Por la reportera honoraria Ivana Alzaga Luna de México
Desde tiempos antiguos nuestros antepasados han utilizado diversas expresiones artísticas para preservar su cultura, tradiciones e incluso a las personas. Este es el caso de Corea del Sur y los retratos reales.
La antigua dinastía Joseon (1392-1910) contaba con una monarquía absoluta con poder mucho más centralizado que el reino anterior, conocido como Goryeo. El rey era un personaje de suma importancia para la población coreana en aquella época, razón por la cual prestaron especial atención en inmortalizar la imagen de todos los monarcas que gobernaron la península de Corea durante los más de 500 años que duró esta dinastía, naciendo así los retratos reales.
La familia real de Joseon consideraba que cualquier representación no autorizada de los reyes era una blasfemia, por lo que controlaba estrictamente la producción y gestión de los retratos reales. Los retratos reales se producían siguiendo un procedimiento y formalidad rigurosos bajo órdenes reales, y se consagraron en un edificio llamado Jinjeon siguiendo los protocolos ceremoniales. Los retratos reales se produjeron constantemente desde la fundación de Joseon, y esta tradición se mantuvo hasta finales de la dinastía Joseon.
El término eojin (御眞 en hanja) hace referencia al retrato que se realizaba del rey de la dinastía Joseon, pintura que no solo representaba la imagen del gobernante sino que también simbolizaba la autoridad e importancia de la familia real, permitiéndonos conocer también el espléndido arte de esta época.
Existen indicios de que, desde el periodo de los Tres Reinos, se hicieron uso de los retratos reales para inmortalizar a los reyes y reinas que gobernaron la península de Corea, pero fue hasta la dinastía Joseon que los retratos se popularizaron más.
Los retratos de los reyes coreanos se caracterizaban por ser extremadamente realistas y precisos ya que en la antigua Corea comentaban que incluso si "un solo cabello está mal pintado, es completamente otra persona". Por eso que se tenía que agregar cualquier marca que tuviera el rey en la piel, sin importar lo pequeña que pareciera.
Proceso de elaboración
Existen tres técnicas que los pintores coreanos utilizaban en la antigüedad para crear los retratos reales. A continuación, te platico más sobre cada una de ellas.
Dosa: La primera técnica conocida como dosa, hace referencia a la creación de un retrato real cuando el rey aún vivía. En este caso el pintor se sentaba frente al rey y comenzaba a elaborar el retrato.
Chusa: Este término se refiere a la técnica utilizada para crear retratos reales por medio de la descripción física del rey ya fallecido. Varios retratos de reyes y príncipes herederos de la dinastía Joseon se pintaron haciendo uso de esta técnica, parecida a los retratos hablados de hoy en día.
En la técnica chusa, el pintor sólo disponía de aquellas personas que recordaban bien al difunto monarca ya que eran las encargadas de explicar con sumo detalle las características físicas del gobernante.
Mosa: La técnica mosa hace referencia a la creación de una "copia" del retrato real original que por algún motivo resultó dañado.
Ahora que ya conoces los tres tipos de técnicas que se utilizaban para crear los retratos reales, te contaré sobre el proceso de elaboración.
Lo primero que se hacía era elaborar un boceto conocido como "chobon", donde dibujaban con carboncillo en un trozo de papel antes de pasar el retrato final sobre la seda para posteriormente darle color.
El chobon es el primer boceto que se realizaba con carboncillo en un trozo de papel | Wikimedia Commons
Una vez que el boceto se encontraba terminado y tuviera el visto bueno de la corte real, se pasaba al siguiente paso, conocido como "baejae", donde después de dibujar el retrato sobre seda, se le aplicaba a la tela una pequeña capa de una especie de pegamento para que la pintura no escurriera ni traspasara la seda y así se fijaran aún mejor los colores. Posteriormente, se rellenaban los espacios con los colores correspondientes.
Este paso se hacía pintando primero la parte posterior de la seda, se dejaba secar y después se pintaba la parte frontal. Una vez seca la pintura el último paso era afinar detalles del retrato.
Pero, ¿cómo elegían a los pintores encargados de la creación de estos retratos?. Solo los mejores pintores de la dinastía Joseon tenían la oportunidad de trabajar en tan importante creación artística y existía todo un proceso para seleccionar a aquellos que elaborarían el retrato real.
Los pintores reconocidos en todo el reino se enfrentaban a una prueba conocida como Sijae en donde se les evaluaba su talento en la pintura a través de la creación de diversos bocetos.
Uno de los puntos que más se tomaban en cuenta para elegir a los finalistas era el hecho de si lograba captar o no la atmósfera espiritual del rey sin incluir la personalidad del propio artista. El pintor debía de ser muy objetivo en cuanto a esto, ya que no podía agregar sentimientos propios ni nada por el estilo.
Una vez terminado este proceso, se elegían a ciertos pintores que eran conocidos con el término Eojinhwasa. Dentro de esta categoría de pintores se encontraban tres niveles, el primer nivel era el encargado de pintar el rostro del rey, el segundo dibujaba el cuerpo del monarca y su ropa, y finalmente el tercero se encargaba de pintar el retrato, y de ser necesario, fungir como asistente de los otros niveles.
Aproximadamente eran entre 6 y 13 las personas que se encargaban de crear los retratos reales divididos entre los tres niveles que acabo de mencionar, un verdadero trabajo en equipo debido a que no solo los pintores eran los responsables al cien por ciento de esta labor, ya que los funcionarios de la corte se encontraban en contacto con los pintores para supervisar la obra y así, asegurarse de que el resultado fuera perfecto.
La creación de un retrato real era todo un trabajo en equipo ya que los funcionarios de la corte real trabajaban en conjunto con los pintores para asegurarse que el retrato quedara perfecto. | Captura de pantalla del canal de EBS Culture en YouTube
En la actualidad son muy pocos los retratos reales que se conservan, todo esto debido a que la gran mayoría de ellos se perdieron durante la Guerra Imjin (1592-1598) y en un incendio que tuvo lugar en la ciudad de Busan en 1954, adonde se habían trasladado los retratos restantes tras el estallido de la Guerra de Corea, en 1950. En la bodega en donde se encontraban resguardados 48 retratos reales, 45 de ellos se quemaron y dejaron irreconocibles los rostros de los monarcas de uno de los periodos más importantes de la historia de Corea.
De los retratos sobrevivientes, se encuentran dos pertenecientes al rey Yeongjo, que gobernó desde 1724 hasta 1776, el único monarca de Joseon que cuenta con dos retratos reales intactos. El primero de ellos nos muestra la apariencia del rey a sus 20 años de edad y el segundo a la edad de 50 años. También se conservan los eojin del rey Taejo y el rey Cheoljong.
En la imagen se pueden apreciar los dos retratos reales del Rey Yeongjo, el único monarca que cuenta con dos retratos reales en muy buenas condiciones. Del lado izquierdo el retrato del rey a los 20 años y del lado derecho a sus 50 años | Wikimedia Commons
Además, a pesar de la gran pérdida de retratos reales originales, existe un libro muy importante en donde se da a conocer el proceso para realizar una copia del retrato del rey Sejo, los elementos necesarios y procedimientos ceremoniales requeridos. Se incluye un bosquejo del retrato del rey Sejo, producido en 1930 y se menciona el nombre de los pintores y funcionarios que participaron en la creación de dicho libro ilustrado.
La finalidad de este libro es que el lector logre comprender mejor el proceso de imitación de un retrato real, lo que ha sido de mucha ayuda para los historiadores cuyo objetivo principal no solo es entender mejor la historia del arte de hace cientos de años, sino también preservar tan bella tradición impidiendo que sea olvidada.
En febrero de 2022, Korea Post (la oficina postal de Corea del Sur) emitió unas estampillas conmemorativas con el retrato real del rey Taejo (traje de color azul) y el rey Yeongjo (traje de color rojo) sobre el fondo del Irwolobongdo (la pintura del Sol, la Luna y los Cinco Picos), un biombo plegable que simboliza la autoridad real. | Korea Post
En febrero de 2022, Korea Post (la oficina postal de Corea del Sur) emitió unas estampillas conmemorativas con el retrato real del rey Taejo y el rey Yeongjo sobre el fondo del Irwolobongdo (la pintura del Sol, la Luna y los Cinco Picos), un biombo plegable que simboliza la autoridad real. El retrato real del rey Taejo, quien gobernó de 1392 a 1398, se encuentra actualmente en el Museo de Retratos Reales en el Santuario de Gyeonggijeon, en Jeonju, provincia de Jeollabuk-do y el retrato real del rey Yeongjo en el Museo del Palacio Nacional de Corea, al lado del palacio Gyeongbokgung, en Seúl.
Si deseas conocer más sobre los maravillosos retratos reales no te olvides de visitar estos dos museos en tu próximo viaje a Corea del Sur. Un lugar lleno de historia que espero visitar muy pronto.
kimhyelin211@korea.kr
* Este artículo fue escrito por una reportera honoraria de Korea.net. Nuestro grupo de reporteros honorarios es de todo el mundo y trabaja para compartir su afección y entusiasmo hacia Corea.