Por la reportera honoraria Dayviana Díaz de Cuba
El pasado 14 de febrero de 2025 se conmemoró el primer aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre la República de Cuba y la República de Corea. Estos dos países, que comparten una historia que comenzó hace más de 100 años con la migración a la isla de cerca de 300 coreanos. Actualmente, gracias a las relaciones estrechas y familiares que se establecieron entre cubanos y coreanos, en nuestro país viven hoy más de 1000 descendientes, que representan un nexo importante entre las dos naciones.
Cuba es uno de los países al cual llegó la “ola coreana” en la segunda década de los 2000 con tanta fuerza que logró darle protagonismo a esta comunidad de descendientes coreanos, que se han integrado a la sociedad y que se ha unido a los cubanos amantes de la cultura coreana, para lograr un impacto a nivel social que ha cautivado a un público de miles de personas a lo largo y ancho del país.
Para conversar sobre estos temas, la Profesora e Investigadora del Centro de Investigaciones de Política Internacional de Cuba, CIPI, Máster en Ciencias Políticas, Jasely Fernández Garrido, cuyas líneas de investigación versan sobre la cultura, la participación política, la comunicación y el estudio de la península coreana, me concedió esta entrevista a través de las redes sociales, el pasado 24 de febrero, donde analizamos cómo surge la relación entre los dos países y las potencialidades que depara el nuevo escenario con el establecimiento oficial de las relaciones diplomáticas bilaterales, después de más de 60 años.
Experta en la dinámica de las relaciones internacionales de la península coreana, la doctorante en Ciencias de las Relaciones Internacionales, Jasely Fernández Garrido, nos brinda un análisis de la evolución en las relaciones diplomáticas entre Corea y Cuba a través de la 'ola coreana'. | Jasely Fernández Garrido
Para introducir el tema, ¿pudiera explicar cómo surgieron los primeros vínculos entre Corea y Cuba?
Las relaciones entre los pueblos de Corea y Cuba datan de hace más de 100 años, incluso antes de la liberación de Corea de la colonización japonesa. Fue el 25 de marzo de 1921 cuando llegaron los primeros coreanos a Cuba provenientes de México, en busca de mejores condiciones de vida. Por aquel entonces, bajo el yugo del imperio japonés, el pueblo coreano estaba sometido a un sinnúmero de vicisitudes, caracterizadas por la pobreza extrema, el hambre y el dolor. Sus derechos limitados, tanto en el área política como en la vida social, en general, los convirtió en prácticamente extraños sin derechos en su propia tierra.
La ocupación japonesa en Corea duró 35 años, después de que el 22 de agosto de 1910 Corea es formalmente anexada a Japón con la firma del Tratado de Anexión. Sin embargo, previo a esta época las relaciones le daban a Japón cada vez más poder sobre Corea con la firma de Tratados Forzados desde 1876, lo que condujo a que fuera declarada un protectorado japonés en 1905.
En este contexto complejo, es natural que aumentaran las emigraciones desde Corea hacia otras partes del mundo. En el caso de Cuba, llegaron aproximadamente 300 coreanos provenientes de México a bordo del vapor Tamaulipas, donde adquirieron experiencia trabajando fundamentalmente en haciendas henequeneras, y desembarcaron por el puerto de Manatí, ubicado en la provincia Las Tunas, al oriente del país. Con el tiempo fueron desplazándose hacia el occidente debido a que las tareas agrícolas en el oriente requerían de mucho esfuerzo al concentrarse fundamentalmente en el trabajo de la caña de azúcar. Hoy en día sus descendientes se encuentran asentados en diferentes provincias a lo largo de la isla, siendo las comunidades más numerosas las asentadas en Matanzas y La Habana, con 456 y 273 habitantes respectivamente.
En 1921, después de emigrar desde Corea y México, los coreanos que llegaron a Cuba preservaron su cultura y tradiciones al unirse mediante la Asociación Nacional Coreana. | Dayviana Díaz
Uno de los desafíos que más enfrentan los emigrantes es el desarraigo cultural. Una vez asentados en el país, ¿de qué manera la comunidad coreana logró mantener el sentido de su identidad?
Algo que creo muy significativo en la emigración coreana de aquella época es su profundo apego a la patria, su sentido de pertenencia a la nación y la necesidad de mantenerse unidos para apoyarse. En el caso cubano estas características también se mantienen. Ello se ve materializado en la creación de la Asociación Nacional Coreana, con dos objetivos fundamentales, crear un frente de sublevación patriótica ante la intención del cónsul japonés de catalogarlos como súbditos de Japón al llegar a Cuba y, primordialmente, para brindar ayuda a los miembros de la comunidad que se encontraban en situación de desamparo.
Yo agregaría un tercer objetivo, el aprendizaje del idioma coreano para mantener viva la historia oral y arraigar la esencia de la identidad coreana en el corazón y la memoria de las nuevas generaciones, trabajo que se ha mantenido hasta nuestros días.
Con el devenir del tiempo los descendientes coreanos han aumentado, llegando a constituir una población de 1091 actualmente. Algunos de esos primeros descendientes son hijos de madre y padre coreanos, ya que para ellos mantener la etnia era otra forma de reafirmación de su identidad. Hoy en día la mayoría son hijos de coreanos con cubanos. Aunque su población no es tan numerosa como en países como Brasil o México, la comunidad coreana en Cuba también ha dejado su impronta cultural.
Cubanos disfrutan del primer encuentro con una estrella Hallyu durante la visita del actor Yoong Sang Hyun en el 2013. | Dayviana Díaz.
Usted hace mención a la huella cultural que Corea ha dejado en la isla y que ya forma parte del sincretismo que la caracteriza. ¿Cómo cree que haya resonado en la sociedad cubana?
Uno de los ejemplos del impacto de esa impronta cultural ha sido la extensión y reforzamiento de su influencia sobre los cubanos no descendientes, en gran medida por el efecto del Hallyu, fenómeno también conocido como la “ola coreana”. Nombre acuñado por los medios de comunicación chinos a final de los 90 para hacer referencia al fuerte impacto de la cultura coreana en Asia y el mundo. Este fenómeno tiene tres etapas fundamentales: la primera en los años 90, con el éxito de los dramas coreanos en Asia; la segunda, en los años 2000, con el éxito del K-pop en Asia, y la tercera, aún vigente, con el éxito internacional del K-pop. Tomando esto en cuenta, Cuba se encuentra en la tercera etapa.
Como en la gran mayoría de los países, los dramas coreanos fueron los que abrieron las puertas en Cuba al universo cultural de la República de Corea. Entre los primeros transmitidos por la televisión estuvieron, “La reina de las esposas” en el año 2012, y en el 2013 “Mi bella dama” y “Eres Bella”, con alta aceptación entre las familias cubanas, captando incluso la atención del público masculino que disfrutaba de estas series televisadas en un horario nocturno no estelar.
Al principio los cubanos las nombraban como “las novelas de los chinitos”, pero rápidamente pasaron a ser identificadas como “series coreanas”, que pronto ganarían muchos seguidores y hasta defensores. De ahí, la popular frase tan escuchada en Cuba: “¡chinos no, coreanos!”.
En el 2013 la visita del actor Yoong Sang Hyun, conocido por el público cubano como “el mayordomo Seo”, fue otra muestra de los altos índices de audiencia que tenían los dramas coreanos, pues tanto el stand de Corea en la XXXI Feria Internacional de La Habana, el escenario del Teatro América y la sala de conferencia de la Asociación Cultural José Martí se llenaron de público ansioso de conocerlo, aun teniendo en cuenta que, hasta el momento, las novelas más gustadas en Cuba eran las brasileñas y las mexicanas.
Descendientes coreanos y cubanos disfrutan de la 'ola coreana' en Cuba a través del Centro Cultural Coreano y diferentes proyectos culturales como Artcor y el Club 'Cuba Ama Korea'. | Dayviana Díaz
Como usted bien plantea, los K-Dramas fueron la puerta que abrió el camino para la introducción de la cultura coreana al país. Entonces, ¿cuándo comenzó la “ola coreana” en Cuba?
Definitivamente, yo lo ubicaría entre los años 2012 y 2013 como el inicio de la “ola coreana” en Cuba. Por este entonces comenzaron a agruparse las personas que les gustaba este tipo de audiovisuales para intercambiar videos musicales y realizar copiar de las series. Pocos años después se crea el Club Amistad de Arte Coreano, lo que hoy se conoce como proyecto sociocultural Artcor, creado con el objetivo de organizar las primeras actividades que reunieron a los seguidores de la cultura coreana y que tuvieron muchísimo éxito, con gran participación de un público heterogéneo en edad, sexo, color de la piel, nivel cultural y de hasta lugar de residencia. ¡El K-Boom coreano se esparció por toda Cuba!
Pero el impacto de la “ola coreana” en la isla no se limita al entretenimiento, también ha influido en aspectos como la moda y ha venido a reafirmar valores compartidos por ambos pueblos, como el amor a la patria, así como la piedad filial y el respeto a la familia. La búsqueda de conocimiento sobre la historia y el aprendizaje del idioma constituyen otra tendencia. Definitivamente, este fenómeno ha abierto un espacio para el diálogo intercultural.
Dirigido por el Sr. Antonio Kim, descendiente coreano de primera generación, se encuentra el Museo “Club Martiano Cuba Corea” para la Migración Coreana y que forma parte hoy en día del Centro Cultural Coreano, el cual se fundó el 15 de agosto del 2014. En él se pueden apreciar fotos, periódicos de la época e infografías que cuentan la historia de los coreanos en la isla. También se exhiben trajes típicos, piezas de arte e instrumentos musicales tradicionales. Es común que sea asiduamente visitado por turistas coreanos que nos visitan por primera vez, pero principalmente abre sus puertas a los cubanos atraídos por la cultura de Corea y el estudio del idioma coreano, además de celebrar festivales culturares y culinarios. Definitivamente, es un espacio donde la cultura, la historia y el respeto se integran para crear caminos de amor.
¿Qué impacto ha tenido la expansión de la cultura coreana en Cuba?
El impacto más importante en el caso de Cuba creo que ha sido la unidad entre los seguidores del Hallyu y los descendientes coreanos. Esto se debe a la historia de nuestro país y a la cultura cubana, donde la solidaridad, la empatía y la unidad siempre han estado presentes en cada uno de los procesos vividos por nuestro pueblo.
Otro aspecto significativo a destacar es la existencia de diferentes grupos y proyectos culturales que tienen como centro la cultura y los lazos de amistad entre las repúblicas de Corea y de Cuba. Entre estos se encuentra el ya mencionado Artcor que, aunque es el más numeroso por ser el primero, no es el único. Con el decursar del tiempo y el aumento de los seguidores otros proyectos han surgido, como el Club “Cuba Ama Korea”, “Jardines de Seúl” o “MacroKosmos”, por solo citar algunos.
También existen otros espacios como el Museo Casa de Asia, en el que se desarrollan numerosas actividades e intercambios culturales. Y, por último, pero no menos importante, vale destacar a la comunidad coreana residente en nuestro país, que con su trabajo son ejemplo de los muchos acercamientos que se pueden lograr entre ambos países.
Sabemos que existen evidencias de relaciones entre ambos pueblos más allá del plano sociocultural, en un contexto en el que no existían aun relaciones diplomáticas. ¿Puede comentarnos en qué otras áreas se han puesto de manifiesto este intercambio?
Entre ambas repúblicas han existido intercambios desde hace varios años, no son solo en el área sociocultural, sino también en los terrenos científicos, académicos, artísticos y económicos.
Según información de la Oficina Comercial del Gobierno de la República de Corea, KOTRA por sus siglas en inglés, en la década de los 90 Corea exportó productos de reconocidas compañías a Cuba, como vehículos, electrodomésticos y neumáticos, a pesar de las dificultades debido al bloqueo económico comercial y financiero de Estados Unidos. En el 2005 se abrió la oficina comercial de KOTRA, lo que, según sus propias fuentes, facilitó que para los años de 2009 a 2014 aumentaran las exportaciones coreanas a Cuba, fundamentalmente de equipos de mantenimiento Hyundai, además de vehículos y electrodomésticos. Sin embargo, se indica que, hasta el momento, el mayor volumen comercial se encuentra ubicado en el 2015, tras el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y EE.UU. Sin embargo, con la primera administración de Donald Trump el número de “sanciones” adicionales impuestas a la isla sumaron más de 240, y en la pandemia el volumen de intercambio se redujo considerablemente. En la actualidad, el interés por aumentar los intercambios entre ambos países está latente.
Embajadores de la República de Cuba y de la República de Corea presentan credenciales una vez que se establecieron las relaciones diplomáticas oficialmente entre ambos países en el 2024. | Embajada de Cuba en la República de Corea.
Finalmente, en 2024 cambia el escenario cuando oficialmente se establecen las relaciones diplomáticas. ¿Qué opinión podría compartir sobre las potencialidades en este nuevo contexto?
El 14 de febrero de 2024, una fecha en la que se celebra el día del amor y la amistad, se realizó el anuncio del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre la República de Cuba y La República de Corea, mediante un intercambio de notas diplomáticas efectuado entre las Representaciones Permanentes de ambos países ante las Naciones Unidas, en Nueva York. El mismo se llevó a cabo de acuerdo con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, el Derecho Internacional y en conformidad con el espíritu y las normas establecidas en la Convención de Viena para las Relaciones Diplomáticas del 18 de abril de 1961.
Considero que tenemos fortalezas en diferentes áreas que nos permitirán contribuir al desarrollo mutuo, lo que aseguraría ampliar los lazos entre nuestros países. Cuba tiene fortalezas conocidas en áreas como la biotecnología, con medicamentos como el Heberprot-P, único fármaco registrado a escala mundial para el tratamiento del pie diabético, y la primera vacuna terapéutica contra el cáncer de pulmón avanzado en el mundo, nombrada CIMAVAX-EGF, por solo mencionar algunas. Posee un desarrollo de los sistemas de salud y educación reconocidos internacionalmente, que han respaldado una política de solidaridad internacional sin precedentes. Valores emblemáticos como el tabaco y el ron; nuestra naturaleza; la arquitectura patrimonial junto a una gran experiencia en la restauración de monumentos y ciudades, distinguen, especialmente, a este exuberante país caribeño. Además de indiscutibles atractivos para los turistas, que los disfruta gracias a la existencia de un ambiente de seguridad plena y de la acogida amistosa y jovial de un pueblo culto. La experiencia cubana en el enfrentamiento a los desastres naturales, que afecta a muchos pueblos, es otra reconocida fortaleza del país a nivel mundial. Deportes como el taekwondo y el béisbol nos han unido desde hace décadas, pero esta es una gran oportunidad para estrechar, aún más, nuestro vínculo en el terreno deportivo. Todos estos son vehículos que propiciarán el intercambio entre ambos países y estoy segura que en esta y otras ramas también la República de Corea tiene fortalezas que sin dudas pueden ser de gran importancia para Cuba.
Seguidores de estrellas coreanas en Cuba muestran su apoyo desde la isla aun cuando les es imposible acceder a los fandoms oficiales coreanos. | Dayviana Díaz
Por último, pero no menos importante, me gustaría mencionar que todos los cubanos agradecemos el hecho de que la República de Corea vota en las Naciones Unidas, año tras año, a favor de levantar el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba por Estados Unidos, durante más de seis décadas. Este acto criminal que tiene carácter extraterritorial, afecta la vida diaria del pueblo cubano en todas las esferas de su vida cotidiana. Por poner un ejemplo poco mencionado, en Cuba, como en muchos países, existen también fandoms o grupos de seguidores de una estrella coreana, ya sea un artista o un grupo musical. Uno de los más fuertes y más grandes en el país es el del actor y cantante Lee Min-ho, el cual recibe el nombre de MINOZ.
Las MINOZ cubanas no pueden acceder a la membresía en el Global Oficial Fan Club, dirigido por la agencia M que representa al actor, debido a restricciones que impone el bloqueo. ¿Y qué implicaciones tiene esto para la MINOZ cubanas? Pues, simplemente, no pueden participar en numerosas actividades tan simples como apoyar oficialmente la carrera del artista que aman, como tampoco pueden ser parte de importantes proyectos realizados por el fandom a nivel mundial para la conservación medioambiental del agua y la limpieza de los océanos; realizar donaciones a organizaciones, como la UNICEF y Korea Food for the Hungry International (KFHI), para la ayuda a niños y comunidades vulnerables; o para emergencias globales mediante el apoyo ante desastres naturales y crisis sanitarias. Estos nobles objetivos se hacen posibles debido a que el actor utiliza su influencia para promover cambios positivos integrando el activismo ambiental y la solidaridad global, involucrando a millones de personas en la realización de acciones altruistas y humanas que son, en esencia, valores compartidos por Cuba y Corea.
Para concluir, ¿algún mensaje que desearía compartir con Korea.net?
Para terminar, me gustaría agradecer a Korea.net y a ti por darme la oportunidad de compartir este análisis sobre el tema de las relaciones entre la República Cuba y la República de Corea, a propósito de cumplirse el mes pasado el primer aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países y en este mes de marzo el 104 Aniversario de la Migración Coreana a Cuba.
kimhyelin211@korea.kr
Este artículo fue escrito por una reportera honoraria de Korea.net. Nuestro grupo de reporteros honorarios es de todo el mundo y trabaja para compartir su afecto y entusiasmo hacia Corea.