Cultura

26.10.2020


Por Lee Kyoung Mi y Elías Molina

Fotografía y video: Lee Kyoung Mi

Seúl | 27 de octubre de 2020


¡Guau! ¡Guau!


Durante los días del 4 al 25 de octubre el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo (MMCA por sus siglas en inglés), ubicado en el distrito de Jongno-gu en Seúl, llevó a cabo una exposición un poco particular. Se trató de una exposición en la que las personas podían entrar a admirar diferentes obras en compañía de sus mascotas perrunas. La exposición se titulaba "Un museo para todos, un museo para perros". Esta fue la primera vez que el MMCA permite la entrada de perros a las instalaciones del museo, a excepción de los perros guía que acompañan a las personas no videntes, que siempre han tenido autorización para entrar.


Korea.net decidió visitar la exposición para corroborar cómo se desenvolvía el ambiente en medio de esta rara oportunidad, pues a pesar de que los perros se han convertido en parte importante de muchas familias coreanas, son pocos los lugares que permiten la entrada a los animales.


En el museo se exhibieron un total de 28 obras producidas tanto en Corea como en el extranjero, y entre las que había fotografías, videos y esculturas.


El pasado 20 de octubre visitamos para atestiguar cómo los perritos experimentaban el arte en compañía de sus amos. 

Entrada del Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Seúl.


Para prevenir los contagios de COVID-19, el MMCA había introducido un sistema de reservas previas, y reducido la capacidad de visitantes. La exposición para personas y perros no fue la excepción, y para poder ingresar también era necesario realizar una reserva de antemano.


Sólo se permitía el ingreso de 4 "equipos" (una persona, y su mascota) por sesión, y esto llevó a que todos los cupos disponibles se reservaran con gran antelación. A partir del 12 de octubre, cuando el gobierno decretó reducir el nivel de distanciamiento social al Nivel 1, se empezó a permitir la entrada de a un máximo de 6 "equipos" por sesión. Para ingresar a la exposición no era obligatorio ir acompañado de un can, ya que cualquier visitante regular también podía ingresar.


Indicaciones colocadas a la entrada de la exposición en el MMCA.


El ingreso de los animales estaba permitido en tres espacios diferentes: la plazoleta, la sala de exposiciones nº 7 y el patio exterior del museo. En los ascensores y diferentes partes del museo había colocada señalización para indicar qué se podía hacer y qué no, así como para informar sobre la ruta recomendada. Para evitar inconvenientes a los visitantes regulares, la entrada principal se dividía para permitir por un lado el paso de los visitantes regulares, y por otro el de los visitantes que habían venido acompañados por mascotas.


Entrada de la exposición que permitía el ingreso de las mascotas acompañadas por sus amos.


En la entrada de la exposición, a los dueños de los animales se les brindaba una pequeña explicación, y acto seguido se les entregaba una bolsa para que pudieran recoger las necesidades de sus acompañantes perrunos. Además, se les advertía de que si dentro de las salas de exposición los animales se peleaban unos con otros, el museo podía intervenir e interrumpir la visita. Las personas debían completar y firmar un documento en el que expresaban estar de acuerdo con las regulaciones para luego poder ingresar al museo.


La plazoleta era uno de los tres lugares en los que se permitía el ingreso de los canes


En la plazoleta del museo se había preparado un espacio con paja. Antes de visitar las exposiciones bajo techo, los animales podían aprovechar este lugar para hacer sus necesidades y dejar de lado el nerviosismo que podía producirles el estar en un lugar desconocido. A los animales se les permitía correr y jugar en este espacio, y sus dueños aprovechaban la ocasión para realizarles fotografías y videos.


En este lugar se podía observar una obra de Kim YongKwan titulada "Entiende, soy grande pero no peligroso" (fotografía inferior). Los animales que visitaban la obra aprovechaban para olerla, y recorrerla con sus pequeñas patitas.


Algunos animales explorando las obras en exposición en la Sala nº 7


La sala nº 7 estaba llena con pequeños trozos de madera, y tonalidades azules y amarillas. Los perros no son capaces de procesar los colores rojo y verde, y por eso se eligió decorar la sala con los colores que sí son capaces de distinguir. Cuando visitamos la sala, un pequeño Boston terrier llamado "Terry" estaba explorando la sala (fotografía superior). Mientras Terry se paseaba por el lugar, escarbaba con sus patitas los pequeños trozos de madera. Pak Heeyon, la dueña de Terry, intentó volver a colocar los trozos de madera en su lugar, pero uno de los empleados del museo le indicó que no era necesario: "puede dejarlo así" le dijo, a la vez que agregó "este lugar es para que los perros disfruten".


La señora Pak aseguró estar muy emocionada de poder visitar el museo en compañía de su can, puesto que esta fue la primera ocasión en la que se habilitó un espacio de este tipo para este fin. Por ello, cuenta que se apresuró para realizar las reservas, y a la vez, dijo que espera que en el futuro se habiliten más lugares para poder visitar en compañía de las mascotas.


Otra de las obras en exposición en la sala nº 7 era la denominada "Lobos vistos desde arriba" realizada por la artista Demelza Kooij


Otra de las obras en la sala era un video filmado desde las alturas por medio de un dron, en el que se veía a varios lobos. La mayoría de visitantes caninos mostraba un gran interés por la obra. Los perros podían subir sobre la obra, en la que además, los lobos estaban en un constante movimiento. Parece que para los perros observar el video era interesante. Pudimos observar a "Tobby", un pequeño french poodle blanco, intentar seguir los movimientos de los lobos.


Otra de las obras que también lograba captar la atención era la denominada "Togo y Balto - Escultura grupal de un héroe canino que logró salvar a la humanidad". Aparte de su carácter épico, llamaba mucho la atención que toda la obra estuviera hecha de alimento para perros.


La obra "El sueño de un perro" del grupo artístico Jogakscout estaba colocada en el patio exterior del Museo


Por último, en el patio exterior del museo también estaba instalada una obra para el disfrute de los canes. En este lugar se podía apreciar la obra "El sueño de un perro" elaborada por la organización artística Jogakscout. La obra estaba constituida por una serie de obstáculos instalados a manera de carrera de obstáculos, en donde los perros podían poner a prueba su agilidad. Los canes corrían y jugueteaban a sus anchas en este lugar. Esta parte del museo estaba abierta para todas las personas, incluyendo a aquellas que no pudieron obtener un cupo para visitar los otros espacios, por lo que pudimos observar a bastantes visitantes.


La exposición tuvo una muy buena acogida no sólo por parte de las personas que la visitaron en compañía de sus mascotas, sino también por los visitantes regulares. Angela Kim, una estadounidense que migró a Corea hace 15 años dijo: "Siempre había querido criar un perro en casa, pero por causa de mi marido y mis hijos no me ha sido posible. Por eso cuando escuché que iban a llevar a cabo una exposición a la que se podía entrar con estos animales, no dudé en visitarla". Aseguró que en su natal Estados Unidos nunca vio algo semejante, sino que por el contrario, abundan los lugares con rótulos de "Prohibida la entrada a animales". Agregó que espera que el futuro se abran más exposiciones como esta.


km137426@korea.kr