Por la reportera honoraria de Korea.net, Mariana A. Arriaga Rojas de México
30 de agosto de 2021
Joseph Juhn es egresado de Artes visuales y Cine de la Universidad de California, además de tener un doctorado en Derecho. También es el director del documental Jerónimo (2019), una historia que busca seguir la pista de un inmigrante coreano en Cuba. Pero, ¿por qué un coreano-americano decidió realizar una obra sobre un lugar que, superficialmente, poco tiene que ver con él?
¿Qué tipo de coreano eres tú?
En su participación dentro de la charla realizada en colaboración con el Centro Cultural Coreano (CCC) de México, Juhn no sólo se mostró amable y amigable con quienes le veíamos, sino que también nos ayudó a darle aún más sentido a su obra. | CCC de México
En su participación dentro de la charla realizada en colaboración con el Centro Cultural Coreano (CCC) de México, Juhn no sólo se mostró amable y amigable con quienes le veíamos, sino que también nos ayudó a darle aún más sentido a su obra. “¿Qué tipo de coreano eres tú?” fue la pregunta que se realizaba a sí mismo, nos contaba. Para poder comprender esta pregunta aparentemente sencilla, él se remontó al origen de su trayectoria de vida.
Identidad, diáspora, son conceptos que se utilizan para estudiar el fenómeno de las migraciones. La identidad de una persona se define a través de su comparación con los otros. Joseph es un hombre con raíces coreanas, pero también americano, porque gran parte de su vida la vivió en Estados Unidos. Esa es la manera en que este talentoso director se define a sí mismo.
Sin embargo, la forma en que una persona vive el ser coreano, mexicano, estadounidense, es distinta según el contexto. Es decir, el modo en que Joseph era tratado en Estados Unidos y Corea del Sur era completamente distinto debido a su identidad de coreano-americano. Mientras vivía en Corea, por sus características físicas Juhn era considerado parte de la mayoría. Esto evitó que él mismo se cuestionase su identidad coreana, hasta que cumplió 19 años y se mudó a Estados Unidos.
De ser una mayoría, Joseph se convirtió en una minoría. Comenzó a sentirse visible e invisible al mismo tiempo. Algo muy común entre los inmigrantes, sobre todo quienes ya llevan tiempo fuera de su nación, es que tienen el constante sentimiento de no pertenecer a ningún lado en totalidad. Los valores y las formas en que la gente entiende ciertas situaciones chocan; pero al ser ellos minoría, son vistos como extraños, como los otros. Así lo narra Juhn: “¿pertenezco a Estados Unidos o a Corea? ¿A dónde pertenezco?”, nos hacía reflexionar.
La diversidad de la identidad
También nos contó los disturbrios sucedidos en Los Ángeles en 1991: un hombre afroamericano fue atacado y golpeado hasta la muerte por cuatro policías. Dos semanas después, un coreano dueño de una tienda disparó a un joven afroamericano de 15 años. Estos dos sucesos generaron un enorme descontento y levantamientos entre las comunidades de afrodescendientes y descendientes coreanos, los cuales se intensificaron cuando los cuatro policías fueron declarados inocentes por la corte.
Mucha gente afroamericana salió a protestar. Estas protestas afectaron al barrio coreano. La policía fue a defender a las zonas ricas y turísticas, pero nunca se acercaron al lugar con mayor necesidad, donde habían conflictos entre afroamericanos y coreanos. Por esos años y tras comprender el significado de todas estas situaciones, Joseph nos mostró, no sin antes reír entre tímida y amistosamente, una foto suya en una conversación donde habló sobre cómo ser un buen coreano-americano. Por un tiempo dio por sentado su identidad, creyendo que sólo tenía estas dos caras, pero había más.
Juhn fue a muchísimos países a conocer a los inmigrantes coreanos. La gente que vive fuera de su lugar de nacimiento son conocidos como inmigrantes o como diáspora. La diáspora coreana es de las más grandes del mundo y el joven director quería conocer a sus compatriotas para conocerse mejor a sí mismo. Viajó a muchísimos países, entre ellos China, uno de los países con mayor cantidad de migrantes coreanos en el mundo.
Con una sonrisa en el rostro, Joseph nos narró la manera en que su amigo chino-coreano le describió su identidad: “Joseph, ¿conoces la pera-manzana?”, le preguntó su amigo, a lo que el joven director contestó que no. Su amigo procedió a explicarle que es una fruta híbrida y, por ello, los migrantes coreanos en China frecuentemente se describían a sí mismos como peras-manzanas: porque no son ni 100% chinos, ni 100% coreanos.
Así, de una forma muy amena y calurosa, Joseph nos hizo caer en cuenta de que una persona migrante tiene por lo menos dos identidades. El joven director se cuestionó la manera en que él se relacionaba con los coreanos nacidos en Corea, situación que seguramente también tienen que vivir quienes comparten una circunstancia parecida.
Hogares separados, pasados unidos
Jerónimo, el hombre que llegó para trabajar como taxista a Cuba y que incluso se unió a la Revolución Cubana, comparte parte de su pasado histórico con Joseph, a pesar de vivir en lugares distintos. | Joseph Juhn
Esa es la importancia de su documental Jerónimo, pues el personaje principal probablemente comparte este mismo pasado y los mismos cuestionamientos. Jerónimo, el hombre que llegó para trabajar como taxista a Cuba y que incluso se unió a la Revolución Cubana, comparte parte de su pasado histórico con Joseph, a pesar de vivir en lugares distintos.
¿Qué sintieron los migrantes coreanos tras desapegarse del país donde nacieron? ¿Qué vivieron sus hijos o sus nietos? Jerónimo demuestra que ya no es suficiente el haber nacido en Corea para ser coreano, es tener una historia en común con los coreanos nacidos en Corea, el haber heredado prácticas y valores que sólo pudieron haber salido de la península. Pero también demuestra que se puede tener una historia compartida con otra cultura, incluso al otro lado del mundo.
“Está bien cuestionarse sobre su identidad, pero una vez que uno se siente satisfecho con ésta, es importante ir más allá”, nos dijo firmemente Joseph. Es hora de empezar a recordar y reconocer que la identidad no es sólo dada por el lugar que nos vio nacer, sino también las personas que nos precedieron; aceptar que la identidad se construye y es compleja. Al fin y al cabo ¿qué nos hace estar tan seguros de nuestro origen?
eliasmolina@korea.kr
* Este artículo fue escrito por una reportera honoraria de Korea.net. Nuestro grupo de reporteros honorarios es de todo el mundo y trabaja para compartir su afección y entusiasmo hacia Corea.