Por la reportera honoraria Kenya Contreras de Venezuela
Fotografías: Mariela Mendoza
La directora de Buscadores de Libros, Mariela Mendoza, actualmente organiza diferentes planes sociales para acercar la literatura a las zonas más vulnerables y realiza concursos a nivel nacional para fomentar la escritura.
El auge que ha tenido la cultura coreana en Latinoamérica en la última década, es una muestra del impacto que esta generando la industria del entretenimiento en la comunidad internacional.
Este fenómeno también se viene presentando en Venezuela desde que se comenzaron a fomentar los encuentros entre aquellos que sienten algún tipo de interés por la cultura coreana. A pesar de que la mayoría de estos eventos son realizados en Caracas, últimamente se han venido organizando eventos en el Estado de Bolívar, como el encuentro sobre K-dramas realizado el pasado 4 de febrero en las instalaciones de Buscadores de Libros en Ciudad Guayana.
En una conversación, la directora de Buscadores de Libros, Mariela Mendoza, compartió con nosotros los detalles del evento y cómo fue la receptividad de los participantes.
¿Por qué surgió la idea de hacer este encuentro?
Nuestra labor es promover el hábito de leer y muchas veces se dice que la gente, en especial los jóvenes, ya no leen como antes. Por lo tanto, debemos estar atentos para conocer cuáles son los nuevos intereses y gusto de las nuevas generaciones para tratar de llegar a ellos con temas de su preferencia. En vista del auge que ha tenido el interés por los K-drama, decidimos convocar a los amantes de la cultura coreana, para conocer por qué les gustan los dramas coreanos y cuáles son sus inquietudes sobre el tópico. Quisimos acercarnos a ese público para que a través de su experiencia y gusto por las novelas coreanas nos permitieran conectarnos con la literatura en general.
¿Cuáles fueron los temas que se trataron en la reunión?
Cada uno hablo de cómo surgió el gusto por este género, describiendo sus series, sus actores y sus estilos favoritos, y con relación a la cultura en general se hablo de lo que más le gusta a cada uno sobre de la cultura coreana y lo que han aprendido a través de las series.
Grupos de diferentes edades participaron en el evento de K-dramas organizado por Mariela Mendoza en Ciudad Guayana.
¿Qué actividades se hicieron durante el evento?
Después de tratar los temas mencionados anteriormente, realizamos una dinámica de preguntas alegóricas de varias novelas y entregamos premios a los ganadores, entre ellos afiches, libros y ramyeon.
¿Cómo fue la respuesta del público?
En primer lugar, hay que decir que la participación de los presentes fue interesante y amena. Apenas publicamos la promoción de la actividad tuvimos una excelente receptividad, el público que asistió lo disfrutó, se expresó con entusiasmo y quedaron con ganas de que repitamos el encuentro.
Según su opinión, ¿cómo ha sido la receptividad del público guayanés con respecto a los K-drama y la cultura coreana en general?
Significativa. Lo más interesante es que el rango de edad es amplio, desde jóvenes quinceañeras hasta adultos mayores de 55. El público mostró gran interés en la cultura coreana, los fans saben algunas palabras en coreano y quieren saber más sobre el idioma, les gusta ver las series en idioma original con subtítulos para aprender, quieren comer sus comidas, viajar y visitar el país. En definitiva, amamos Corea, su gente, su cultura, todo. Lo que más me gusta es que despierta las ganas de saber y la curiosidad por aprender, eso es muy valioso.
Gabriela Ochoa (izda.) y Alana Márquez (dcha.) fueron algunas de las asistentes que ganaron premios durante el evento de K-dramas llevado a cabo en Ciudad Guayana.
Para usted, ¿qué diferencia a los K-dramas del resto de novelas en el mundo?
Creo que lo que atrapa de los K-dramas es que reflejan, en general, las costumbres y tradiciones de Corea. Son una ventana a la cultura de esa nación, a su historia y al "deber ser" de su sociedad, sin dejar de lado la crítica social. Lo que vemos en cada serie invita a que cada vez más nos acerquemos a su cultura. Se han convertido en un referente a nivel mundial, despertando anhelos insospechados en todas las generaciones, fanáticas de estas maravillosas historias. Nos pasean por un amplio espectro de historias que atrapan a diario a miles de personas. La diferencia con dramas de otros países, para mí, se basa en la puesta en escena de las relaciones interpersonales, pienso que es un tema que influye en cambios sociales para aquellos que siguen los K-dramas.
¿Considera que es posible seguir teniendo espacios de encuentros relacionados con Corea en la ciudad? ¿Por qué?
¡Claro que sí! Hay mucho por conversar, comentar y disfrutar de estos encuentros. Hay un nicho por explorar allí. Próximamente, anunciaremos otra actividad, vamos a repetir las dinámicas para seguir sumando personas a los próximos encuentros, uno de ellos se tratará de la lectura del libro Pachinko. La idea es leerlo y luego reunirnos para ver el primer capítulo de su versión en drama y debatir.
¿Qué actividades le gustaría hacer en un futuro con respecto a Corea?
Luego de nuestra próxima reunión, anunciaremos el encuentro literario. Además, queremos hacer otros encuentros para hablar más de los de K-dramas, también alguna actividad en la que se pueda conocer acerca del idioma, del K-pop, la comida, la vestimenta tradicional, entre otros. Aquí estamos listos para disfrutar más de los K-dramas y seguir aprendiendo. Esto también es un camino para acercar a las personas a los libros.
El alcance global de la cultura coreana ha llegado a países tan lejanos como Venezuela, no solo para presentar los aspectos sociales de la península, sino también para invitar a las personas a conocer más sobre los valores que rigen a su sociedad y que pueden convertirse en un buen ejemplo para aquellos interesados en aportar más cosas buenas al país, tal como sucedió con Buscadores Libros y esta actividad.
shong9412@korea.kr
* Este artículo fue escrito por una reportera honoraria de Korea.net. Nuestro grupo de reporteros honorarios es de todo el mundo y trabaja para compartir su afección y entusiasmo hacia Corea.