Reporteros Honorarios

02.01.2024

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Por las reporteras honorarias Francisca Requejo Castillo María Carmen Sánchez Montes de España


Sou Jung Youn es la primera bailarina surcoreana que forma parte del elenco del Ballet Nacional de España. | Cuenta oficial de Sou Jung Youn en Instagram

Sou Jung Youn es la primera bailarina surcoreana que forma parte del elenco del Ballet Nacional de España. | Cuenta oficial de Sou Jung Youn en Instagram


Sou Jung Youn es la primera bailarina surcoreana que forma parte del elenco del Ballet Nacional de España. A pesar de haber sido criada desde temprana edad en Madrid, nunca ha dejado de lado sus raíces y ha demostrado sobre el escenario el gran talento y profesionalidad que tiene, los cuales la han llevado a renovar su puesto pasando las pruebas destinadas a ello.

En esta entrevista nos cuenta cuáles han sido sus inicios, sus dificultades, su presente y su futuro.

¿Desde cuándo reside en España?

Resido desde los siete meses de edad, mi padre trabajaba en una empresa en Corea y le destinaron a España. En principio eran dos años, pero mis padres decidieron quedarse.

España les gustó mucho y en Corea estaba la crisis de 1998, razón de peso para residir aquí, así que, por consiguiente, me crie en Madrid.

¿Cuál fue su primer contacto con el baile?

Fue en el colegio, tenía más o menos siete años. Mi madre me apuntó a la extraescolar de sevillanas y tras eso me cambié a la escuela Municipal de Danza Antonio Canales de Alcorcón, algo más “serio”. Allí estuve unos tres o cuatro años hasta que entré en El Real Conservatorio Profesional de Danza “Mariemma” (RCPD), para formarme como profesional. Fueron mis padres y la recomendación de una bailarina surcoreana, pionera en abrir la primera escuela en danza española y flamenco en Corea, quienes me animaron a hacerlo.

El contacto se estableció a través de un conocido en común, el director de orquesta Jae-Sik Lim. Cuando fui a visitar a la bailarina en Corea del Sur, ella me recomendó ir a un conservatorio, lugar que mis padres no sabían que existía. Tras informarse de cómo acceder a él tuve que pasar un examen de aptitud. En mi caso, como ya tenía cierta edad, me exigían un nivel alto para poder entrar.

Cuando ingresé estaba cursando primero de la Educación Secundaria Obligatoria, lo cual ya era a una edad tardía, porque normalmente se suele entrar a los ocho años más o menos. A mí, particularmente, me gustaba más la escuela Antonio Canales, pues estaba cerca de mi casa y me asustaba el hecho de tener que ir a Madrid, tan joven y sola en la gran ciudad.

Compaginé mis estudios de secundaria y mis clases en el Conservatorio, por la mañana de 9:00 a.m. a 2:00 p.m. tenía clases en el conservatorio y por la tarde de 4:00 a 9:30 p.m. clases en el instituto Cervantes de Embajadores, aunque todos los estudiantes éramos bailarines, algunos también eran deportistas.

Tras acabar mis estudios secundarios hice la Evaluación para el Acceso a la Universidad (EvAU) y pasé a la Universidad Complutense, allí estudié Filología inglesa, porque nunca he querido dejar de estudiar, así que compaginaba las dos cosas, el estudio de la danza en el conservatorio y la universidad. Fue duro, pero conseguí mi objetivo.

La bailarina Sou Jung Youn (cuarta desde la izquierda) hace parte del elenco de La Bella Otero 5 (Copy María Alperi). | Ballet Nacional de España

La bailarina Sou Jung Youn (cuarta desde la izquierda) hace parte del elenco de La Bella Otero 5 (Copy María Alperi). | Ballet Nacional de España


¿Cuándo decide hacer de la danza su profesión?

Una vez que se acababa la etapa en el conservatorio y siendo ya bailarines profesionales, cada uno opta por bailar en distintas compañías, dejar de bailar, o irse al grado superior de danza en el Instituto Superior María de Ávila. En este instituto hay tres ramas, pedagogía, bailarina o coreografía. Yo elegí la rama de pedagogía. Mientras estudiaba, bailaba en distintas compañías. Tuve que alargar dos años mis estudios por la cantidad de viajes que hacía debido a los ensayos, por lo que tardé seis años en terminar el grado superior.

¿Cómo entró a formar parte del Ballet Nacional de España?

La única forma para hacer parte del elenco es audicionar. A pesar de que me había presentado varias veces, solo hasta el 2019 fui seleccionada.

Todos los años hay que hacer la misma dinámica, presentarse para ser elegido. Es raro que renueven los contratos sin pasar por ellas, para optar al mismo puesto. Hay mucha competencia y solo una compañía nacional.

¿Cuál ha sido su presentación favorita durante su trayectoria en la compañía?

Pues hay muchas que forman parte del repertorio del Ballet Nacional y son historia, entonces, es un honor el poder representarlas por el significado que tienen como obras emblemáticas. Y entre ellas, una de las que más gusta es “Ritmos”.

Como profesora, ¿cómo motivas a las personas para bailar ballet?

En estos momentos no doy clase, porque a raíz de la pandemia y la dificultad de compaginar trabajos lo tuve que dejar, ya que las clases se las daba a personas mayores. En ocasiones que sí he dado clases a niños y veo que alguno “despunta” hablo con los padres y les aconsejo de la posibilidad de que el niño o niña pueda ir a un conservatorio de danza para tener una formación más profesional. Sin embargo, desde mi experiencia he podido notar que a los niños de hoy en día no les gusta mucho la danza y la ilusión por el baile no es la misma que antes.

¿Qué te hace seguir con esta ilusión en la danza?

Las cosas nuevas que hacemos, las distintas coreografías, que son parte de lo que he aprendido desde pequeña, por eso representarlas en un escenario lo enorgullece a uno, e incluso el poder viajar a distintos países para actuar es lo que me hace continuar con esta carrera.

¿Qué tal es la aceptación de la danza española en otros países, especialmente en Corea del Sur?

Maravilloso, está más valorado en otros países que en España. En Corea del Sur no es tan común ver a las personas aprendiendo a bailar las danzas españolas, en tanto que no llama mucho la atención a los jóvenes, y los que suelen asistir a las clases son personas mayores. Al contrario de lo que pasa en Japón, donde sí hay más gente que lo baila.


Por último, ¿cuáles son sus planes a futuro?


Todo depende de cómo se vaya desarrollando mi profesión, pero por el momento me gustaría crear mi propia escuela de baile, ya sea en España o en Corea del Sur. 

Las reporteras honorarias de Korea.net María Carmen Sánchez Montes (primera desde la izquierda) y Francisca Requejo Castillo (tercera desde la izquierda), se toman una foto conmemorativa con la bailarina Sou Jung Youn (centro). | Francisca Requejo Castillo

Las reporteras honorarias de Korea.net María Carmen Sánchez Montes (primera desde la izquierda) y Francisca Requejo Castillo (tercera desde la izquierda), se toman una foto conmemorativa con la bailarina Sou Jung Youn (centro). | Francisca Requejo Castillo



shong9412@korea.kr

* Este artículo fue escrito por unas reporteras honorarias de Korea.net. Nuestro grupo de reporteros honorarios es de todo el mundo y trabaja para compartir su afección y entusiasmo hacia Corea.