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Ricardo Kim, el diseñador gráfico y artista argentino de ascendencia coreana.



Por la reportera honoraria de Korea.net, Camila Porto de Argentina
28 de octubre de 2019 | Ricardo Kim

"No hay duda de que el arte puede ser causa de unión entre las culturas", aseguró Ricardo Kim, el diseñador gráfico y artista argentino de ascendencia coreana. Tras participar de la muestra de arte COR/AR, expuesta en el Centro Cultural Coreano (CCC), el miembro de la Asociación de Artistas Coreanos en Argentina habló desde su posición bicultural, al sentirse parte de la cultura argentina y coreana, y catalogó al arte como "una expresión universal, por lo cual suele ser la punta de conexión de otras culturas."

Una identidad dual: Nacido en Argentina pero con Corea del Sur como patria sangre
"No es fácil pertenecer a una minoría pero con el tiempo fui aceptando mis dos mundos para crear el propio, con mi propia identidad bicultural", explicó Kim, señalando que si bien la cultura argentina y coreana son distintas, 'una no quita a la otra' y pueden convivir en un equilibrio. Sin embargo, el artista no deja de advertir que, al exponer una biculturalidad tan marcada. "A veces vemos y nos ven con ojos de una posición difícil de definir, de un no lugar. En Argentina, para la gran mayoría es, oriental, 'chino' pero para mi comunidad, soy coreano, y en Corea del Sur soy un extranjero”. A pesar de esto, Kim no siente su doble identidad como una falencia sino como una oportunidad de experimentar dos mundos y culturas de las cuales enriquecerse. "No quiero decir que no haya nunca choques pero la posibilidad de fluir y crecer con ambas es enriquecedor".

Artista en formación
"El arte siempre estuvo presente en mi hogar", contó al ser interrogado sobre su interés por la actividad artística. Hijo de una madre pintora pero que tuvo que dedicarse al comercio al llegar a Argentina, Kim creció en un contexto en donde el arte era considerado "una actividad de expresión personal, de liberación emocional, pasional y comunicativa y una actividad lúdica". Esta última característica, señaló, fue la que más lo atrajo y lo incentivo a convertirse en artista.


"El dibujar siempre me causa diversión. Era un momento donde podía jugar con la hoja, la capacidad de crear mundos, universos y momentos. Ver una obra terminada es como sentir ganar un nivel del Mario”, bromeó, aunque sin dejar de reflejar este paralelismo entre jugar y crear. A pesar de sus obras, no se reconoce a sí mismo como un artista, a raíz de su formación como diseñador gráfico, la cual hoy ejerce. "Quizás por el empuje de mis padres a una carrera más tradicional, con mayor estabilidad económica, mezclado con mi atracción por lo visual y artístico”, fue lo que lo llevó a elegir esta profesión. Aunque reconoce que el diseñador no tiene tantas libertades como el artista.

"Hace unos años comencé a realizar obras con la técnica digital, utilizando medios y programas digitales", señaló Kim."El trabajo digital me da una velocidad y economía que hoy en día todavía no tengo con otras herramientas", agregó. En cuanto a su inspiración a la hora de crear, aseguró que "Al comenzar, hay algo físico experimentado. Cualquier elemento visual, imaginario y sonoro puede ser origen. Desde un boceto que dibujé mientras escuchaba música y desde una obra, pintura, escena de serie o película". Sin embargo, advirtió que "muchas veces mis obras terminan siendo algo completamente diferente a su idea original de referencia."


Como otro paso en el camino hacia la creación, se libera del origen de referencia y lo cargo con mi propia identidad. De hecho, en este momento es en donde "suele incorporarse mi estado emocional, que suele verse reflejado en la paleta de colores elegida y pares de contrastes". Así, sus obras suelen expresar sentimientos por medio de los colores y las figuras.


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“Nacer, pararse, bailar y morir” de Ricardo Kim.



“Nacer, pararse, bailar y morir”
Un ejemplo del resultado de su proceso de creación es la serie de cuadros digitales expuestos en el Centro Cultural Coreano durante la muestra COR/AR, "Nacer, pararse, bailar y morir". El cuadro que representa a 'Bailar' fue el primero que creó y representa a una pareja bailando. "Siempre pensé en el baile como una actividad liberadora y amorosa", y a partir de ella es que se inspiró con "la historia de Aristófanes sobre el amor en el Banquete de Platón, la historia de los seres partidos en dos buscándose durante la vida". Así fue como creó este sistema de varias obras que cuenta el proceso de la vida: donde uno nace, ama y muere.


En cuanto a los colores, inició con el azul y rojo para los círculos en representación del equilibrio confucionano. Además, "en cada cuadro predomina el color amarillo en referencia al sol y nacimiento; el pararse, crecer siempre tan dificultoso, con el tono más oscuro; el amor con el fondo más claro y puro; y el ocaso azul, el paraíso". Asimismo, "la forma de dos partes comienza encogida, crece, se desarrolla, ama-baila y se reduce para morir".

brightsong@korea.kr

* Este artículo fue escrito por una reportera honoraria de Korea.net. Nuestro grupo de reporteros honorarios son de todo el mundo y trabajan para compartir su afección y entusiasmo hacia Corea.