diplomáticas entre Corea y Cuba es la respuesta a un anhelo esperado. Por fin, se han instaurado las relaciones consulares y la diplomacia de alto nivel, con las que los descendientes coreanos habíamos soñado durante tanto tiempo".

Estas fueron las emotivas palabras que expresó Martha Lim Kim, una descendiente coreana de la tercera generación de coreanos residentes en Cuba, quien además de desempeñarse como profesora de filosofía durante 33 años, ocupó el cargo de decana de la Facultad de Ciencias Sociales en la Universidad Pedagógica de Matanzas, y tomó la iniciativa de contribuir con la unificación de los descendientes coreanos.

Lim, que siempre se ha sentido orgullosa de sus raíces, publicó el libro "Coreanos en Cuba", para dar a conocer la importancia de la cultura coreana y la historia de la migración, que aprendió de su padre Im Cheon-taek, uno de los activistas independentistas más destacados en la historia de Corea, ya que trabajó como educador durante el período colonial japonés y fue partidario del Gobierno Provisional de la República de Corea. 

"Coreanos en Cuba" relata la historia de la migración coreana desde cuando un grupo de 300 coreanos pisaron el territorio en 1921, hasta que se originó la Revolución Cubana a principios de los años cincuenta.

Con respecto al ambiente que se vive en Cuba por el establecimiento de las relaciones bilaterales, Lim expresó que los locales han recibido la noticia de manera positiva, debido a que esperan que la economía cubana mejore a través de la cooperación con Corea.

A continuación, se presentan los acápites de la entrevista realizada el 21 de marzo:

Por favor explique los antecedentes históricos de la inmigración coreana en Cuba y de la Asociación Coreana.

Los coreanos que habían emigrado a México para realizar trabajos agrícolas llegaron el 25 de marzo de 1921 al puerto de Manatí, Las Tunas, en la zona oriental del territorio cubano, para trabajar en las plantaciones de caña de azúcar que poseía la Manatí Sugar Company, un monopolio azucarero estadounidense que operó en Cuba entre 1912 y 1959.

La isla representaba un nuevo intento de encontrar empleo, reunir recursos y regresar a su tierra natal. Pero, como era de esperarse, los inmigrantes coreanos pasaron por bastantes dificultades desde que se mudaron, ya que no tenían experiencia trabajando en una finca de caña de azúcar. Para empeorar las cosas, los precios internacionales del azúcar también cayeron, lo que provocó una caída significativa de sus salarios. Al final, no tuvieron más remedio que enfrentar la dura realidad de tener que trabajar en la finca de henequén, algo que incluso la clase baja de Cuba se resistía a hacer.

La diáspora coreana se inicia en Manatí y luego se dispersa hacia el occidente en Matanzas, Cárdenas y La Habana, conformando los tres asentamientos más numerosos de coreanos. 

Cuando los coreanos emigraron a Cuba, el cónsul japonés en Cuba les pidió que se registraran como japoneses. En protesta contra esto, los coreanos establecieron el 14 de junio de 1921 la primera Asociación Coreana de Cuba, en la finca "El Bolo" en Matanzas, donde comenzó a organizarse la más importante y trascendental comunidad de coreanos en Cuba.

La asociación se erigió como principal baluarte en la defensa de la identidad del grupo de inmigrantes. A raíz de eso, se creó la escuela para enseñar el idioma coreano, se organizó a los jóvenes para que estudiaran la historia y la cultura coreanas, y se agrupó a las mujeres para apoyar la lucha de la Patria contra el dominio japonés. Por ejemplo, después de escuchar las noticias del Movimiento del 1º de marzo de 1919 en Corea, se formó la Asociación Nacional Coreana en 1923, e incluso se fundó un movimiento independentista. Posteriormente, cada año se ha venido celebrando una fiesta para conmemorar ese día.

El grupo de inmigrantes reprodujo, hasta donde les fue posible, el modo de vida de su tierra de origen. Celebraban cumpleaños, bodas y festividades a la usanza coreana, preparaban y consumían los platos típicos de sus regiones. Todo impregnado de un fino orgullo y acendrado nacionalismo, que les llevaba a conmemorar las fechas patrias, a honrar la bandera y el himno y a exhibir trajes, danzas y mantener vivas sus tradiciones. Esta fue el principal factor por el cual se han podido transmitir las tradiciones coreanas de generación en generación.


- Después de la liberación se suscitaron varios acontecimientos históricos de gran relevancia, como el debilitamiento de la solidaridad de la comunidad coreana, el fraccionamiento de las relaciones entre Corea y Cuba, y el posterior rompimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos en 1961. Debido a esto, la identidad de los coreanos en Cuba también se debilitó. Inclusive, en la actualidad no hay ningún sobreviviente coreano de primera generación. ¿Teniendo en cuenta esto, cuántos descendientes coreanos residen actualmente en Cuba y cuál es su identidad?

En Cuba residen hoy 1.118 descendientes. Sin embargo, esta cifra fluctúa de acuerdo con los nacimientos, muertes y la creciente emigración. Para entender un poco como ha sido clasificada la comunidad, se debe aclarar que los coreanos que hacen parte de la primera generación son aquellos que nacieron en Corea y emigraron a México, y la segunda generación está compuesta por los hijos nacidos de padres coreanos que nacieron en territorio mexicano entre 1905 y 1921. Asimismo, los descendientes coreanos nacidos en Cuba pertenecen a los grupos de la tercera a la sexta generación, como yo, que por el hecho de haber nacido en el territorio cubano, hago parte de la tercera generación. De estos grupos, 33 son hijos de padre y madre coreanos, y el resto son mestizos, es decir, hijos de coreanos y cubanos.

Debido a los rápidos cambios que se presentaron en la sociedad cubana en la década de 1950, junto con el desmantelamiento de la asociación, las familias coreanas se dispersaron y las actividades comunitarias fueron restringidas, limitando su existencia como comunidad. Estos y otros factores debilitaron el sentido de identidad. Sin embargo, en 1995, con la creación de una nueva Asociación Coreana en Cuba, se produjo un despertar del sentimiento de identidad con sus raíces. La generación joven de hoy es claramente consciente de su propia identidad y está desarrollando un amor por la patria y sus antepasados. Muchos factores contribuyen al rescate de la identidad, en especial el intercambio entre jóvenes que propicia el Gobierno de la República de Corea.

- El 14 de febrero (hora local), Corea y Cuba acordaron establecer relaciones diplomáticas y consulares, mediante el intercambio de documentos diplomáticos entre las misiones permanentes de ambos países ante las Naciones Unidas. ¿Qué significado e importancia considera que tiene este suceso?

El establecimiento de las relaciones diplomáticas y consulares entre Cuba y Corea constituye un suceso de vital importancia para ambas naciones. Es la respuesta a un anhelo esperado durante 65 años. Ellas propiciarán los intercambios y la cooperación en diversas áreas, incluidas la cultura y la economía. Asimismo, facilitarán el estudio y el conocimiento de la rica y milenaria cultura coreana, y fortalecerán el orgullo de nuestras raíces y las relaciones de amistad entre los pueblos de los dos países.

- ¿Cuál ha sido la reacción de los locales respecto al establecimiento de relaciones diplomáticas?

La población cubana en general, ha recibido con alegría y esperanzas el establecimiento de las relaciones diplomáticas. Esto se debe a que se considera un paso importante hacia la mejora de la economía local. 

En Cuba, al igual que en otros países de Centro y Sudamérica, la ola coreana se ha extendido de manera constante desde la década de 2010. El interés por la cultura coreana, que comenzó con el K-pop, los dramas y las películas coreanas, se ha extendido ampliamente entre el público. Por supuesto, en el proceso de saber más sobre Corea, la demanda por aprender el idioma coreano ha aumentado de manera natural, a tal punto que los cubanos se identifican con todo lo que esté relacionado con la cultura coreana. Están muy emocionados porque piensan que a través del establecimiento de las relaciones entre ambos países, obtendrán más oportunidades educativas y laborales, que les ayudarán a cumplir sus sueños, como estudiar en una universidad coreana. Inclusive, hay bastantes personas que esperan con ansias la creación de un vuelo directo para poder viajar a Corea sin ningún problema.


- En el exterior, las embajadas y los Centros Culturales Coreanos (CCC) son los encargados de llevar a cabo eventos relacionados con la cultura coreana, sin embargo, en el caso de Cuba este acercamiento no fue posible porque no existían vínculos diplomáticos. ¿Cuáles son las expectativas que tiene de la instauración de la Embajada de Corea en Cuba? ¿Cree que pueda convertirse en un ‘la sede de la cultura coreana’?

Con el establecimiento de relaciones diplomáticas, se espera que la comunidad amante de Corea siente una base mucho más sólida que la que ya existía. Esperamos recibir apoyo paso a paso, para que podamos organizar eventos y reuniones culturales, a fin de seguir creciendo como comunidad.

- Por último, ¿qué expectativas tiene del accionar de los Gobiernos de Corea y Cuba como resultado del establecimiento de relaciones diplomáticas?

A pesar de que Corea y Cuba establecieron relaciones diplomáticas, aún hay muchos asuntos por resolver en varias áreas. Por ejemplo, para aumentar la demanda del turismo y los negocios, es necesario que los Gobiernos establezcan políticas eficaces para facilitar el tránsito de los coreanos al territorio cubano, y viceversa. Tal es el caso del Gobierno de EE. UU., que establece que ninguna persona que haya visitado Cuba en los 12 meses anteriores a la fecha de su solicitud de visa, será elegible para tramitar en línea el formulario del Sistema Electrónico para la Autorización de Viajes, conocido como ESTA. 

De igual forma, los Gobiernos deben proporcionar medidas de apoyo económico para ampliar el intercambio y la cooperación en áreas no políticas como la cultura, el intercambio humano y la cooperación para el desarrollo, con el objetivo de solidificar la identidad coreana. Para ello, se deben implementar políticas para facilitar la búsqueda de los padres biológicos y familiares que han sido separados a causa de la inmigración.

shong9412@korea.kr