Dos de los monumentos presentes en el Templo de Bulguksa que más destacan son la Pagoda Dabotap o Pagoda de los Múltiples Tesoros o de las Múltiples Joyas, y la Pagoda Seokgatap o Pagoda de Buda Sakyamuni. Ambas se levantan en el patio central, en frente del histórico salón principal, dedicado a Sakyamuni, una de las formas para referirse a Buda. En la visita anual que organiza la Royal Asiatic Society a Gyoengju, éstas son las estructuras más impresionantes que se visitan.
La arquitectura de las pagodas se fue difundiendo a partir de los antiguos monumentos funerarios hinduistas y budistas del norte de la India conocidos como stupas, a lo largo de la Ruta de la Seda, hasta llegar a China, hace casi dos milenios, y devinieron en torres de madera y ladrillo. En Corea, esta tradición arquitectónica tomó la forma de pagodas de granito macizo, por lo común de unos tres a siete metros de altura, con espacios vacíos en una de sus partes inferiores en los que se guardaban reliquias como son los cristales sarira, y también escrituras de sutras.
En la actualidad se conservan más de mil de estos monumentos, de nutrida presencia en las regiones del sur de Corea. Sin embargo, la pagoda Dabotap y la Pagoda Seokgatap sobresalen entre todas por ser el culmen de esta compleja e ingeniosa arquitectura, por la profundidad de su significado filosófico y por su gran atractivo estético. Se le considera un par inseparable, opuesto y complementario a la vez de eum-yang, una mancuerda de ying-yang, erigidas ante Buda, y ofreciendo a quienes las contemplan una lección esculpida en piedra monumental.
Así, la pagoda Dabotap representa las características eum: lo femenino, oscuro, frío, la energía que se desplaza hacia abajo y hacia dentro, así como la corporeización de los principios celestes en una miríada de formas físicas de las que disfrutamos en este plano terrenal. En contraparte, la Pagoda Seokgatap representa aquello que es yang: lo masculino, lo brillante, lo caliente, la energía que se desplaza hacia arriba y hacia afuera, así como las aspiraciones espirituales de la humanidad.
Pagodas Dabotap (izquierda) y Seokgatap (foto: Yonhap News).
Otra manera clásica de abordar las polaridades de estos monumentos es interpretando a la Pagoda Seokgatap como al Buda histórico enseñado el Sutra del Loto, y la pagoda Dabotap como a los discípulos escuchándolo. Lo anterior está simbolizado por el Dabo, o icono del Buda Prabhutaratna, del que se afirma se manifiesta en todo lugar y en todo momento que se enseñe el Sutra. Los discípulos se iluminan por virtud de las enseñanzas de Buda, y se convierten en seres que resplandecen como joyas preciosas.
Dabotap, la Pagoda de los Múltiples Tesoros, está considerada como la más notable estructura tradicional de Asia del este. Los coreanos se sienten muy orgullosos de ella, y aparece en su moneda de diez wones. De unos 10.4 metros de altura, la fama de esta elaborada pagoda le viene de su complejo y delicado diseño, concebido a partir de principios filosóficos. A cada lado de la base cuadrada hay una escalinata que lleva a un león guardián, símbolo de la sabiduría del budismo. Arriba de los leones hay bien ensamblados bloques de granito. Los pilares descansan sobre una plataforma elevada a la que se accede a través de cuatro escalinatas, cada una con diez peldaños que representan las Diez Perfecciones o Virtudes, los paramitas, de la doctrina budista.
La historia de esta pagoda en la época moderna ha sido desafortunada. Los japoneses la desmontaron para repararla en 1924, cuando Corea se encontraba bajo el régimen colonial. Durante la realización de este proyecto de gran magnitud, la falta de una adecuada y exhaustiva protección permitió la sustracción de los cofres de sarira que estaban al interior y tres de los leones de piedra originales, lo que nunca fue posible recuperar.
La Pagoda Seokgatap o pagoda de Buda Sakyamuni, se eleva a 8.2 metros y es el más acabado ejemplo de una típica pagoda budista coreana, culmen de toda la tradición que le precedió y prototipo de numerosas construcciones posteriores. También se le conoce como Pagoda Muyeongtap o Pagoda sin Reflejo, nombre que le viene de una triste leyenda sobre un cantero de la época Baekje, Asadal, el constructor de estas pagodas. Un antiguo relato afirma que su esposa, Asanyeo, viajó desde muy lejos para poder estar con él, pues lo extrañaba mucho, pero no se le permitía ver a su esposo hasta que concluyera la obra debido a restricciones rituales. La muer permaneció en espera cerca de un estanque situado en el valle, confiando en que algún día el remate de la pagoda apareciera sobre los muros del templo reflejado en la superficie del agua del estanque. Sólo que después de transcurrir varios meses, nunca apareció el esperado reflejo, y la esposa desesperada se lanzó al estanque. Desde principios de 2013, esta estructura ha estado sometida a un proceso de reparación, por lo que actualmente no es posible verla, como la desventurada de Asaneyo, que tampoco pudo llegar a deleitarse con su belleza.
David A. Mason
A esta pagoda se le admira por la perfección de sus proporciones, y por su sencillo, a la vez que elegante estilo. Consta de tres cuerpos, al igual que muchas de las pagodas de la época de Silla, pues el número tres es sagrado en el budismo, así como en otras tradiciones espirituales. En el budismo, el “tres” simboliza varias traídas, como las Tres Joyas de Buda, sus enseñanzas sobre el Dharma y la comunidad monástica o Sangha, o la clasificación de las escrituras budistas en sutras, sastras y vinaya, la Trinidad Cheon-Ji-In, es decir, la Trinidad del Cielo, la Tierra y la Humanidad, todos elementos fundamentales de la cultura religiosa del noreste de Asia.
La Pagoda Seokgatap se desmantelo para ser reparada en 1977. En ese entonces se encontró en su interior valiosos tesoros, entre otros, un juego de relicarios para cristales sarira, y un rollo de papel con las “Palabras Verdaderas de una Escritura de Luz Pura y Limpia”. Los estudiosos ubicaron la fecha de impresión de este Sutra entre los años 706 y 751, por lo que viene a ser la publicación xilográfica más antigua en el mundo.
Estas pagodas budistas son una expresión simbólica doctrinaria. Los fundamentos ideológicos de la pagodas Dabotap y la Seokgatap están en los importantes y torales Sutras del loto y de la Guirnalda de Flores, unas escrituras en las que se pone énfasis en el hecho de que los seres sensibles que sufren en en la tierra deben cultivarse espiritual y físicamente para alcanzar la liberación iluminada. El prominente emplazamiento en la parte central del Templo de Bulguksa muestra que los coreanos del siglo VIII tenían en muy alta estima estas enseñanzas budistas.
David A. Mason
Profesor de Turismo Cultural Coreano de la Universidad Nam Seoul
Descubra Corea con la Royal Asiatic Society [ La representación en Corea de la Royal Asiatic Society, fundada en 1900, es una asociación integrada por coreanos y no coreanos, interesados en profundizar en su conocimiento de la vida, cultura e historia de Corea, y deseosos de compartir este conocimiento con otras personas en inglés. http://www.raskb.com/]