Fundada en 1998, esta aldea alberga cinco edificaciones hanok (estilo arquitectónico tradicional coreano), una sala de música llamada Namsan Gugakdang, un jardín tradicional y la plaza de la cápsula del tiempo.
Los visitantes pueden experimentar así elementos de la cultura tradicional coreana en medio del bullicio de la capital.
Una caminata por las faldas de la montaña Namsan ofrece espectaculares vistas del valle, los pabellones y la naturaleza.
No obstante, debido a la pandemia de COVID-19 algunas de las instalaciones están cerradas al público hasta nuevo aviso.