Reporteros Honorarios

09.11.2020

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Por la reportera honoraria de Korea.net, Rebeca Sequeiros de Bolivia

21 de septiembre del 2020


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Ilustración inspirada en las imprentas coreanas de la antigüedad l Rebeca Sequeiros


La mayoría de las personas piensan que Johannes Gutenberg fue quien imprimió el primer libro usando la técnica de tipos metálicos móviles, la llamada “Biblia de 42 líneas”, terminada de imprimir en 1453. A esta publicación se le puede atribuir un alto grado de perfeccionamiento y popularización de la tecnología en Europa, estableciendo una auténtica revolución cultural. Pero resulta que el primer libro impreso con tipos móviles metálicos fue antes del nacimiento del propio Gutenberg, casi al otro lado del mundo.


El libro llamado Baegun Hwasang Chorok Buljo Jikji Simche Yojeol (que significa Antología de las Enseñanzas Zen de los Grandes Sacerdotes Budistas), mejor conocido como Jikji, es el libro más antiguo que se conoce (todavía en existencia) impreso con tipos móviles de metal.

Hoy sabemos que el Jikji se imprimió en el Templo Heungdeok en 1377 en la ciudad coreana de Cheongju, fue escrito por el monje budista Baegun, y recopila las enseñanzas de Buda y monjes venerables. Fue impreso por Daljam y Seokchan, monjes que habían aprendido ese arte en otro templo. Este libro fue publicado en dos volúmenes y en la actualidad solo se conservan las ultimas 38 páginas del segundo de ellos en la Biblioteca Nacional de Francia (la obra también está en formato digital para que los interesados la puedan ver).


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Jikji de 1377, ubicado en la Biblioteca Nacional de París l e-museum)


Si bien China tiene el texto impreso en tipos móviles más antiguo que se conoce, no necesariamente estaban imprimiendo libros. Fue en Corea en donde la técnica fue perfeccionada alrededor del año 1230 para realizar los primeros libros impresos, y aunque los libros más antiguos no sobrevivieron el paso del tiempo, el Jikji es importante porque es en realidad el primer ejemplo tangible de libro impreso que existe.


Corea fue el epicentro del desarrollo de esta tecnología, creando por orden de los reyes de la dinastía Goryeo una colección de libros budistas usando tipos móviles de madera y metal, componiendo planchas para su impresión. El mismo método que usaría más tarde Gutenberg para su Biblia. ¿Podría Gutenberg haber escuchado de boca de algún mercader cómo funcionaba esta tecnología?


Lo cierto es que no hay más ejemplos más antiguos hoy en día de libros impresos de esta manera. Solo queda el Jikji como muestra de que la tecnología no solo existía antes de Gutenberg, sino que además estaba establecida en gran parte del mundo.


Lamentablemente el Jikji no tuvo la misma difusión que Gutenberg podría atribuirse en la distribución de su trabajo; en parte por el hecho de que Corea en esa época estaba invadida por el Imperio Mongol, incluso podría ser por el idioma coreano que no era familiar para otras culturas. Afortunadamente, hoy en día se sabe cada vez más sobre el colectivo que ayudó a impulsar la tecnología de la imprenta. Esto, por supuesto, incluye a Gutenberg, pero también a los grabadores chinos y coreanos responsables de los tipos móviles. Y aún más resaltando su importancia, el Jikji fue inscrito en el registro de la UNESCO en 2001 como parte del Programa Memoria del Mundo, cuyo objetivo es salvaguardar el patrimonio de la humanidad.


Asimismo, el Museo del Jikji se inauguró el 17 de marzo de 1992 en el recinto del templo Heungdeoksa, donde fue impreso el “Jikji”. Es un establecimiento que trabaja arduamente para dar a conocer la excelencia del pueblo coreano, quien creó y desarrolló la primera imprenta de tipos móviles de metal conocida en el mundo. Se aboca a esta causa por medio de la celebración de talleres internacionales, la demostración de la técnica de fundición oriental, la realización de investigaciones y la cooperación con otros museos afines, para transmitir el espíritu y los valores de los antepasados a las nuevas generaciones, así como enseñar la historia del desarrollo de la imprenta en el país.


Esta importante hazaña de la cultura y la tecnología coreanas nos demuestra que estamos ante un pueblo de exquisita historia, cuyas raíces exponen los procesos del desarrollo. Un país que conoce y se enorgullece de la cultura y de los logros de sus antepasados, capaz de impulsar procesos cada vez más exigentes y ambiciosos, arraigados a sus fuertes vínculos con la historia y la cultura del país.


eliasmolina@korea.kr


*Este artículo fue escrito por una reportera honoraria de Korea.net. Nuestro grupo de reporteros honorarios es de todo el mundo y trabaja para compartir su afección y entusiasmo hacia Corea.