Extranjero



La década de 1990 fue fundamental para la industria cinematográfica no solo estadfounidense sino mundial. Cuando Steven Soderbergh ganó la Palma de Oro en Cannes en 1989 con Sexo, mentiras y video dio paso a una nueva generación de artistsa que promovieron, análogicamente a lo que había sido la década de los setenta con Francis Ford Coppola, Martin Scorsese, Steven Spielberg, George Lucas, y varios más, un nuevo cine menos industrial y de estudios, y más enfocado en el guión y en la dirección. 


El nuevo cine independiente norteamericano, con Soderbergh y después Quentin Tarantino con Perros de la calle  (1991) a la cabeza, explotó siendo el Festival de Sundance, el lugar de donde salían los nuevos talentos. En la Argentia, quizás por el recambio generacional, sucedió algo similar: Pablo Trapero, Adrián Caetano y Bruno Stagnaro se alejaron del melodrama y de lo que se llamó "cine testimonial" de la década del 80, producto de la apertura democrática, hacia un neorrealismo argentino, menos solemne y más cotidiano. 


Otras cinematografías que se renovaron en esa década fue la de Hong Kong, influenciados por el cine de acción de John woo y las artes marciales de Jackie Chan; y la española, con la nueva camada de directores de género liderales por Álex de la Iglesia, Paco Plaza, Jaume Collet-Serra, Juan Antonio Bayona, estos dos últimos ya instalados en la actualidad de Hollywood. 


Paralelamente, los 90 también fue una nueva era para el cine de Corea del Sur, que había tenido un renacimiento posta guerra en los 50 y los 60. Directores como Kim Ki-young, Shin Sang-ok y Yu Hyunmok tomaron la post guerra para concentrarse en historias humanas y las consecuencias sociales y políticas de esos años.


Al mismo tiempo que dotaron de realismo, pero con toques de género, producciones como The Housemaid (1960), que comenzó una trilogiía y se hizo un remake en 2010, y Obaltan (1961), de Yi Hyun-mok, considerada una de las mejores películas coreanas de la historia.

A finales de los 90, Corea del Sur tuvo su propio recambio generacional con Kim Ki-duk, uno de los directores favoritos de los festivales interanacionales por su estilo meditativo con Primavera, verano, otoño, invierno... y otra vex primavera (2003) y El Arco (2005).


De la misma camada es Kim Jee-woon con A Tale of Two Sisters (2003),  más cercano al género del terror, algo que sería un puntapié inicial para lo que vendría después. También Park Chan-wook con el suceso internacional de Oldboy (2003), su octava película y Bong Joon-ho, el director con más éxito internacional de esa generación nacida en lo sesenta. Bong nació en 1969 y le ha dado al cine coreano , al igual que al resto de su cultura, una exposición mundial como nunca había tenido el país en su historia. 


Graduado en sociología y después en cine en su país natal, Bong, comenzó su carrera en varios puestos de la industria: director de fotografía en algunos cortos, asistente de dirección en un par de largos y estuvo cinco años escribiendo guiones como Phantom: The Submarine (1999), dirigida por in Byung-chun. En 2000, después de diez años de trabajar en la industria, finalmente pudo dirigir su primera película Barking Dogs Never Bite, una comedia negra sobre un académico que secuestra el perro de su vecino. 


Esta primera película, de moderado éxito,  mostró ya las caracteróstocas que se acentuarían en los siguientes largometrajes: humor negro, conciencia social entre clases y cambios repentinos de tono, yendo de un género a otro inmediatamente.

Mickey 17  es la octava película de Bong y le sigue a Parásitos, el éxito de 2019 que ganó la Palma de Oro en Cannes y Mejor Película en los Oscar al año siguiente, siendo la primera no hablada en inglés en conseguir el premio.


Filmada en 2022, Mickey 17 está basada en el libro de Edward Ashton y cuenta la historia de Mickey, un empleado "prescindible", como pone en el formulario de empleo, que en el futuro es sometido a morir varias veces como parte de una investigación sobre la enfermedad y la muerte. El problerma surge cuando la versión 17 de Mickey (interpretado por Robert Pattinson) no muere y se encuentra con la nueva versión 18, un clon de si mismo, pero con una mentalidad particular. 


Desde su primera película hasta Mickey 17 (en la Argentina tiene fecha de estreno previsto para el jueves próximo). Bong ha ido explorando de forma irónica, absurda y hasta humanista las relaciones entre seres humanos en contextos diferentes. Esos temas han sido una constante en toda su filmografía.