Por la reportera honoraria Romina Marin de España
Históricamente, la comida callejera ha sido considerada como parte de la cultura popular coreana, cuyas influencias provienen de las zonas de Jongno e Itaewon, en la ciudad de Seúl. Por lo general, los vendedores ambulantes suelen ser personas de edad media llamados ajusshi (lit. señor) y ajumma (lit. señora). Los platillos son salados o dulces y pueden estar preparados con antelación o ser cocinados al momento y su propósito principal es mostrar un aspecto atractivo y apetecible para alentar el consumo del mismo. Siendo la comida callejera una opción económica, muchos coreanos acuden a estos puestos para disfrutar de ella durante todas las épocas del año.
Variedad de platillos en un puesto callejero | Lawson Yamazaki en Pixabay
Los puestos callejeros comenzaron a surgir en los mercados a finales de la época de Joseon (1392-1897). Los vendedores ambulantes pertenecían al grupo social de bajo ingresos y fueron desarrollando la base de una actividad económica. Tras el período de la posguerra de la Guerra de Corea (1950-1953), los vendedores ambulantes presentaron un gran impacto al proporcionar comida a las personas de bajos recursos, así como a los refugiados y a las tropas estadounidenses que permanecieron en el país. Previo a la década de 1960, abundaba la venta de jjinppang (pan al vapor relleno de pasta dulce de judías rojas) y hoppang (pan al vapor relleno de carne o verdura). Esta clase de tentempié tuvo su origen en Japón y fue introducido en los puestos callejeros de Corea a principios del siglo XX. Más adelante, se fueron incorporando otros platillos como el tteokbokki (pastel de arroz picante), el gimbap (rollo de arroz envuelto con alga marina), el eomuk (brochetas de pastel de pescado), el hotteok (bollitos rellenos de azúcar y cacahuete), el bungeoppang (dulce en forma de pez), entre otros. Con el transcurso del tiempo, la comida callejera coreana se volvió mucho más diversa. En la década de 1990, tuvo un gran auge la integración de ingredientes occidentales combinados con ingredientes locales y, desde entonces, forma parte de esta cultura.
En la actualidad, existen más platillos como frituras, tostadas, jokbal (pezuña de cerdo), sundae (morcilla coreana), mandu (empanadilla al vapor), dakgangjeong (pollo frito con salsa), dakkkochi (brochetas de pollo), perrito caliente rebozado, bollos de huevo, bindaetteok (tortita coreana), garaetteok (pastel de arroz coreano), batata asada, sotteok (brocheta con pastel de arroz y salchicha), hoeori gamja (brocheta de patata frita), ppeongtwigi (semillas infladas), castañas asadas y mucho más. En el caso de los dulces, los vendedores ambulantes ofrecen helados, gofres, kkwabaegi (rosquilla trenzada), gukhwappang (hojaldre dulce con forma de flor) o piruletas de azúcar. La variedad de comida es muy extensa y puede diferir en función de la región e incluso de la temporada. En los últimos años, se han incluido platillos internacionales provenientes de la gastronomía china, japonesa, turca y de otros países.
Comida callejera coreana | Tragrpx en Pixabay
Existen tres tipos de puestos callejeros en Corea. El primer tipo son los llamados pojangmacha, literalmente "carreta cubierta". Se trata de un puesto estático o con ruedas que dispone de un espacio limitado para cocinar y cubierto por una carpa donde se suele proporcionar mesas y asientos a los clientes. Al caer la noche, muchos de estos lugares sirven bebidas alcohólicas con guarniciones. El segundo tipo son los camiones de comida, tratándose de un proveedor popular de comida callejera y de una nueva tendencia en la cultura gastronómica de Corea. Tienden a estar presentes en parques y espacios culturales y artísticos. El último tipo de puesto callejero y el más novedoso son las bicicletas de comida. Pueden ser bicicletas o triciclos propulsados por pedales o un motor.
Puesto callejero en el barrio de Myeong-dong | Ammar Zainal en Unsplash
Tradicionalmente, la comida callejera solo se podía encontrar en mercados o en calles transitadas, sin embargo, en la actualidad existen calles destinadas a la implementación de puestos de comida callejera. Las zonas más populares se sitúan en distintos barrios de Seúl como Myeong-dong, Hongdae, Noryangjin, el mercado de Gwangjang, el mercado de Namdaemun y el mercado nocturno Bamdokkaebi; el mercado Bupyeong en Busan y en la aldea de casas tradicionales coreanas en Jeonju. Asimismo, los puestos callejeros también se pueden encontrar en festivales y eventos.
Con el transcurso del tiempo, la comida callejera coreana se acabó convirtiendo en una parte importante de la cultura gastronómica del país. Muestra la manera en la que ha ido cambiando la alimentación coreana, así como los alimentos más consumidos entre los coreanos en base a su accesibilidad. Muchas de las recetas están hechas a base de arroz, puesto que se trata de un ingrediente básico y asequible. La comida callejera también provee una visión económica del país, debido a que abre oportunidades de negocio a sus habitantes y genera ingresos ante la numerosa cantidad de turistas que se han ido acercando a estos puestos para probar la amplia gama de platillos en venta.