Reporteros Honorarios

10.03.2021

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Por la reportera honoraria de Korea.net, Ana Sofía Ribero Cuadro de Uruguay
8 de marzo de 2021


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Fotografía creada en Canva por Ana Sofía Ribero | Wikipedia Creative Commons


Dentro de la historia de cada país suele ser más habitual ver la participación de los hombres en hechos históricos relevantes que a las mujeres, sin embargo, el día de hoy hablaremos de unas mujeres que fueron muy importantes en la historia de Corea y en la literatura clásica coreana. Las kisaeng (기생) o ginyeo (기녀) eran mujeres reconocidas como 'propiedad' del gobierno, las cuales eran artistas que se dedicaban a entretener a los hombres, específicamente a los yangbang (양반), hombres pertenecientes a la aristocracia coreana, pero también a los nobles y a las tropas. Estas mujeres tuvieron su primera aparición durante la dinastía Goryeo y eran el principal entretenimiento del gobierno.

Sin embargo, su origen es bastante incierto y hay varias teorías que intentan explicar el origen de las kisaeng. Una de las tantas teorías fue creada por el filósofo Jeong Yak-yong (1762-1836) y explicaba que el inicio de las kisaeng se sitúa en el sistema llamado wonhwa (원화), nombre que llevaban grupos de mujeres que eran portadoras de una gran belleza y quienes bajo el mandato de Jinheung (526-576), el vigésimo cuarto rey del reino de Silla, fueron adoctrinadas para realizar dicha labor. Por otro lado, hay otra teoría que explica que el origen de las ginyeo fue en el siglo X debido a las abundantes migraciones producidas por la unificación de los Tres Reinos en el año 936 y al inicio de la nueva Dinastía Goryeo.


Las formas de convertirse en una ginyeo eran bastante variadas, sin embargo, la mayoría de las jóvenes habían nacido a partir de las relaciones entre un hombre y una kisaeng, por lo que adquirieron su condición de manera hereditaria. Pero también hay que mencionar que algunas jóvenes aristócratas que eran pertenecientes a la clase yangban y que habían violado los convencionalismos sexuales de la época lograban convertirse en kisaeng debido a estas acciones, y esta era una de las formas menos comunes de convertirse en ginyeo. Y claro, también había los casos de las familias pobres que vendrían a sus hijas para que comenzaran a formar parte del registro de kisaeng llamado gijeok (기적) de cada distrito.


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Las kisaeng bailando gummu, la danza de espaldas | Wikipedia Commons


La trayectoria profesional de las ginyeo era bastante breve, en general esta comenzaba a los quince o dieciséis años y terminaba entre los veinte y treinta años de edad. Durante ese tiempo, las kisaeng recibían su formación en las academias conocidas como gyobang (교방), las cuales a veces solían aceptar niñas pequeñas de alrededor de ocho años de edad para que comenzaran con su formación lo antes posible. Dentro de estos centros educativos estas jóvenes aprendían sobre las artes, enfocándose en el baile, la música y la literatura.

Está claro que el papel que desempeñaron las ginyeo como artistas de entretenimiento y como servidoras  sexuales para los hombres más poderosos del área política, hizo que se desataran varias controversias a lo largo de la historia. Los ciudadanos comenzaron a protestar en revueltas en contra el uso inapropiado que hacía el gobierno de los impuestos que estos pagaban, ya que como se sabe, las kisaeng eran pagadas por el gobierno con dinero público. Ya para el año 1506 y con el fallecimiento del rey Yeonsan-gun (1494-1506), una gran cantidad de ginyeo fueron devueltas a sus regiones de origen, pero estas no desaparecieron.

Varios años después, en 1908, se promulgó un decreto de regulación de kisaeng, con el que se logró controlar la actividad de estas jóvenes antes de la invasión japonesa, pero ya para 1910 con la ocupación japonesa de Corea las kisaeng fueron rebajadas al nivel de la prostitución, dejando totalmente de lado la faceta artística de estas jóvenes. Según se sabe, la última generación de ginyeo tradicionales existió durante la ocupación y hasta el final de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), y en aquellas épocas las academias dejaron a la fuerza su enfoque en la enseñanza artística de las artes coreanas y comenzaron a enseñarles a las kisaeng únicamente los conocimientos de las culturas nipona y occidental. Este cambio se debió a que estas jóvenes debían adaptarse a las expectativas de sus nuevos clientes.


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Pintura de Hwang Jin-yi, la kisaeng más famosa de la dinastía Joseon | Wikipedia Creative Commons


Las ginyeo fueron figuras que hoy recordamos como símbolo de una sociedad patriarcal, y de hecho, muy pocas de estas jóvenes son recordadas en la actualidad. Sin embargo, Hwang Jin-yi es una de las kisaeng más reconocidas de la historia de Corea. Hwang Jin-yi, conocida también como Myeongwol por su seudónimo, fue una de las kisaeng más reconocidas de la dinastía Joseon y esto no solo se debe a su gran belleza, sino también a su inteligencia y su deleitable forma de escribir sijo (시호), poemas de tres versos característicos de estas jóvenes y compuestos con la finalidad de ser cantados. Al parecer, esta kisaeng talentosa que ganó gran reputación habría nacido fruto de las relaciones entre un noble y una ginyeo, sin embargo, no hay documentos oficiales que confirmen esto ni que den datos sobre la vida de esta mujer.

Algo que es necesario tomar en cuenta es que existían cuatro clases de kisaeng en la sociedad coreana. La primera clase servía a la aristocracia y escribía poesías llamados hansi (한시), poesía en chino, a donde pertenecía Hwang Jin-yi. Las creaciones literarias producidas por estas mujeres provenían de todas las emociones y pensamientos que estas jóvenes debían callar, por lo que todas sus obras tenían una fuerte carga emocional. En el caso de Hwang Jin-yi, se podía ver que ella contaba con una gran habilidad en la poesía, y como está claro, esta habilidad se veía reflejada en sus obras en las cuales hablaba de la belleza de los lugares que ella conocía, sus amores perdidos y algunas reflexiones sobre otros poemas famosos en aquellos tiempos.

Hwang Jin-yi y su enorme aporte a la literatura coreana han estado en boca de varios durante una larga cantidad de años, por lo que esta mujer es una figura trascendente en Corea. Gracias a ello se han hecho varias novelas, películas, óperas y otras producciones artísticas hablando de ella y de su historia. Esta kisaeng logró marcar la historia de Corea y su cultura literaria, y su vida refleja lo que miles de mujeres coreanas vivieron y sufrieron durante años, pero no tengo duda de que Hwang Jin-yi logró inspirar a muchas otras mujeres. En su vida su único destino era servir a los hombres, pero esta joven encontró una escapatoria en la literatura. Sus obras no solo quedan como prueba del gran talento de esta mujer, sino que también son prueba de todo lo que las kisaeng tuvieron que callar y reprimir por años.

eliasmolina@korea.kr

* Este artículo fue escrito por una reportera honoraria de Korea.net. Nuestro grupo de reporteros honorarios es de todo el mundo y trabaja para compartir su afección y entusiasmo hacia Corea.