Por la reportera honoraria de Korea.net, Araceli González de Argentina
03 de septiembre de 2020 l Korea.net DB
Personal médico en Corea del Sur.
Desde el inicio de la pandemia de COVID-19, nuestras vidas han cambiado por completo: nuestras rutinas diarias se ven hoy, más que nunca, mediadas por la digitalización y las redes sociales. Ahora ya no vamos a la escuela, la universidad o el trabajo, sino que ellos vienen a nosotros. Ahora lo hacemos todo desde casa.
El distanciamiento social y la cuarentena son prácticas que se llevan adelante en todo el mundo. Los encuentros y reuniones con familiares y amigos se vieron postergados por tiempo indefinido para preservar la salud propia y la de nuestros seres queridos.
Con más tiempo en nuestras casas, muchos hemos podido desarrollar nuevas habilidades culinarias, artísticas o simplemente, pudimos pasar más tiempo viendo esa serie o leyendo el libro que nos había quedado pendiente hace tiempo y que no habíamos podido terminar debido a nuestras actividades.
Pero en esta situación, también comenzamos a padecer más estrés del habitual por esto mismo: todo el día estamos en casa por lo que ahora es nuestro lugar de trabajo, de estudio, de interacción social con otros, de descanso y de nuestra propia vida privada.
Es un tiempo difícil para todos, pero es necesario permanecer en casa para evitar la propagación del virus aún más. Si no hay otra opción y debemos salir para algunas actividades, debemos practicar el distanciamiento social, utilizar el cubrebocas e higienizar nuestras manos con agua y jabón o alcohol en gel siempre que podamos.
Pero si para nosotros es difícil ¿te has puesto a pensar en el duro momento que viven todos aquellos que están cuidando nuestra salud? Con el aumento de casos en muchos países del mundo, el personal médico es el más afectado por esto.
La sobrecarga de trabajo para el personal de salud de todo el mundo ha incrementado a raíz de la pandemia así como los casos de personal médico que enferma en su lucha contra el virus.
Estas personas, al igual que nosotros tienen a sus familias y deben cuidarlos y cuidarse pero aún así, deben salir cada día de casa para prestar sus servicios y resguardar la salud de las personas que se han enfermado. Cada día arriesgan su vida al estar en contacto con casos positivos y además sufren por la falta de insumos, de camas, de lugar en el hospital para todos los pacientes, de calor, frío, sobrecarga de horario.
En muchos lugares los sistemas de salud se han visto colapsados por los casos que requieren mayor atención para una recuperación y esto también implica más horas de trabajo para todo el personal médico, mayor estrés, menos horas de sueño, mayor probabilidad de contraer la enfermedad y si esto último ocurre, significaría además la disminución de personal para tratar a los enfermos.
Enfermeros, médicos, terapistas, todos ellos están dando todo de sí, en muchos casos incluso la vida con el objetivo de brindar atención y ver a los pacientes recuperados. La mayoría de ellos ni siquiera lo hace por el dinero, ya que el salario es bajo, pero lo hacen por amor a su profesión y para poder ayudar a la sociedad a superar esto, sin embargo con la escalada de casos entre este personal, la ayuda se agota y si a esto le sumamos la saturación de los sistemas de salud, genera mucho miedo: miedo por no saber qué sucederá si de pronto no se puede brindar atención por verse infectados.
Es difícil para todos, sí, pero por un momento detengámonos a pensar en ellos, nuestros héroes en tiempos tan difíciles como estos y hagamos todo lo posible para colaborar para que su labor sea un poco más sencilla.
Todos queremos volver pronto a la normalidad: compartir tiempo con otros, ir al trabajo, a encontrarnos con compañeros en nuestros lugares de estudio, visitar a nuestras familias, por supuesto que sí. Pero ya habrá momento para ello y por lo pronto, dediquémonos a ser un puente de ayuda con esos médicos, enfermeros, y personal de salud que están luchando contra la enfermedad en primera línea y salvando vidas.
Puede que no parezca mucho, pero con simples acciones como las que señalé anteriormente podemos ayudarlos a sobrellevar mejor esta situación.
Si hay escasez de insumos o de camas, con dinero se puede conseguir, pero si perdemos al recurso humano vital para hacer frente a esta pandemia, eso tan importante que no estamos viendo, a ellos no lo vamos a recuperar con dinero.
Para todos esos héroes anónimos alrededor del mundo, gracias. Muchas gracias por día a día dar todo de ustedes y no rendirse incluso en dificultades tan adversas como las que se viven.
Entre todos seamos responsables y sigamos luchando contra el COVID-19. Mantengámonos saludables y que lo único que contagiemos sea la esperanza de juntos, sin importar dónde estemos, podamos superar esta pandemia.
eliasmolina@korea.kr
*Este artículo fue escrito por una reportera honoraria de Korea.net. Nuestro grupo de reporteros honorarios es de todo el mundo y trabaja para compartir su afección y entusiasmo hacia Corea.