Por la reportera honoraria de Korea.net, Mónica A. Benavides Arellano de México
24 de diciembre de 2020
Cada país tiene cierto folclore, ciertas leyendas dentro de su cultura o tal vez una mitología de creaturas mágicas. En el folclore coreano destaca la figura del dokkaebi (도깨비), la cual últimamente se ha hecho popular a nivel internacional por su incorporación en el entretenimiento coreano. Por ejemplo, la serie coreana Goblin, también conocida como El guardián: El dios solitario y grande, es un buen ejemplo que tiene al dokkaebi coreano como protagonista. Es un drama que refleja los hábitos del dokkaebi tradicional en el contexto de que es guapo, es rico y tiene todo tipo de belleza, le gusta apostar y es juguetón. Esta popularidad ha crecido sin recalcar explícitamente el origen y la importancia que tiene para los coreanos.
Si se busca una traducción de la palabra dokkaebi, se encuentran distintas interpretaciones como duende, demonio, monstruo, entre otros. Se puede decir que esta figura cultural es un ser espiritual con poderes sobrenaturales que mantiene un equilibrio restaurador. Según lo explica la Enciclopedia del Folclore y la Cultura Tradicional de Corea, la apariencia del dokkaebi varía según los diferentes períodos. La versión más común es que tienen cuernos, ojos saltones, boca grande, dientes largos y afilados, cuerpo velludo y garras largas. La misma palabra dokkaebi es un compuesto, el cual denota el significado de un dios masculino capaz de crear grandes riquezas.
Como uno de los protagonistas del folclore coreano, cabe mencionar que hay muchas leyendas sobre el dokkaebi. Una de las más famosas es la que cuenta sobre un anciano listo que consiguió lo que deseaba aprovechándose del dokkaebi. Según esta leyenda, el anciano que vivía solo en una montaña recibió la visita de un dokkaebi y así se hizo amigo de él. Un día, cuando caminaba cerca del río descubrió vio su reflejo y se quedó horrorizando por él: se estaba convirtiendo en un dokkaebi. Como no quería que sucedira, hizo un plan para evitarlo. Una vez le preguntó: “¿Qué es lo que más temes?” y el dokkaebi respondió “Le temo a la sangre. Y tú, ¿de qué tienes miedo?” El anciano le dijo “Le tengo miedo al dinero y es por eso que vivo solo en la montaña”. Al día siguiente, el anciano mató una vaca y rodeó su casa con la sangre. El dokkaebi, horrorizado ante ese escenario, le gritó que volvería con su mayor miedo. Poco después volvió con bolsas de dinero y nunca regresó. Al final, el anciano listo se convirtió en la persona más rica del pueblo.
En la cultura coreana, sobre todo, es normal que se les cuente especialmente a los niños acerca de esta figura para que se sientan observados y prefieran hacer el bien en la sociedad. Se tiene la creencia de que estas criaturas son juguetonas y tienden a jugar con la vida de las personas. Persisten en presentarse ante los mortales y establecer lazos con ellos. No son farsantes ni impostores, pero pueden afectar la vida de las personas según su comportamiento, para bien o para mal y disfrutan hacer felices a los humanos al recompensarlos cuando sus acciones lo ameritan.
Para comprender la importancia cultural dentro del contexto histórico, es necesario conocer y recalcar la importancia del confucianismo dentro del comportamiento social coreano. El confucianismo es un sistema filosófico basado en las enseñanzas de Confucio y se podría reconocer como una razón de la gran importancia del dokkaebi. Esto porque es que el confucianismo advoca el buen comportamiento en beneficio de otras personas o de la sociedad.
El hecho de que actualmente el dokkaebi siga siendo una figura cultural icónica, es muestra de que las personas continúan dando importancia a la vida y respeto en la comunidad, manteniendo las tradiciones confucianas. También, a través del tiempo, el significado de dokkaebi ha ido cambiando, y esto explica cómo se ha ido adaptando a las nuevas generaciones, aunque persevera la esencia confuciana donde se le da menos importancia al individuo y se concentra en la comunidad como una característica del pueblo coreano.
eliasmolina@korea.kr
* Este artículo fue escrito por una reportera honoraria de Korea.net. Nuestro grupo de reporteros honorarios es de todo el mundo y trabaja para compartir su afección y entusiasmo hacia Corea.