Por la reportera honoraria Shaymar Figueroa de Venezuela
Vídeo: Cuenta oficial de "Cultura coreana en Venezuela" en YouTube
Goguma mattang, conocido en español como batata confitada, es un verdadero tesoro entre los aperitivos coreanos. | Shaymar Figueroa
En un encantador cruce de culturas, me uní a la aventura de participar en un concurso virtual de cortometrajes organizado por la Embajada de Corea del Sur en mi tierra natal, Venezuela. Aunque el título de victoria me eludió, la experiencia resultó ser profundamente enriquecedora.
Como suele ser común, el concurso abarcaba diversas categorías, cada una dedicada a promover un aspecto de la cultura coreana.
Mis aptitudes, o más bien mi carencia de aptitudes para imitar los bailes de los grupos de K-pop, las innovadoras tendencias de maquillaje, la elegante moda coreana y el arte del dibujo, hicieron que me víera envuelta en un pequeño dilema, ya que no sabía cuál de las categorías escoger.
Como ferviente entusiasta de la cultura coreana, la rareza de tal actividad me impulsó a participar, ya que por lo general el epicentro cultural de todas las actividades de la embajada suele ser en Caracas, la capital del país. Finalmente, con un arrebato de emoción y, honestamente, una pizca de delirio, decidí autoproclamarme experta culinaria y me apunté en la categoría de gastronomía.
Durante una larga investigación que despertaba mi hambre, un platillo de la gastronomía coreana atrapó mi atención, el goguma mattang. No solo este platillo se alineaba perfectamente con mis modestas habilidades culinarias, sino que también tenía la certeza de que sería una combinación de sabores que realmente disfrutaría. Así que, con un sartén en la mano, me embarqué en la emocionante búsqueda de comprender la esencia de este platillo.
Como mencioné, mis hazañas culinarias no fueron suficientes para hacerme con la victoria. No obstante, el deleite del plato me generó un profundo deseo de compartir mi experiencia y transmitir el conocimiento que adquirí sobre este platillo. Además, durante la investigación pude notar que los recursos en español sobre el tema son relativamente escasos, por lo que me pareció también relevante compartir un poco sobre qué es, el origen y su importancia cultural.
Goguma mattang, conocido en español como batata confitada, es un verdadero tesoro entre los aperitivos coreanos. Esta deliciosa guarnición se elabora con la popular batata, un tubérculo básico en la cocina coreana que cautiva las papilas gustativas con su suave dulzor natural.
El encanto de este platillo reside en la ingeniosa combinación de trozos pequeños de batatas fritos, generosamente recubiertos de una deliciosa capa de salsa de caramelo un tanto pegadiza. El resultado es una sencilla, pero irresistible combinación de texturas, colores y sabores que te deja con ganas de más.
El dulce origen de la magia
En el transcurso de mi documentación noté que, aunque los comienzos exactos siguen siendo difusos, se cree que este delicioso aperitivo tiene sus raíces en China. Específicamente, se dice que proviene de una técnica culinaria conocida como básī, que se traduce a groso modo, como "tirar hilos" o, como me gusta llamarlo, realizar algún tipo de hechicería azucarada.
Esta magia acaramelada, originaria de las tierras de la provincia de Shandong, eventualmente encontró su camino hacia Corea del Sur, donde se adaptó para crear el exquisito goguma mattang que se conoce hoy en día. Creo que es importante señalar que, aunque los dos platos comparten ciertas similitudes en su técnica de caramelización, el goguma mattang está recubierto de un caramelo suave y pegajoso, a diferencia del Básī, que se recubre la preparación con un caramelo crujiente con el que se forma los hilos.
El placentero arte de compartir
Creo que no me equivoco al decir que, el dulce sabor del goguma mattang tiene un lugar especial en el corazón de la cocina surcoreana. Este placentero bocado es imprescindible y se puede encontrar en los vibrantes puestos de comida callejera, los especiales mercados tradicionales e incluso en los alegres y llamativos festivales. Particularmente, en los meses de invierno, cuando el encanto de las batatas dulces hace su magia, una vez que es consumido, llena el cuerpo de calidez.
En Corea del Sur, donde la comida y el pensamiento de colectividad se entrelazan con el espíritu de compartir y disfrutar juntos, este platillo ocupa un lugar especial, ya que al comerlo en compañía de alguien, se puede experimentar dicha tradición, convirtiéndose en un catalizador de alegría y conexión.
Por tal motivo, una vez que aprendí sobre su origen, esclarecí cómo era su misteriosa preparación y comprendí su significado cultural, no pudé evitar sentirme gratamente complacida por el descubrimiento de este tesoro gastronómico. Debo admitir que, aunque mi camino como experta culinaria fue corto y un tanto accidentado, me encantó haber tenido la oportunidad de educarme un poco más sobre la cocina coreana y compartir mi experiencia con ustedes.
shong9412@korea.kr
* Este artículo fue escrito por una reportera honoraria de Korea.net. Nuestro grupo de reporteros honorarios es de todo el mundo y trabaja para compartir su afección y entusiasmo hacia Corea.