Por la reportera honoraria de Korea.net, Paola Corpus de México
8 de diciembre de 2020
Para llevar a cabo la ceremonia del primer año del bebé, los padres presentan una mesa en la que colocan diversas comidas y objetos tradicionales. También hay una silla tradicional en la que el bebé es sentado y un fondo con la pintura de un escenario tradicional coreano. | Wikimedia Commons
El primer año de vida de los bebés coreanos no es una fecha que pase desapercibida para las familias. A decir verdad, es considerada como la celebración de cumpleaños más importante en la vida de las personas debido a sus implicaciones tanto culturales como históricas. A este gran día, donde los niños son vestidos con ropa tradicional de Corea, mejor conocida como hanbok, y donde se realizan diversas actividades en compañía de los familiares más cercanos, se le llama doljanchi (돌잔치).
El término doljanchi significa que han pasado exactamente 365 días desde el nacimiento de un bebé. Como en la antigua Corea, cuando no existían avances médicos ni muchos menos se conocían algunas enfermedades o las temperaturas eran demasiado extremas para sobrellevar, muchos recién nacidos fallecían sin siquiera haber cumplido el primer año de vida. Por lo tanto, cuando un bebé alcanzaba los 365 días, se convertía en un momento de felicidad y celebración, y la razón por la cual hoy en día el festejar el primer año de un bebé sigue siendo un motivo de regocijo.
Para llevar a cabo la ceremonia del primer año del bebé, los padres presentan una mesa en la que colocan diversas comidas y objetos tradicionales entre los que el bebé deberá elegir después. También hay una silla tradicional en la que el bebé es sentado y un fondo con la pintura de un escenario tradicional coreano. Cada uno de estos elementos en la ofrenda tienen su significado especial, sin embargo, todos presentan un mismo propósito: desear por un futuro próspero para el niño y por su salud eterna.
Elementos del doljanchi
En la ofrenda se colocan comidas como arroz o fideos blancos, que representan la longevidad, y por otro lado, se pueden observar los famosos pasteles de arroz conocidos como tteok que simbolizan la espera para que el bebé disfrute su vida al máximo. | Wikimedia Commons
En la ofrenda se colocan comidas como arroz o fideos blancos, que representan la longevidad, y por otro lado, se pueden observar los famosos pasteles de arroz conocidos como tteok que simbolizan la espera para que el bebé disfrute su vida al máximo. Asimismo, encontramos diversas frutas de temporada, pero que en su mayoría son grandes de tamaño, como la sandía, la piña, y la pera coreana, entre otras más pequeñas, que van desde manzanas y naranjas, hasta uvas, fresas, entre otros. Estas frutas significan desear que el bebé, aún siendo un adulto, siempre sueñe en grande. En algunas ofrendas se puede observar la miyeokguk, la sopa tradicional de algas, que sirve para alejar la mala suerte y junto a esta encontramos los colores rojo y azul, que permiten adornar la mesa o algunas comidas, que también son representativos de Corea.
Dentro del ritual del doljanchi también se encuentra una mesa extra donde se colocan varios objetos tales como un arco o una pelota que pueden representar el deporte, un set de caligrafía, pintura o un libro que significan la inteligencia, dinero para la abundancia, u objetos que simbolicen profesiones modernas, tales como un estetoscopio de doctor o el mazo de un juez. Todo esto se hace con la finalidad de que, en algún momento de la ceremonia, el bebé elija el objeto que más le llame la atención, ya que según la tradición, lo que seleccione será a lo que se dedicará en un futuro, o al menos representará un buen porvenir.
Dentro del ritual del doljanchi también se encuentra una mesa donde se colocan varios objetos para que el bebé elija el objeto que más le llame la atención, ya que según la tradición, lo que seleccione será a lo que se dedicará en un futuro. | iStock Photos
Doljanchi en la actualidad
Antiguamente, durante esta celebración, los padres del bebé solían llevar a cabo diversas oraciones donde agradecían a tres dioses importantes, mejor conocidos como samshin, los que se creía cuidaban de la vida del niño durante su crecimiento y transición a la adultez. Hoy en día, todo esto se ve representado en la ofrenda que se ofrece, además de que poco a poco han sido agregadas diversas actividades a la celebración, tales como juegos. En algunos casos, los escenarios y elementos son tradicionales y son presentados de diferentes maneras, donde se puede observar un estilo de fiesta occidental.
Sin embargo, son muchas las familias coreanas que deciden mantener su cultura y tradición al llevar a cabo la celebración del primer año de su bebé deseando por buena fortuna, prosperidad, y sobre todo, por una gran salud a lo largo de su vida.
eliasmolina@korea.kr
* Este artículo fue escrito por una reportera honoraria de Korea.net. Nuestro grupo de reporteros honorarios es de todo el mundo y trabaja para compartir su afección y entusiasmo hacia Corea.