La ola coreana ha reventado la cultura pop global tras el éxito del K-Pop, del cine con la oscarizada Parásitos y las series como El Juego del Calamar. El diario El País ha publicado un extenso reportaje acerca del origen de esta explosión de cultura coreana y de cómo está conquistando el mundo.
El País se adentra en el éxito de la cultura coreana, como la reciente actuación de las divas del K-Pop Blackpink que Time las ha nombrado artistas del año y que completan el aforo allá donde van, como ha sido en el concierto de Barcelona.
Un dato muy significativo es el valor de las exportaciones culturales surcoreanas en 2020 que alcanzó los 11.920 millones de euros, casi seis veces más de lo que vende España.
El País entrevista en Madrid a algunas de las fans de bandas como Ateez ,llamadas Atinys y dan a conocer al público la devoción que sienten los fans por sus idols, celebrando incluso sus cumpleaños y compartiendo material de ellos. En Azca decenas de fans se juntan para practicar las coreografías que han aprendido en YouTube. Los fans se sienten totalmente seducidos por el K-Pop y además de asistir a eventos relacionados con la cultura coreana, participan en el Concurso de K-Pop organizado por el Centro Cultural Coreano en España, además de apuntarse a sus cursos de idioma coreano y mueven su pasión en redes y podcasts... Además del K-Pop la cosmética coreana ha revolucionado el mundo. Koss, tienda de cosmética coreana en España ha multiplicado en una década sus ventas al exterior por ocho y se ha convertido en la tercera exportadora mundial. Lideran el sector Amore Pacific, y algunas de sus marcas se venden en Sephora.
Parte del éxito de la ola coreana es la retroalimentación de sus sectores: cantantes y actores promocionan los cosméticos y cada vez más la moda coreana.
En el barrio de Hongdae en Seúl, Patricia Gosálves a cargo del reportaje descubre locales con fotomatones, el manhwa o cómic coreano, K-poppers bailando, entre otros.
Los K-Dramas que causan furor en el mundo tiene previstos grandes estrenos como en la sección de animación. Y aunque los videojuegos coreanos no consiguen tantas portadas como el K-Pop, los números son abrumadores, el sector exportó productos por valor de 8.200 millones de dólares en 2020, superando con creces la combinación de lo que vendieron en series, música y cine. La próxima frontera de la ola coreana es el metaverso. El Ministerio de Ciencia y Tecnología anunció este año un ambicioso new deal digital.
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