Seúl, 21 de septiembre de 2020
Por Lee Kyoung Mi y Elías Molina
Video: Kim Sunjoo, Choi Taesoon
"Utilizar la mascarilla es un acto de 'mansedumbre'. Esto quiere decir, que su utilización nos permite recordar que no debemos hablar cosas superfluas ni decir mentiras y que debemos escuchar a los otros".
La frase anterior forma parte de un mensaje más amplio que un pastor protestante compartió en sus redes sociales, el cual se tituló "Un mensaje en la era del COVID-19". El presidente Moon Jae-in, luego de leer dicho mensaje, decidió el 24 de agosto compartirlo también en sus redes sociales, por lo que muchas personas pudieron leerlo, y asentir sobre su contenido.
"Un mensaje en la era del COVID-19" fue escrito por el pastor Ahn Joong Deok, líder de la Iglesia Metodista Spring, una pequeña congregación en la ciudad portuaria de Busan. El pastor Ahn dijo: "Al ver que varios focos de contagio se generaron en algunas iglesias, pensé que era algo muy lamentable, y me pareció muy inapropiado el comportamiento de algunos cristianos que querían desafiar las políticas de prevención del gobierno". Por ello, cuando escribió su publicación lo hizo "con el deseo de poder organizar las ideas, y mostrar mi simpatía por todas las personas que están luchando contra esta enfermedad".
El pasado 9 de septiembre, el pastor Ahn visitó el estudio de Korea.net ubicado en el distrito de Jongno-gu, en Seúl, y utilizó las palabras del poeta británico Lord Byron (1788-1824), al decir que "Un día me desperté y era famoso", en alusión a lo que sucedió después de que el presidente de Corea compartiera su mensaje. "Agradecí la atención del presidente, quien simpatizó con el escrito de un pastor desconocido de una pequeña iglesia fuera de la capital".
El pasado 24 de agosto, el presidente Moon compartió en su cuenta oficial de Facebook "Un mensaje en la era del COVID-19", escrito por el pastor Ahn Joong Deok de la Iglesia Metodista Spring de la ciudad de Busan l Captura de pantalla de la publicación que compartió el Presidente Moon
"En el escrito, analicé desde una perspectiva teológica las principales reglas de prevención para el COVID-19, tales como la utilización de mascarillas, el constante lavado de manos, y la práctica del distanciamiento social, que incluye abstenerse de participar físicamente en reuniones o grupos" aseveró el pastor (ver mensaje completo más abajo).
"El distanciamiento social nos permite acercarnos a la naturaleza. Nos permite no tener que reunirnos con la gente, para discutir y profanar palabras hirientes los unos con los otros".
Respecto a la prohibición de realizar servicios religiosos presenciales en las iglesias, el pastor escribió: "Esto quiere decir que debemos buscar a Dios en todo momento, y en todo lugar, sin importar en dónde nos encontremos".
Al referirse a algunas iglesias que desafiaron las medidas impuestas por el gobierno, e insistieron en llevar a cabo servicios religiosos presenciales, en desobediencia de la ley, el pastor escribió: "No debemos insistir en llevar a cabo los servicios religiosos de manera presencial cuando una enfermedad mortal anda merodeando"
Agregó: "No pienso que los lineamientos sobre distanciamiento social, y la exhortación a realizar los servicios religiosos de manera virtual limiten o violen la libertad de culto".
"Cuando surge una crisis global como el COVID-19, más allá del cristianismo, creo que todas las religiones deben ser más humildes, y abocarse a cumplir fielmente con su responsabilidad social, y así recobrar la confianza" declaró, a la vez que enfatizó la responsabilidad social de las religiones.
Una de las más cruciales virtudes necesaria para poder sobreponernos al COVID-19 es "el respeto por la vida", aseguró.
"Sólo podemos ser considerados con los demás cuando existe respeto, y esa consideración conlleva a una responsabilidad comunitaria, en la que reside la fuerza necesaria para poder sobreponernos a la crisis actual".
"Las dificultades pueden golpear a cualquiera, en cualquier momento, pero ninguna dificultad es eterna. Las cosas pueden haberse vuelto muy difíciles en este momento, pero las experiencias y lecciones que aprenderemos en medio de esta pandemia podrían llevarnos algún día a pensar que gracias al COVID-19 -y no por culpa de él-, nuestras vidas se volvieron en lo que son ahora. Espero que podamos apoyarnos, respetarnos y amarnos mutuamente los unos a los otros mientras logramos vencer todos juntos al COVID-19.
km137426@korea.kr