Cultura

19.12.2025

Un gran árbol de Navidad ilumina el 26 de diciembre la Biblioteca Starfield del centro comercial COEX, en el distrito de Gangnam, Seúl. | Lee Jeong Woo

Un gran árbol de Navidad ilumina el 26 de diciembre la Biblioteca Starfield del centro comercial COEX, en el distrito de Gangnam, Seúl. 



Por Aisylu Akhmetzianova

Fotografías: Lee Jeong Woo

En Seúl, la Navidad comienza en noviembre, incluso antes de que llegue el invierno. Aún con las decoraciones de Halloween sin retirar, las luces navideñas ya iluminan la ciudad y los villancicos resuenan por todas partes.

En Corea, la Navidad se ha convertido en un gran festival más que en una festividad religiosa: una ocasión cálida para compartir con parejas, familias y amigos, una emoción indescriptible en las calles y un ambiente que contagia el espíritu festivo.

Los primeros en prepararse son los grandes almacenes y comercios. Enormes árboles que cubren fachadas y espectáculos de luces cada vez más elaborados expresan el ánimo navideño de la ciudad.

A medida que cae la noche, las luces brillan como un gran escenario y la gente se detiene para fotografiar los paisajes de fin de año.

El ambiente navideño se percibe en todas partes: los productos temáticos en las estanterías, las tartas de fresa envueltas en lazos rojos y el famoso Stollen alemán adornando los escaparates de las panaderías. Las reservas se completan con un mes de antelación, prueba de la impaciencia con que la ciudad espera la Navidad.

Las visitantes observan el mercado de Gwanghwamun durante el Seoul Winter Festa, el 14 de diciembre, en la plaza Gwanghwamun en el distrito de Jongno-gu, en Seúl.

Las visitantes observan el mercado de Gwanghwamun durante el Seoul Winter Festa, el 14 de diciembre, en la plaza Gwanghwamun en el distrito de Jongno-gu, en Seúl.



Los festivales callejeros están en plena actividad. El mercado de Navidad en la plaza Gwanghwamun, abierto hasta el 4 de enero, y el Festival de Faroles de Seúl ofrecen innumerables decoraciones y espacios fotográficos, llenos hasta altas horas de la noche. La pista de hielo de la plaza de Seúl, que desprende romanticismo invernal, se llena de risas y el sonido de los patines cortando el hielo.

Otro tema recurrente a fin de año es la solidaridad. En toda la ciudad suenan campanas de caridad y aparecen colectas y campañas de donación.

El "termómetro del amor" en la plaza de Gwanghwamun refleja este espíritu mostrando el avance hacia el objetivo de recaudación. La Navidad va más allá de un simple festival y se convierte en un tiempo para compartir.

Unos niños depositan donaciones en un caldero del Ejército de Salvación de Corea, el 28 de noviembre, en el barrio de Myeong-dong, en el distrito de Jung-gu, en Seúl.

Unos niños depositan donaciones en un caldero del Ejército de Salvación de Corea, el 28 de noviembre, en el barrio de Myeong-dong, en el distrito de Jung-gu, en Seúl.



Una pregunta recorre la mente de muchos: ¿nevará en Navidad? Para numerosos coreanos, una “Navidad blanca” es romántica. Cuando nieva, las decoraciones brillan más y las calles parecen sacadas de una película. Aunque se repite cada año, esos momentos siempre son especiales.

Diciembre se llena de árboles de Navidad, dulces, esperanza y emoción. Se repiten cada año, pero el ambiente único de la temporada vuelve a hacer especial la ciudad.

aisylu@korea.kr