En medio del aluvión de películas de ficción, series y telenovelas que cada semana se suma al segmento de Netflix denominado “Contenido Coreano”, el próximo viernes 27 de octubre aparecerá una auténtica rareza: se trata de “Puerta Amarilla: un cineclub de pelis B en los 90” (“Yellow Door: ‘90s Lo-fi Film Club” es el título internacional), documental que reconstruye la historia de un grupo de entusiastas cinéfilos liderados por un entonces muy joven Bong Joon Ho (ganador del premio Oscar en 2020 por “Parasite”) que en 1992 creó un ámbito de estudio, debate y difusión, y que para muchos fue clave para el posterior boom del denominado Nuevo Cine Coreano.
Hoy los grandes estudios, los servicios de streaming, los principales festivales y las audiencias de todo el mundo se han rendido a los pies de directores como el propio Bong Joon Ho (quien luego de varios cortos debutó en el largometraje en 2000 con “Perro que ladra no muerde”) o Park Chan-wook (“Oldboy: Cinco días para vengarse”), pero -como se afirma en “Puerta Amarilla...”- en los años '90 que un joven trabajara en el sector audiovisual coreano era considerado algo vergonzoso y deshonroso para su familia. Así de alicaída y desprestigiada estaba esa industria.
Los secretos del éxito del cine coreano (telam.com.ar)