Reporteros Honorarios

21.05.2024

Ver este artículo en otro idioma
  • 한국어
  • English
  • 日本語
  • 中文
  • العربية
  • Español
  • Français
  • Deutsch
  • Pусский
  • Tiếng Việt
  • Indonesian
Por la reportera honoraria Laura López Velázquez de México
Fotografías: Laura López Velázquez y Lee Seung-wook

Jeonju es una ciudad ubicada en la provincia de Jeollabuk-do, que se destaca por su historia, comida y arquitectura tradicional. Desde siempre me han llamado mucho la atención los hanok (casas tradicionales coreanas), por eso decidí visitar uno de sus destinos principales, la Aldea Tradicional de Jeonju, lugar que se caracteriza por conservar intacto el estilo tradicional. Sin embargo, al estar allí, me di cuenta de que los hanok no son su único atractivo, ya que hay muchos bienes culturales propios de la cultura coreana que se han instalado en los alrededores de la aldea. En este artículo hablaré sobre las características principales de dichos bienes.

La reportera honoraria Laura López Velázquez se toma una foto, vestida con el hanbok (traje tradicional coreano), durante su visita a la Aldea Tradicional de Jeonju. | Lee Seung-wook

La reportera honoraria Laura López Velázquez se toma una foto, vestida con el hanbok (traje tradicional coreano), durante su visita a la Aldea Tradicional de Jeonju. | Lee Seung-wook


Aldea Tradicional de Jeonju

Esta aldea cuenta con más de 800 hanok, que actualmente son usados como tiendas de souvenirs y de alquiler de hanbok (ropa tradicional coreana), restaurantes, cafeterías y lugares de hospedaje. Así que, desde que uno llega a la aldea, siente que viaja en el tiempo, ya que el panorama luce como en la antigüedad. Probablemente, se sumergirán en la atmósfera folclórica y querrán usar un hanbok para formar parte del hermoso paisaje, tal como lo hice yo. Es el destino ideal para recorrer el lugar portando un hanbok.

Otro aspecto que llamó mi atención es que la aldea tiene muchos detalles, por ejemplo, las calles secundarias tienen diseños distintos a las calles principales, incluso cuentan con pequeños canales donde fluye el agua y estos se dirigen hacia los jardines. También se puede apreciar que las calles están decoradas con linternas tradicionales coreanas y hay una gran cantidad de árboles, especialmente, me sorprendí al ver un ginkgo con más de 600 años de antigüedad. No cabe duda que es un testigo vivo de la fortuna creciente y decreciente de la dinastía Joseon (1392-1910).

Las fotos muestran de izquierda a derecha: calle principal de la Aldea Tradicional de Jeonju, vista superior de los techos de los hanok y, una de las calles secundarias rodeada de árboles ginkgo | Lee Seung-wook

Las fotos muestran de izquierda a derecha: calle principal de la Aldea Tradicional de Jeonju, vista superior de los techos de los hanok y, una de las calles secundarias rodeada de árboles ginkgo | Lee Seung-wook


Santuario Gyeonggijeon

Al sur de la Aldea Tradicional de Jeonju se encuentra el santuario Gyeonggijeon, dedicado al rey Taejo, fundador de la dinastía Joseon. Pude observar que este santuario es muy concurrido por los turistas, ya que allí se preservan bienes culturales de gran importancia, entre ellos el retrato del rey Taejo, catalogado como un Tesoro Nacional y, el Archivo Histórico de Jeonju, donde se encuentran los Anales de la Dinastía Joseon, una parte muy valiosa en la historia del país, permitiendo la conservación del patrimonio cultural hasta el presente. Fue muy interesante observar de cerca esos documentos y conocer su historia.

Este santuario también es conocido por sus árboles ancestrales, los cuales le aportan una belleza armoniosa y un paisaje sin igual. En especial, el paisaje de otoño es precioso e indescriptible por las tonalidades de las hojas.

 Las fotos muestran distintos lugares en el Santuario Gyeonggijeon. De izquierda a derecha, según las manecillas del reloj: la reportera honoraria Laura López Velázquez, vestida con el hanbok (traje tradicional coreano) camina por una zona que está rodeada de árboles de bambú, retrato del rey Taejo y Archivo Histórico de Jeonju. | Laura López Velázquez

Las fotos muestran distintos lugares en el Santuario Gyeonggijeon. De izquierda a derecha, según las manecillas del reloj: la reportera honoraria Laura López Velázquez, vestida con el hanbok (traje tradicional coreano) camina por una zona que está rodeada de árboles de bambú, retrato del rey Taejo y Archivo Histórico de Jeonju. | Laura López Velázquez


Catedral Católica de Jeondong

Contrastando con la arquitectura tradicional que caracteriza a Jeonju, hay una iglesia católica muy llamativa que resalta por su elegante arquitectura de estilo occidental compuesta por paredes de ladrillos rojos. Esta catedral fue construida en 1914 y fue designada como Sitio Histórico No. 288.

Me sorprendió que hubiera tantas personas haciendo fila para tomarse una foto enfrente de la catedral, así que también quise hacerlo porque daba la impresión como si estuviera en otro país. La entrada es gratis, solamente hay que ser respetuosos porque se llevan a cabo misas en distintos horarios todos los días.

Las fotos muestran la vista exterior de la Catedral Católica de Jeondong. | Laura López Velázquez y Lee Seung-wook

Las fotos muestran la vista exterior de la Catedral Católica de Jeondong. | Laura López Velázquez y Lee Seung-wook


Academia Confuciana Jeonju Hyanggyo

Esta academia confuciana está ubicada cerca del arroyo Jeonjucheon y está designada como Tesoro Histórico No. 379. Durante la dinastía Joseon fue utilizada como un centro de educación nacional. Es un lugar muy amplío rodeado de grandes árboles de ginkgo que se tiñen de amarillo en la época otoñal. Uno puede caminar tranquilamente y sentir un ambiente sereno en cada rincón. Al estar ahí supe que ha sido usado como locación para dramas como "The Red Sleeve" y "Bajo el paraguas de la reina" (Under the Queen’s Umbrella).

Las fotos muestran el árbol ancestral de ginkgo (izquierda), y las casas de internado de estudiantes confucianos en Jeonju Hyanggyo. | Lee Seung-wook y Laura López Velázquez

Las fotos muestran el árbol ancestral de ginkgo (izquierda), y las casas de internado de estudiantes confucianos en Jeonju Hyanggyo. | Lee Seung-wook y Laura López Velázquez


Puente Namcheongyo y pabellón Cheonyeollu

Después de recorrer toda la aldea, llegué al puente Namcheongyo y, sobre él, se encuentra el pabellón Cheonyeollu. Desde allí se puede observar el arroyo Jeonjucheon, las montañas y la Aldea Tradicional. Es una vista con la que pueden deleitar sus sentidos.

La foto muestra la vista frontal del puente Namcheongyo y el pabellón Cheonyeollu (izquierda), y sus alrededores. | Laura López Velázquez

La foto muestra la vista frontal del puente Namcheongyo y el pabellón Cheonyeollu (izquierda), y sus alrededores. | Laura López Velázquez


Pabellón Omokdae

Al llegar la noche, decidí dar una caminata en la colina donde se encuentra el pabellón Omokdae. Durante la dinastía Joseon, en este pabellón se celebraban las victorias de las guerras. Hoy en día es un lugar muy tranquilo y se puede apreciar la espléndida vista nocturna de los techos y las casas iluminadas de la aldea. Uno siente como si estuviera observando el escenario de una película o drama histórico.

Paisaje nocturno de la Aldea Tradicional que se puede observar desde el pabellón Omokdae. | Lee Seung-wook

Paisaje nocturno de la Aldea Tradicional que se puede observar desde el pabellón Omokdae. | Lee Seung-wook


Centro Cultural de Abanicos

Por otra parte, en Jeonju las experiencias no se limitan únicamente a observar y, esta ciudad es famosa por sus abanicos tradicionales, por eso, fui a visitar el centro cultural dedicado a preservar su importancia, ubicado en el centro de la Aldea Tradicional. Aquí se encuentra una exposición permanente que consta de más de 60 reliquias de abanicos, en los cuales se puede apreciar la evolución de los abanicos coreanos que fueron elaborados con diseños únicos y también hay muestras de los abanicos de otros países.

Recorrí toda la exhibición y aprendí sobre su historia y su valor cultural. En esa ocasión había una exposición temporal de las obras del artista Song Min-ho. Allí me invitaron a conocer de cerca el trabajo de este artista. El maestro me preguntó cuál era el diseño que me gustaba más y él comenzó a replicar la pintura en el abanico. Fue maravilloso tener esa experiencia y ver el proceso de elaboración de la pintura. Igualmente, algo que me agradó mucho fue que, al terminar de pintar el abanico, me lo obsequió e inclusive le puso su dojang (sello), haciéndolo más significativo.

Las fotos muestran al artista Song Min-ho pintando un abanico tradicional coreano en el Centro Cultural de Abanicos, durante la visita de la reportera honoraria de Korea.net Laura López Velázquez. | Lee Seung-wook

Las fotos muestran al artista Song Min-ho pintando un abanico tradicional coreano en el Centro Cultural de Abanicos, durante la visita de la reportera honoraria de Korea.net Laura López Velázquez. | Lee Seung-wook


Para terminar, les recomiendo agregar esta ciudad en su itinerario de viaje a Corea, ya que además de conocer una parte del patrimonio cultural, podrán experimentar festivales y diversas actividades culturales como artesanías, juegos tradicionales, escritura y dibujo, entre otras.

shong9412@korea.kr

*Este artículo fue escrito por una reportera honoraria de Korea.net. Nuestro grupo de reporteros honorarios es de todo el mundo y trabaja para compartir su afecto y entusiasmo hacia Corea.