Reporteros Honorarios

14.08.2020

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Por la reportera honoraria de Korea.net, Araceli González de Argentina

6 de agosto de 2020


Se acerca un nuevo aniversario del día de la Independencia de Corea del Sur, que será el próximo 15 de agosto. Este año marcará el 75º aniversario para la conmemoración de esta fecha histórica de suma importancia para el país.


Podríamos hablar de muchos tópicos vinculados a este suceso, principalmente porque antes de que se declarara la independencia, Corea estuvo bajo la dominación japonesa durante treinta y cinco años (de 1910 a 1945). Sin embargo, en este artículo en particular me gustaría hablar de cómo luego de las dificultades que tuvieron que soportar como país, hoy se erigen como una cultura en expansión global.

La occidentalización forzada y el intento de borrar su identidad nacional

En su carrera expansionista con aires imperialistas, Japón anexó por la fuerza a Corea como parte del Imperio japonés con el Tratado Japón-Corea en el año 1910.


A partir de este momento, la península coreana comenzó a sufrir ataques a su identidad nacional en múltiples formas, en un intento por parte de los japoneses de borrar toda identidad propia de sus habitantes.


Durante el periodo de la colonización japonesa de Corea, se obligó a los estudiantes coreanos a utilizar vestimenta occidental, a la vez que se prohibió el uso y enseñanza del idioma coreano | E-Museum


¿A qué me refiero cuando menciono ataques contra la identidad nacional coreana? 


Establecieron leyes que les prohibían usar sus prendas tradicionales, conocidas como Hanbok, tal como lo venían haciendo durante el período Joseon. A partir de ese momento fueron obligados a comenzar a utilizar ropa occidentalizada y fue de este modo como Corea conoció las prendas modernas para dejar atrás sus propias costumbres vinculadas a la vestimenta, y así como las prendas cambiaron, los zapatos también lo hicieron.


Por otro lado, a los hombres se les obligó a cortarse el cabello y esto fue un gran cambio ya que, en los períodos anteriores el uso de una melena y posteriormente (con el paso a la adultez), el peinado recogido debajo de los sombreros, era un símbolo indicativo de una clase social más elevada de aquellos sirvientes que utilizaban el cabello corto y prendas de menor calidad.


En el plano de la educación, se prohibió el aprendizaje del idioma coreano y se obligó al uso y enseñanza del idioma japonés en las escuelas.


Los nombres de los coreanos debieron ser reemplazados también por nombres japoneses, obligándolos a dejar de lado su identidad como persona, más allá del claro intento por tratar de alejarlos de su identidad como coreanos.


El efecto de estar forzados a adquirir nuevas costumbres e idioma, y tomar nuevos apellidos obligó a los habitantes coreanos a entrar en un rápido proceso de occidentalización, también forzosa, para cumplir con las exigencias que las tropas japonesas mantenían en todo el territorio.


Aunque sea difícil de creer, fue en este período cuando comenzaron a originarse los primeros manwhas coreanos como forma de protesta al régimen japonés en el cual vivían, donde las fuerzas japonesas controlaban incluso los medios de comunicación. En los periódicos sólo podían exaltarse los grandes cambios “favorables” que ese país estaba llevando adelante en Corea, sin embargo, muchos valientes surcoreanos letrados, de forma anónima, pudieron aprovechar la sección de historietas para hacer críticas al modo en que todo se estaba desarrollando.


Fueron años de soportar aquellos tratos exigentes de invasores que vinieron a modificar por completo su estilo de vida y no sólo ello, sino que con la participación de Japón en la Segunda Guerra Mundial, muchos hombres coreanos se vieron obligados a luchar bajo su bandera y morir por una causa que no era la suya, y las mujeres fueron llevadas engañadas a campos de trabajo forzado, en muchos casos donde las explotaron también como esclavas sexuales para satisfacción de las tropas japonesas.

Con la rendición del país nipón en esa guerra, Corea logró la tan ansiada independencia y poco a poco los coreanos comenzaron a recuperar lo perdido durante años. No obstante, en muchos casos el daño perduró para siempre, siendo imposible de ser borrado, como una clara cicatriz del terrible pasado vivido.

Consolidación de su cultura y expansión global


Captura de pantalla de Netflix donde se muestra el apartado de programas coreanos | Netlix


Sería una mentira decir que luego de haber logrado su independencia las cosas fueran más sencillas para Corea, ya que debió atravesar diversos obstáculos. En primer lugar la Guerra civil que dividió a la península en dos, tal como la conocemos hoy.


Años de pobreza, hambrunas y gobiernos dictatoriales también transcurrieron posterior a la independencia, pero todos estos sucesos forjaron en la sociedad lazos hermanados, formando a todos en una sola y gran familia que supo hacer frente y hacerse oír en las protestas y luchas que llevaron adelante en la búsqueda para hacer valer sus derechos.


Hoy, después de todos esos años tan dificultosos y en los que intentaron borrarles su identidad por completo, hablamos de una Corea del Sur que está exportando su cultura, tradiciones y costumbres a nivel internacional gracias a industrias con gran éxito en este gran mercado global.
A través del cine, el K-pop, la gastronomía, su literatura, bailes tradicionales y el estudio del idioma coreano, entre muchas otras cosas, se está logrando la consolidación de su cultura a un nivel enorme y sin precedentes. Este fenómeno está llamando la atención por el éxito que tiene el país en lograrlo a través de la penetración blanda que ejercen estos aspectos tan conocidos, a tal punto que provocan una en sus fanáticos una implicación mucho más profunda puesto que se interesan en poder comprender a fondo todo lo que sea posible sobre este país.

Nada de esto sería posible sin el apoyo que los diversos gobiernos que le dieron a estas áreas culturales como ayuda necesaria para que tomaran el impulso de lograr el cometido de traspasar las fronteras de su propio territorio y continente.

Este efecto ha logrado mantener vivas sus tradiciones y su lengua, y hace posible que se puedan compartir hoy en día. A su vez, todos los interesados en aprender de ellas, las siguen compartiendo con otros, impidiendo que pueda volver a ser un país capaz de sufrir un ataque a su identidad nuevamente. Esto debido a que ahora existen alrededor del mundo millones de personas que comparten sus conocimientos sobre Corea por medio de una enorme red y con la ayuda de Internet y la facilidad de acceso para descubrir y aprender cada vez más.

Es impresionante todo lo que este hermoso país ha logrado luego de años de ser castigado y atacado, pero ha sido siempre la fuerza de su pueblo lo que les ha permitido crecer al punto de llegar a ser la Corea tan fuerte culturalmente que conocemos hoy en día.

eliasmolina@korea.kr

*Este artículo fue escrito por una reportera honoraria de Korea.net. Nuestro grupo de reporteros honorarios es de todo el mundo y trabaja para compartir su afección y entusiasmo hacia Corea.