Por la reportera honoraria Talia Berrones de Ecuador
Fotografías: Talia Berrones
La foto muestra una escena de la presentación de buchaechum, realizada el 12 de mayo de 2023 en la Iglesia del Evangelio Pleno, en Guayaquil. | Iglesia del Evangelio Pleno
Con lentos y penetrantes sonidos la música empieza a sonar y las bailarinas agilizan su paso para ingresar al escenario. Con un abanico en la mano, comienzan a hacer movimientos lentos en forma de circulo, formando figuras. Este tipo de baile conocido como buchaechum, o "danza de los abanicos", es una de las expresiones culturales de Corea del Sur que suele estar presente en ferias y eventos artísticos, destacando su delicadeza y tradición.
Aunque ya había asistido a las presentaciones del grupo de danza tradicional "Moonstone", en eventos de apertura y clausura del extinto Instituto Sejong en Guayaquil, y de la Escuela superior Politécnica del Litoral (ESPOL) en las semanas culturales, gracias a la invitación de una compañera, el pasado viernes 12 de mayo hice parte del grupo en la presentación realizada en el evento "Noche de Corea", auspiciado por la Iglesia del Evangelio Pleno, en Guayaquil.
Entusiasmada y a la vez nerviosa, no podía dejar pasar esta oportunidad, así que me embarqué en esta nueva experiencia, en la que además de portar el hanbok y practicar la danza de los abanicos, pude aprender un poco más sobre su historia y su técnica. Por eso, quería compartir con ustedes mi experiencia.
Remontándonos en la historia, el medio de comunicación KBS en un artículo publicado en octubre de 2028, indica que esta danza fue creada por el coreógrafo Kim Baek Bong en 1954, y que originalmente había sido considerada una pieza individual; sin embargo, con motivo de los Juegos Olímpicos de México 1968, la compañía de Danzas Folklóricas de Corea, transformó esta pieza en un baile en grupo. Esta danza suele ser acompañada por una melodía folklórica de la provincia de Gyeonggido.
Este acto representó mi primer gran reto, ya que, al ser tan diferente a cualquier ritmo utilizado en danzas latinoamericanas, sentía que no me sería fácil definir las marcaciones para ejecutar los pasos.
Una vez superada la primera impresión, moví los abanicos conforme sonaba la música. Grandes abanicos de madera y tela pintada de flores en colores rosa y verde brillante destacaban a simple vista. Los extremos, decorados con plumas o flecos dorados, ayudaban a proyectar los movimientos con fluidez. El paso básico sonaba simple: abrir y cerrar este instrumento con rapidez. Aunque suena fácil, debo decir que me tomó casi dos días en hacerlo de manera aceptable. Abrir, cerrar y girar. Todo debía hacerse de manera sincronizada, para poder crear diferentes figuras.
Según la Enciclopedia de la Cultura Coreana, la técnica misma de abrir, plegar, girar y esparcir un abanico se convierte en el elemento central de la danza, que a su vez hace un llamado motivador al bailarín, para inducir todos los movimientos de su cuerpo. El objetivo de estos movimientos es crear formas, y una de las más destacadas es la flor. Cada abanico simula un pétalo, los cuales son unidos por las gráciles manos de las bailarinas que delicadamente los mecen, dando la impresión de un soplo de brisa.
Si leerlo y observarlo resulta increíble, ejecutarlo es todo un reto, porque se requiere un alto grado de coordinación para lograr el efecto deseado. Pero una vez lo consigues, no hay otra palabra más que "satisfacción", por haber brindado un buen espectáculo y haber ejecutado el baile de manera correcta.
Talia Berrones, reportera honoraria de Korea.net, se toma fotos portando el hanbok. | Talia Berrones
shong9412@korea.kr
* Este artículo fue escrito por una reportera honoraria de Korea.net. Nuestro grupo de reporteros honorarios es de todo el mundo y trabaja para compartir su afección y entusiasmo hacia Corea.