Los ciudadanos mantienen el distanciamiento social mientras esperan para emitir su voto en las 21º elecciones legislativas el 10 de abril, el primer día de la votación anticipada, en un colegio electoral en el distrito de Seongdong-gu en Seúl.
Jeong Eun-Kyeong, directora de KDCA
Es un símbolo de la respuesta de Corea al COVID-19, y sería imposible discutir los esfuerzos del país en el combate contra el nuevo coronavirus sin mencionar a la directora Jeong Eun-Kyeong. En los primeros días de la pandemia, del 30 de enero al 28 de febrero, Jeong dio la sesión informativa diariamente sobre las noticias relacionadas con la propagación del virus. Con los detallados informes presentados con calma se ganó la confianza del público. Cuando el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Corea (KCDC) se elevó como la Agencia de Prevención y Control de Enfermedades de Corea (KDCA) en septiembre del año pasado, Jeong fue designada como su primer directora.
Kits de prueba
Corea adoptó un método de prueba para diagnosticar el contagio de COVID-19 que utiliza ADN llamado RT-PCR en tiempo real el 31 de enero de 2020, lo que facilitó las pruebas masivas y el diagnóstico rápido en Corea. Este nuevo kit fue adoptado 18 días después de que el entonces KCDC anunciara que comenzaría a desarrollar un método de prueba para el COVID-19. El sistema de RT-PCR solo necesita seis horas para diagnosticar a un paciente utilizando muestras recolectadas de la nariz y la boca. Esta fue una gran mejora con respecto a los métodos anteriores que tomaban 24 horas. En diciembre del año pasado, esta metodología desarrollada en el país para la detección de COVID-19 se adoptó como estándar internacional. En noviembre de 2020, se exportaron unos 496,79 millones de kits a más de 170 países. El Servicio de Aduanas de Corea estima que el monto de estas exportaciones ascendió a unos 2,5 billones de wones para las empresas que vendieron los kits.
Distanciamiento social
El distanciamiento social se introdujo por primera vez como una campaña para prevenir la propagación del virus, pero a medida que la pandemia continuó, la Sede Central de Contramedidas de Seguridad y Desastres implementó en junio un sistema de distanciamiento social de tres niveles para diferentes tasas de infección y medidas de cuarentena. Este sistema determina la operación de las escuelas, el horario de los restaurantes y cafeterías, así como el número máximo de personas que pueden reunirse en un espacio. En noviembre del año pasado, se agregaron los niveles intermedios 1,5 y 2,5, convirtiéndolo en un sistema con un total de cinco niveles. A partir del 20 de enero, las áreas cercanas a la capital están en el Nivel 2,5 mientras que el resto del país está en el Nivel 2.
El personal médico recolecta muestras en una clínica de pruebas de autoservicio establecida en un centro de salud público en la ciudad de Sejong-si en febrero del año pasado.
Sin contacto
Por la pandemia en Corea nació un término nuevo "untact", una combinación del prefijo "un" y la palabra "contact". Se usa para describir cuando se hacen cosas sin contacto directo con los demás. Las actividades artísticas tuvieron que realizarse a través de interacciones sin contacto, los museos y galerías recurrieron a la realidad virtual y las exhibiciones y los conciertos tuvieron que realizarse en línea. Las empresas implementaron políticas de trabajo desde casa y las escuelas hicieron que los maestros impartieran clases de manera virtual. Se realizaron reuniones mediante videoconferencia, y los estudiantes se reunieron en aulas de e-learning. El diario francés Le Monde publicó un artículo el 23 de septiembre titulado "Con el coronavirus, bienvenidos a un mundo sin contacto", diciendo que "En Corea, la 'sociedad sin contacto' ya no es ciencia ficción y se ha generalizado aún más con la pandemia de COVID-19".
Clínicas de detección en forma de autoservicio y cabina
En febrero pasado, cuando el número de casos de COVID-19 aumentó rápidamente con la ciudad sureña Daegu como epicentro, Corea introdujo las clínicas de detección en forma de ventanilla de autoservicio, el primer país del mundo en hacerlo. Este método no solo hizo más conveniente hacerse la prueba, sino que también redujo el riesgo de infección. Tres meses después, también se desarrollaron clínicas de detección en forma de cabina telefónica donde se necesitan tres minutos para hacerse la prueba y los resultados se envían en 24 horas. La tecnología utilizada permite cambiar entre los modos de presión negativa y positiva en ambas direcciones. Aquellos sospechosos de haber contraído COVID-19 entran a una cabina con forma de cabina telefónica para ser examinados, donde un profesional médico usa guantes adheridos a la pantalla para recolectar las muestras del examinado.
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