Reporteros Honorarios

01.07.2020

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En la foto Choi Eun-young presenta La sonrisa de Shoko en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en diciembre del año pasado. | Anahi Ollín

En la foto Choi Eun-young presenta La sonrisa de Shoko en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en diciembre del año pasado. | Anahi Ollín


Por la reportera honoraria de Korea.net, Anahi Ollín de México
17 de junio de 2020

La distancia no es un impedimento para el intercambio de culturas. Mucho menos, para el mundo de los libros. Y la literatura coreana lo ha demostrado a pesar de que sean miles de kilómetro donde tiene presencia.

Aunque el idioma puede ser una barrera, la cultura coreana se ha expandido y ha sido bien recibida en los diferentes países donde ha llevado sus creaciones, no solo en la música o en la industria cinematográfica, sino también en la literatura.

Entonces, hablando de qué tan difícil es acceder a nuevos títulos traducidos en idiomas como el español, lo cierto es que la traducción de las obras literarias es casi una hazaña; lo anterior, por la necesidad de encontrar traductores que más allá de solo traducir, puedan conservar el sentimiento y la idea original del autor en los diferentes idiomas.

A pesar de esto, cada año son más las obras que se distribuyen fuera de Corea. Un ejemplo, es la presencia que la literatura coreana ha tenido en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara; que cada año reúne en México una gran cantidad de escritores y editoriales de más de 48 países, así como prensa y lectores de todo el mundo. En esta feria, reconocida recientemente con el Premio Princesa de Asturias, se han tenido como invitados a diversos escritores coreanos, que desde años atrás, nos visitan cautivando a diferentes lectores.

En la última edición de la feria, se contó con la presencia de dos autores coreanos Choi Eun-young y Kim Kyung-uk, los cuales mantuvieron en sus exitosas presentaciones, un momento especial junto al público que se mostró siempre interesado en ambas novedades editoriales.

La joven escritora de sonrisa tímida y una esencia introvertida ante un público curioso y desconocido, presentó por primera vez en México “La sonrisa de Shoko” (쇼코의 미소), traducido por Jinjoo Jin y Sebastian Parodi. A su primer libro, el cual además de las altas ventas en Corea, le otorgó varios premios, entre ellos por mejor escritor joven.

Por su parte, Kim Kyung-uk, escritor y profesor de la Universidad Nacional de Artes de Corea, siempre desenvuelto y bromeando con los asistentes, presentó “Lecturas peligrosas” (위험한 독서), traducido por Alejandro Alderete), con 8 cuentos muy originales en los que critica con un humor un tanto cínico las complicaciones y obstáculos de la vida moderna. Un libro bastante audaz demuestra las habilidades del autor que le han merecido numerosos premios desde 1993 cuando inició su carrera como escritor.

Ambos autores, se encontraron del otro lado del Océano Pacífico para reunirse con un público latino en su mayoría, con los cuales, probablemente no imaginaron entablar una charla que a pesar de los diferentes idiomas se mantuvo como una charla entre amigos.

Y fue así, en el momento que los lectores comenzaron a interactuar con ambos. Choi Eun-young, visiblemente tímida en un inicio, poco a poco fue abriendo su corazón confesando los motivos que la llevaron a ser escritora. En ese espacio de intimidad creado entre su interior y los asistentes conmovidos que siempre se mostraron inspirados por la autora, fue que explicó que escribir era una manera de sobrellevar las malas experiencias del pasado.

En su libro, la sonrisa de Shoko, una colección de 6 historias tan realistas como interesantes, pareciera que expresa algo de sí misma en cada reflexión de sus personajes. En cada una de las historias, los personajes transitan por emociones que pudieran considerarse pesimistas, pero con las que todos podemos sentirnos identificados, al menos una vez.

La simple presión por ser un humano común en las dos caras de la moneda, la presión por cumplir el papel establecido, el de un padre o un hijo responsable, un nieto o un abuelo cariñoso, un amigo leal que no termina de conocerse así mismo, etc. Los personajes tan reales a los cuales la vergüenza o el miedo los lleva a mostrar una segunda cara, quizás más dura a veces o quizás más amable de lo que en verdad son.

Es el común denominador de algunos personajes del libro. Cada uno guarda para sí mismo una parte de sus sentimientos reales, a veces no son sinceros con la manera en la que viven, pero son humanos, son reales y etéreos intentando no aferrarse a la vida o a los sueños.

Es así como con gran dosis de realismo, el lector puede encontrar los momentos más comunes en esas reflexiones cotidianas, que se columpian entre la aceptación y la resignación de la vida.

kimhyelin211@korea.kr

Este artículo fue escrito por una reportera honoraria de Korea.net. Nuestro grupo de reporteros honorarios es de todo el mundo y trabaja para compartir su afección y entusiasmo hacia Corea.