Por Philippe Bertoux
Embajador de Francia en Corea
Las relaciones entre Francia y la República de Corea se encuentran en un punto crucial, como lo demuestran los dos encuentros entre nuestros jefes de Estado en París, el 20 de junio y el 24 de noviembre de 2023. Ambos presidentes intercambiaron puntos de vista sobre cuestiones fundamentales que siguen siendo relevantes: en primer lugar, la situación de la seguridad en la península coreana y el aumento de la cooperación entre Corea del Norte y Rusia, que condenamos, así como sus efectos negativos tanto para la guerra en Ucrania como para los intereses de seguridad de la República de Corea. Todos estos son temas en los que estamos trabajando juntos, en particular en el marco del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas desde que Corea se incorporó como miembro no permanente, el 1 de enero de este año.
Otra cuestión importante es el fortalecimiento de nuestra cooperación económica e industrial. Nuestros intercambios comerciales alcanzaron un nuevo récord en 2023, con 16.000 millones de euros. Francia es una potencia política, militar y cultural, lo cual es bien conocido, pero también es una potencia científica e industrial, presente en todos los sectores innovadores: descarbonización de la movilidad, inteligencia artificial, biotecnología, computación cuántica, ciberseguridad, espacio, etcétera. En este sentido, existe un enorme potencial de cooperación e inversión recíproca entre Francia y Corea.
El presidente Macron y el presidente Yoon son muy activos en las cuestiones globales. Francia se ha ofrecido a unir fuerzas en el marco de sus iniciativas de lucha contra el calentamiento global, la descarbonización y la preservación de los bosques, y también está interesada en la Iniciativa de Energía Libre de Carbono liderada por Corea. Además, nuestras respectivas estrategias para la región indopacífica muestran una convergencia de puntos de vista muy prometedora con vistas a llevar a cabo proyectos conjuntos.
En el ámbito cultural, están en marcha importantes proyectos de cooperación, como la academia de cine franco-coreana que se creará en 2023, la apertura el próximo mes de septiembre de una residencia de artistas en Busan, y las colecciones del Centro Pompidou que se trasladarán al Centro Pompidou Hanwha de Seúl en 2025. Aumentar los intercambios de personas también es muy valioso, dado que los jóvenes franceses adoran Corea, su música, sus dramas y su cultura, y cada vez son más los que vienen a estudiar o trabajar al país. En sentido inverso, unos 2.300 coreanos se marchan cada año para cursar parte de sus estudios en Francia, lo que refuerza la red de antiguos alumnos en Corea.
Impulsar y reforzar la imagen de Francia en Corea, forjar nuevas cooperaciones que nos permitan trabajar juntos para afrontar los retos del siglo XXI, ya sean de seguridad, económicos, climáticos o sanitarios: esta es mi hoja de ruta de cara a la celebración en 2026 del 140º aniversario del establecimiento de nuestras relaciones bilaterales. Mientras tanto, espero verles este verano en París, y más ampliamente en la Francia metropolitana y de ultramar, con ocasión de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2024. Deseo a nuestros dos países una gran cosecha de medallas.