Reporteros Honorarios

14.12.2022

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Por la reportera honoraria Dayviana Díaz de Cuba

Fotografías: Dayviana Díaz 


Martha Lim Kim, profesora universitaria jubilada y líder de la comunidad étnica coreana en Cuba, sostuvo el 26 de noviembre un conversatorio sobre costumbres y tradiciones coreanas con jóvenes del Club Cuba Ama Corea en el Centro Cultural Coreano y Escuela Coreana en La Habana. El propósito del evento fue compartir información sobre Corea con jóvenes amantes de la cultura coreana.

Kim compartió la historia de su familia y de los descendientes coreanos que viven en Cuba por medio de una sesión de preguntas y respuestas. A continuación, se esbozarán algunas de las preguntas más relevantes.

Martha Lim Kim, miembro de la tercera generación de cubanos coreanos, comparte sus experiencias con el Club Cuba Ama Corea.

Martha Lim Kim, miembro de la tercera generación de cubanos coreanos, comparte sus experiencias con el Club Cuba Ama Corea.


¿Cómo se dividió la comunidad coreana en Cuba desde un principio?

Lo primero que hicimos mi esposo y yo, fue hacer un censo de la población de descendientes coreanos en Cuba; para ello, se decidió utilizar como punto de referencia el lugar de origen de cada persona para su clasificación. En base a este criterio, se estableció que la primera generación serían los ancestros coreanos que nacieron en Corea y emigraron a México, llegando alrededor de 1.030 emigrantes al territorio en 1905.

La segunda generación estaba compuesta por los hijos nacidos de padres coreanos que nacieron en territorio mexicano entre 1905 y 1921. De estas generaciones provienen mis padres, con mi papá, Im Cheontaek, que nació en Corea y llegó a México con tres años, y mi madre, Gudelia Kim, que nació en México de padres coreanos. Ambos vivieron en una comunidad coreana cerrada desde los inicios de la migración y casi ni sabían hablar español hasta que llegaron a Cuba.

La tercera generación, a la que pertenecemos personas como yo, por el hecho de haber nacido en la época de 1938, somos los integrantes de la primera generación que surge en Cuba, después de la llegada de casi 300 coreanos el 21 de marzo de 1921. Es una transición de la primera y la segunda generación, que aún tenían padre y madre coreanos, con la característica de que mantuvieron un sentimiento por sus orígenes coreanos muy arraigados.

¿Cómo llegan los inmigrantes coreanos a Cuba?


Los coreanos llegaron a Cuba principalmente a través del puerto de Manatí en Las Tunas para escapar de la pobreza durante la Primera Guerra Mundial. Buscaban mejores condiciones de vida dada la próspera economía de Cuba debido a su industria azucarera, donde se decía que los trabajadores iban a los campos a trabajar en traje y no tomaban agua, sino cerveza. Mis padres estaban entre los que vinieron de México a Cuba a través de la empresa. Pero llegaron en el periodo de crisis de las “vacas flacas” y su destino jamás fue el esperado. 


Vinieron contratados por la Manatí Sugar Company, un monopolio azucarero estadounidense que operó en Cuba entre 1912 y 1959, y cuando llegaron solo dos de ellos pudieron conseguir trabajo en los campos de caña de azúcar en el central, esto se debió a que ellos solo sabían trabajar el henequén que fue lo que conocieron durante su tiempo en México.


Cuando se enteraron de que en Matanzas estaban poniendo una fábrica alemana de henequén, los inmigrantes coreanos se comienzan a dispersar por la isla. Es así como tres hermanos de la misma familia se dispersan por Manatí, la provincia de Holguín y Matanzas.



Martha Lim Kim, miembro de la tercera generación de cubanos coreanos, comenta como los inmigrantes coreanos llegaron a Cuba.

Martha Lim Kim, miembro de la tercera generación de cubanos coreanos, comenta cómo los inmigrantes coreanos llegaron a Cuba.



¿Cómo se desarrolló la comunidad coreana en la isla?


En Matanzas ocurre algo peculiar para la comunidad coreana y para la historia de Cuba, ya que este es el único lugar donde existió un asentamiento de una comunidad coreana en toda la isla. Esto se debe a que la fábrica barracones ubicada en la finca “El Bolo” fue el lugar destinado para que vivieran los coreanos. En este lugar aún hoy existe un monumento como recordatorio de la comunidad que llegó al país y se sobrepuso a las vicisitudes que sufrieron durante su trabajo en los campos del henequén.  


Actualmente en Matanzas existen 167 coreanos y en La Habana más de 300, pero donde siempre vivieron mayor cantidad de coreanos fue en Cárdenas, aunque de manera muy dispersa y no mantenían ese espíritu de vivir juntos como comunidad. Al día de hoy es en La Habana esta ciudad donde vive la comunidad coreana más grande en el país.


¿Qué tradiciones trajeron desde Corea?


La comunidad coreana era principalmente rural y de bajos ingresos. Los habitantes coreanos de Matanzas a menudo se reunían en la glorieta del pueblo, donde los mayores hablaban sobre Corea, se tocaba música con los instrumentos tradicionales, se jugaban los juegos tradicionales de mesa y muchos cubanos, vecinos de la localidad, se unían a las reuniones para conocer a Corea a través de esta comunidad.


Dentro de las festividades se realizaban dos grandes fiestas, la fiesta de Navidad y la de Año Nuevo Lunar, donde los coreanos de La Habana también se unían a los festejos, y aunque no se podían celebrar de manera suntuosa, ya que no eran fiestas oficiales para el país, jamás se pasaban por alto.


Otra costumbre de mi época era casar a los hijos entre coreanos de la misma comunidad para mantener la tradición de la familia. Ese fue el caso de mi papá que trató de casar a todos sus hijos con coreanas para mantener el apellido.


¿De qué manera se organizaron en Cuba?


Cuando los inmigrantes coreanos  llegaron a Matanzas en noviembre del 1921, crearon la Asociación Nacional Coreana, con el fin de cumplir con dos objetivos fundamentales. En primer lugar, fue una forma de crear una sublevación patriótica ante la declaración del cónsul japonés de que una vez llegados a Cuba eran súbditos japoneses, al estar Corea ocupada en este periodo por Japón, desde 1910 hasta 1945. En segundo lugar, el propósito fundamental de la asociación fue brindar ayuda mutua a los miembros de la comunidad que se encontraban en situación de desamparo, especialmente generar un apoyo financiero a quienes no pudieran pagar los funerales.


En mi época era muy importante garantizar la próxima vida, es por ello que mi padre siempre nos mantuvo en una vida austera tratando de ahorrar dinero para pagar un panteón familiar en Corea. 


¿Los descendientes más jóvenes tienen un sentido de comunidad coreana arraigado como su generación?


El sentido de la identidad coreana no es tan fuerte en la generación más joven, esto puede haber ocurrido porque los jóvenes descendientes de aquellas primeras generaciones no supimos inculcar ese sentimiento en las generaciones posteriores.


Por eso estamos tan agradecidos con grupos juveniles como el Club Cuba Ama Corea por su ayuda en la preservación de la identidad coreana en Cuba para que nuestras tradiciones no se pierdan y la cultura coreana trascienda en nuestra comunidad.




El evento concluye con la degustación de platos coreanos como jjajangmyeon y kimchi.

El evento concluye con la degustación de platos coreanos como jjajangmyeon y kimchi.


shong9412@korea.kr


* Este artículo fue escrito por una reportera honoraria de Korea.net. Nuestro grupo de reporteros honorarios es de todo el mundo y trabaja para compartir su afección y entusiasmo hacia Corea.