Reporteros Honorarios

14.06.2023

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Por la reportera honoraria Talia Berrones de Ecuador
Fotografías: Talia Berrones 



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La foto muestra una escena de la presentación de buchaechum, realizada el 12 de mayo de 2023 en la Iglesia del Evangelio Pleno, en Guayaquil. | Iglesia del Evangelio Pleno



Con lentos y penetrantes sonidos la música empieza a sonar y las bailarinas agilizan su paso para ingresar al escenario. Con un abanico en la mano, comienzan a hacer movimientos lentos en forma de circulo, formando figuras. Este tipo de baile conocido como buchaechum, o "danza de los abanicos", es una de las expresiones culturales de Corea del Sur que suele estar presente en ferias y eventos artísticos, destacando su delicadeza y tradición. 


Aunque ya había asistido a las presentaciones del grupo de danza tradicional "Moonstone", en eventos de apertura y clausura del extinto Instituto Sejong en Guayaquil, y de la Escuela superior Politécnica del Litoral (ESPOL) en las semanas culturales, gracias a la invitación de una compañera, el pasado viernes 12 de mayo hice parte del grupo en la presentación realizada en el evento "Noche de Corea", auspiciado por la Iglesia del Evangelio Pleno, en Guayaquil.


Entusiasmada y a la vez nerviosa, no podía dejar pasar esta oportunidad, así que me embarqué en esta nueva experiencia, en la que además de portar el hanbok y practicar la danza de los abanicos, pude aprender un poco más sobre su historia y su técnica. Por eso, quería compartir con ustedes mi experiencia.

Remontándonos en la historia, el medio de comunicación KBS en un artículo publicado en octubre de 2028, indica que esta danza fue creada por el coreógrafo Kim Baek Bong en 1954, y que originalmente había sido considerada una pieza individual; sin embargo, con motivo de los Juegos Olímpicos de México 1968, la compañía de Danzas Folklóricas de Corea, transformó esta pieza en un baile en grupo. Esta danza suele ser acompañada por una melodía folklórica de la provincia de Gyeonggido.

Este acto representó mi primer gran reto, ya que, al ser tan diferente a cualquier ritmo utilizado en danzas latinoamericanas, sentía que no me sería fácil definir las marcaciones para ejecutar los pasos.

Una vez superada la primera impresión, moví los abanicos conforme sonaba la música. Grandes abanicos de madera y tela pintada de flores en colores rosa y verde brillante destacaban a simple vista. Los extremos, decorados con plumas o flecos dorados, ayudaban a proyectar los movimientos con fluidez. El paso básico sonaba simple: abrir y cerrar este instrumento con rapidez. Aunque suena fácil, debo decir que me tomó casi dos días en hacerlo de manera aceptable. Abrir, cerrar y girar. Todo debía hacerse de manera sincronizada, para poder crear diferentes figuras.

Según la Enciclopedia de la Cultura Coreana, la técnica misma de abrir, plegar, girar y esparcir un abanico se convierte en el elemento central de la danza, que a su vez hace un llamado motivador al bailarín, para inducir todos los movimientos de su cuerpo. El objetivo de estos movimientos es crear formas, y una de las más destacadas es la flor. Cada abanico simula un pétalo, los cuales son unidos por las gráciles manos de las bailarinas que delicadamente los mecen, dando la impresión de un soplo de brisa.

Si leerlo y observarlo resulta increíble, ejecutarlo es todo un reto, porque se requiere un alto grado de coordinación para lograr el efecto deseado. Pero una vez lo consigues, no hay otra palabra más que "satisfacción", por haber brindado un buen espectáculo y haber ejecutado el baile de manera correcta.

La reportera

Talia Berrones, reportera honoraria de Korea.net, se toma fotos portando el hanbok. | Talia Berrones 


Los ensayos transcurrieron con normalidad, superadas las dificultades y memorizados, los movimientos solo quedaban pocos días previos a la presentación, que se realizaría ante más de 200 espectadores. Las últimas prácticas llegaron con una carga extra, ya que debíamos bailar portando el hanbok, el traje típico usado en esta danza. Y no es que me incomodara la idea de portarlo, solo que el largo de la falda hacía más complejos los movimientos, porque a pesar de que fueran de la talla correcta, era complicado hacer las maniobras con los giros y los abanicos al mismo tiempo.

Para la presentación nosotras usamos un hanbok normal, pero la Enciclopedia de la Cultura Coreana señala que "en la actualidad se usa el jokdu-ri, un accesorio brillante, que se coloca en la parte superior de la cabeza, y un jeogori (parte superior del hanbok) al estilo tang, bordado con nenúfares sobre un fondo blanquecino".

En cuanto al cabello; dos trenzas que se unen en la parte posterior de la cabeza, para fusionarse en una sola. Como no empleamos los jokdu-ri, simplemente decoramos el cabello con flores y añadimos al final de la trenza un pequeño accesorio que simulaba ser un daenggi, un accesorio tradicional coreano con registros históricos de la era de los Tres Reinos.

El efecto final no pudo ser mejor, era como estar en un drama histórico. El traje tradicional coreano con faldas oscuras y colores cálidos en la parte de arriba añadía ese toque de nostalgia y romanticismo a la presentación.

La experiencia de formar parte de un grupo de danza tradicional coreana me dejó mucho más de lo que había imaginado, ritmos nuevos, destrezas con abanicos y muchos recuerdos. 


shong9412@korea.kr

* Este artículo fue escrito por una reportera honoraria de Korea.net. Nuestro grupo de reporteros honorarios es de todo el mundo y trabaja para compartir su afección y entusiasmo hacia Corea.