A medida que Japón ha intensificado las restricciones a las exportaciones a Corea, está creciendo el boicot a los productos japoneses en Corea. Una aplicación de celular inteligente que confirma el origen de los productos escanenado su código de barras, se ha vuelto popular entre los boicoteadores. | Xu Aiying
Por Lee Kyoung Mi y Song Baleun
Seúl | 1 de agosto de 2019
Shim Seoyoon, una estudiante universitaria en Seúl, en estos días confirma sin falta el país de origen de cada producto antes de la compra. Utiliza una aplicación gratuita de celular inteligente que detecta los artículos japoneses escaneando el código de barras. Shim siempre chequea primero si la aplicación dice “es un producto japonés” o “no es un producto japonés” y luego decide realizar la compra o no.
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La disputa comercial entre Corea y Japón generada desde el 4 de julio por las restricciones intensificadas de Japón a las exportaciones a Corea, ha provocado un boicot creciente a los productos japoneses en Corea.
Al principio el boicot se limitaba a los productos alimenticios como cervezas o especias. Sin embargo se está expandiendo rápidamente a diversos sectores como las finanzas, instrumentos musicales, juegos electrónicos, medicina y hasta distribución de películas. En especial los usuarios de las redes sociales han compartido y publicado constantemente las listas de productos japoneses e incluso han creado logotipos para promover el movimiento contra el consumo de los productos japoneses.
También se han creado las páginas web en las que se pueden encontrar sustitutos coreanos, así como una aplicación de celular inteligente que se utiliza para verificar el origen de los productos.
El creador de dicha aplicación, Park Jung-woo aclaró que “hice la aplicación no por una conciencia histórica sesgada sino para expresar el enojo por los daños injustos” y agregó: “Antes de agregar los productos en la lista de las empresas japonesas, los revisamos muy cuidadosamente ya que no queremos que ninguna empresa nacional sufra por nosotros”.
En un supermercado en Seúl, está colgada una pancarta que dice “¡Japón se niega a reflexionar su historia! ¡No vendemos productos japoneses!”, el 28 de julio. | Lee Kyoung Mi
A diferencia de los boicots anteriores liderados por los consumidores coreanos, esta vez es muy visible la participación de los vendedores a pesar de que el movimiento les afecte a ellos mismos.
Además, los coreanos que cancelaron viajes a Japón como una medida del boicot, han recibido una compensación como boletos de viaje nacionales desde otras compañías de viaje coreanas.
Mientras el boicot se expande en todo el país, otras voces opinan que las reacciones emocionales no son apropiadas y dicen que el proceso de boicot debe ser muy cuidadoso debido a que puede afectar a las empresas coreanas que manejan negocios con Japón.
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