Cocina y viajes

08.08.2025

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Unos visitantes del Festival del Tomate de Hwacheon, celebrado el 2 de agosto, buscan el anillo dorado en una enorme piscina de tomates en Sachang-ri, una aldea del municipio de Sanae-myeon, condado de Hwacheon-gun, provincia de Gangwon-do.

Unos visitantes del Festival del Tomate de Hwacheon buscan el anillo dorado, el 2 de agosto, en una enorme piscina de tomates en Sachang-ri, una aldea del municipio de Sanae-myeon, condado de Hwacheon-gun, provincia de Gangwon-do.



Por Kim Seon Ah
Fotografías: Lee Jeong Woo


El condado de Hwacheon-gun, en la provincia de Gangwon-do, es famoso por sus truchas de montaña y sus tomates.

Del 1 al 3 de agosto, el condado celebró la 21ª edición del Festival del Tomate de Hwacheon. Entre los aproximadamente 120.000 asistentes, 1.800 fueron visitantes extranjeros, lo que subraya el creciente perfil internacional del evento.

Los tomates de Hwacheon son reconocidos por su rico sabor gracias al entorno limpio y el clima particular de la región. La gran altitud y la marcada diferencia de temperatura entre el día y la noche intensifican su dulzura y textura, siendo suficiente un solo bocado para conquistar a cualquiera.

Sin embargo, no todos los tomates producidos en la zona son aptos para la venta. Para evitar pérdidas económicas, el comité organizador del festival hace que el condado compre a los agricultores tales tomates. Esto ayuda a estimular la economía y el turismo locales, así como a promover los tomates de la región. Posteriormente, los tomates que serían descartados son utilizados en el evento.

El festival de este año incluyó unas 40 actividades, siendo la más popular la de “Buscar el anillo dorado”.

Unos turistas extranjeros posan para una foto, el 2 de agosto, durante el Festival anual del Tomate de Hwacheon.

Unos turistas extranjeros posan para una foto, el 2 de agosto, durante el Festival anual del Tomate de Hwacheon.



Una gigantesca piscina de tomates instalada en la Aldea Cultural de Sachang-ri estaba repleta de fruto rojo.

En cuanto el presentador gritó: “¡Busquen el anillo dorado!”, todos se lanzaron a la piscina. Había participantes de todas las edades, todos entusiasmados con la misión.

Los asistentes buscaron entre los tomates con los pies, las manos y los brazos. Algunos lo hicieron con tal seriedad que inspeccionaban cada pieza una por una. En cuanto alguien gritó: “¡Lo encontré!”, todas las miradas se dirigieron hacia esa persona.

Un anillo dorado brillaba entre los dedos del ganador. Las sonrisas y los rostros teñidos de rojo por el tomate reflejaban la alegría de todos.

Lee Hyeonseo, una visitante de Seúl, comentó: “Fue difícil encontrar el anillo dorado por la multitud, pero fue muy divertido. Al principio pensé que era un desperdicio de tomates, pero luego supe que se usan tomates que iban a ser desechados”.

Por su parte, Lee Eunbi, de Paju (provincia de Gyeonggi-do), dijo: “El festival fue una experiencia única y divertida, repleta de premios. Pienso volver otra vez”.

sofiakim218@korea.kr