La foto muestra algunos de los poemas sijo incluidos en la Revista de la Universidad de México, número 886/887, titulada 'Corea'.
Hace algunos meses, se llevó a cabo una feria editorial en mi escuela, en donde se podían encontrar libros y otros tipos de texto. Ahí vi la revista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cuyo número estaba dedicado especialmente a Corea.
Debido a que tanto los dramas como el K-pop han tenido una expansión notable en los últimos años, esperaba encontrar únicamente contenido relacionado con ello. Sin embargo, a medida que pasaba las páginas me di cuenta de que en realidad había una gran variedad de artículos que incluían contenido sobre la Guerra de Corea, la sociedad, el arte, la comida y la literatura.
Me sorprendí cuando hallé cuatro páginas con poemas sijo. Aunque mi carrera universitaria es sobre literatura, nunca había escuchado algo al respecto. En México se conocen bien otros modelos líricos provenientes de Asia, como el haikú, una forma poética japonesa que fue introducida en la literatura hispánica por autores como José Juan Tablada. Por eso, en cuanto vi las páginas ocupadas con poemas breves, cargados de imagen y significado, no pude evitar pensar en ellos, porque sabía que había descubierto algo distinto.
Poema sijo titulado 'Todavía' de Kim Min-jeong
Entonces decidí buscar más sobre la poesía sijo. Descubrí que es un género literario originario de Corea del Sur, también conocido como siyo, sicho o incluso shijo. Dichos poemas se conforman únicamente por tres versos y cada uno de estos es distinguido como una especie de introducción, desarrollo y conclusión. El último verso se caracteriza porque usualmente da un giro al contenido de los otros dos. Como todo género poético, cuenta con un número silábico determinado, con una estructura para los versos, y además presta suma atención a otros elementos rítmicos y sonoros. Mismos que, a pesar del cuidado, se desvanecen en su traducción al español, aunque eso no impide que el mensaje y los sentimientos sean transmitidos.
Leí todos poemas que habían sido publicados en la revista y seguí buscando algunos más en internet. Me di cuenta de que, aunque trataban sobre personas y otros temas, al menos la mayoría de los que pude ver hacían referencia a la naturaleza como las plantas, las flores y los cuatro elementos: agua, aire, fuego y tierra. Al parecer, los poemas sijo vienen de una tradición tan antigua que desde su origen fueron escritos en hanja (caracteres chinos). Y se siguió cultivando esta tradición escrita siglos después, pero con el hangeul (alfabeto coreano). Del mismo modo, viendo los nombres de los autores, noté que los poemas no solo eran creados por escritores como tal, sino también por personajes pertenecientes a la corte como príncipes y cortesanas. Lamentablemente, el acceso a las traducciones de poesía sijo es escaso. Hay información breve y repetitiva sobre ellos, pero la bibliografía en el idioma español también es escasa.
Poema sijo titulado 'El viento' de Byeon Yeong-kyo
El artículo "El sijo coreano: un formato poético de siglos" escrito por José M. Prieto, es una de las fuentes que brinda un buen panorama sobre esta forma lírica.
Sin embargo, si se buscan los nombres de las y los autores que aparecen en la revista, no es posible obtener mucha información. Esto me hace reflexionar sobre lo que pasa con la difusión de otras expresiones artísticas coreanas. ¿Qué es lo que sucede editorial y educativamente hablando en ambos países? ¿Qué es aquello que de alguna forma obstaculiza el intercambio de nuestras literaturas?
Ojalá que este escrito sobre mi pequeño recorrido por la poesía sijo sirva para que más personas conozcan dicho género y se pueda promover su estudio, análisis y hasta la implementación en otras lenguas. Y finalmente recomiendo "El viento", uno de mis poemas sijo favoritos, ya que en su brevedad guarda una gran cuestión existencial.
shong9412@korea.kr
* Este artículo fue escrito por una reportera honoraria de Korea.net. Nuestro grupo de reporteros honorarios es de todo el mundo y trabaja para compartir su afección y entusiasmo hacia Corea.