Por la reportera honoraria Jaqueline Pérez Gamboa de México
Fotografías: Jaqueline Pérez Gamboa
Si alguna vez soñaste con caminar por un palacio coreano iluminado solo por la luz de la Luna y sentir que formas parte de un K-drama histórico, entonces el Festival de la Cultura Real es para ti. Cada primavera y otoño, este festival transforma los palacios emblemáticos de Seúl en escenarios culturales que combinan el esplendor del pasado con experiencias sensoriales del presente para todos.
Durante los días que dura el festival, el ambiente en la ciudad también se transforma. Además de las actividades dentro de los palacios, se realizan espectáculos culturales y de música tradicional y actuaciones que toman las calles cercanas y espacios históricos. Es un momento en el que el patrimonio histórico se abre a todo el público. Esta primavera tuve la oportunidad de asistir y estas fueron algunas de las actividades que más me marcaron.
La puerta Gwanghwamun, presentación de danzas tradicionales por la puerta Heungnyemun y Paseo del Rey en el palacio Gyeongbokgung.
Recorrido a la luz de la luna en Changdeokgung
Al caer la noche, los visitantes fuimos guiados en pequeños grupos a través de los patios, construcciones y jardines del palacio. Visitar el Jardín Secreto se vuelve una experiencia única cuando, al llegar al estanque Buyongji, encuentras al rey y la reina en un paseo nocturno acompañados de la corte real mientras escuchan la música del gayageum, lo que convierte la caminata en un viaje a la época de Joseon. El recorrido termina con un espectáculo de música y danza tradicional disfrutando de snacks coreanos.
El palacio Changdeokgung, la sala Injeongjeon, el Paseo del Rey en el estanque Buyongji, espectáculo musical en el Jardín Secreto, y snacks tradicionales coreanos.
Recorrido nocturno por Seokjojeon en Deoksugung
Este evento combina un tour inmersivo por Seokjojeon y una ceremonia de té en la terraza del salón principal, trasladándonos al Imperio Coreano (1897-1910), acompañados por la música de un violonchelo. El punto culminante de esta experiencia fue disfrutar de un musical en los salones de Seokjojeon llamado “Gojong, el sueño del Imperio Coreano”, que ofrece una mirada íntima a los desafíos, sueños y decisiones del rey Gojong en un momento marcado por la modernización, la amenaza extranjera y sus intentos por defender Corea. Nuevamente, la armonía entre el pasado y el presente se sentía en cada detalle, dando a los visitantes un espacio para escapar un poco del ajetreo de la ciudad en el corazón de esta.
La puerta Daehanmun, el pabellón Jeonggwanheon, edificio Seokjojeon y su terraza de Seokjojeon en el palacio de Deoksugung.
Tour especial del pabellón Gyeonghoeru en Gyeongbokgung
Justo en una de las construcciones más emblemáticas de Corea se permite el acceso para un grupo de personas que vestimos un changeui, una vestimenta utilizada por los eruditos de la época de Joseon. Después de vestirnos, en la parte superior del pabellón escuchamos y aprendimos sobre tres instrumentos tradicionales: el haegeum, el gayageum y el yanggeum. Sin duda alguna, esta es una experiencia que te transporta a un momento de K-drama histórico y muy privilegiado, ya que comúnmente este espacio no está abierto al público para su visita.
La reportera honoraria Jaqueline Pérez Gamboa, vestida con hanbok, en el pabellón Gyeonghoeru del palacio Gyeongbokgung.
El Festival de la Cultura Real no es solo una experiencia turística: es una invitación a explorar la riqueza de la cultura coreana. Cada actividad, cuidadosamente diseñada, con voluntarios involucrados y con muy buena actitud, permite a los visitantes no solo aprender sobre la historia, sino vivirla. Si estás en Corea durante la siguiente primavera u otoño, no dejes pasar esta oportunidad única. Para más información, visita los sitios oficiales de la Agencia para la Promoción del Patrimonio Cultural de Corea.
kimhyelin211@korea.kr
Este artículo fue escrito por una reportera honoraria de Korea.net. Nuestro grupo de reporteros honorarios es de todo el mundo y trabaja para compartir su afecto y entusiasmo hacia Corea.