Por Kim Eun-young y Kim Hyelin
Fotos = Centro Sejong para las Artes Escénicas
Seúl | 9 de noviembre de 2018

Un cantante tradicional se acerca y susurra a cuatro bailarines de pie en el escenario. Los bailarines comienzan a gemir, sus cuerpos tiemblan. Cubiertos de sudor, agitan sus brazos en un triángulo y saltan repetidamente a un ritmo rápido. Moviéndose como si estuvieran poseídos, los bailarines gritan a la audiencia.

Los movimientos espeluznantes y desconocidos organizados por los bailarines durante una hora son una recreación de una escena encontrada en Corea. Los movimientos son tomados del ritual chamánico de Corea, gut (굿).

"Nativos" es una adaptación de danza moderna de un ritual chamanístico coreano en el que el mudang (무당), el chamán, hace una ofrenda cantando y bailando a la deidad para pedir la buena fortuna. La presentación se llevó a cabo el 2 y 3 de noviembre en el Centro Sejong para las Artes Escénicas en Seúl.

La pieza fue coproducida por la Compañía Nacional de Danza Contemporánea de Corea y el Teatro de Lieja de Bélgica, con coreografía de Ayelen Parolin, prominente coreógrafa de Argentina. Los instrumentos de percusión coreanos tradicionales como el janggu (장구), tambor doble en forma de reloj de arena, el jing (징), gran gong, junto con un piano, crean la música de fondo para el baile.

Parolin define la rutina diaria repetitiva como un tipo de ritual. "Para entender el presente, necesitamos rastrear el pasado, la tradición. Tomé prestado el gut como una forma de volver al pasado. El movimiento, la música y el lenguaje del gut contienen energía bruta. Coincide con mis intenciones de ir más allá de la normalidad", dijo la coreógrafa.

"Lo que busco es la empatía e interacción", agregó Parolin, al decir que el trabajo debería ser interpretado por la audiencia.

"Nativos" se estrenó por primera vez en Seúl en 2016 y se presentó en Francia, Bélgica e Italia. También fue galardonado con el "Premio de la Crítica 2017", el premio otorgado por la crítica belga.


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