Se decidió abrir al público el interior del salón Huijeongdang , a manera de exhibición especial, desde el 21 de octubre y hasta el 14 de noviembre, para celebrar el 100º aniversario de su reconstrucción. La administración dijo que tiene planes de volver a abrir el espacio durante la primera mitad del próximo año también.
Por Kim Young Deok y Elías Molina
Fotografías: Kim Sunjoo
Seúl, 11 de noviembre de 2020
Cuando se encendió el candelabro en el salón Huijeongdang del palacio Changdeokgung, ubicado en el distrito de Jongno-gu en Seúl, los visitantes se sorprendieron grandemente. Los visitantes estaban asombrados de ver la luz eléctrica en esa edificación reconstruida originalmente hace 100 años.
El pasado 11 de noviembre a partir de las 2 p.m., catorce personas participaron en una exhibición especial dentro del salón Huijeongdang del Palacio Changdeokgung. Esta fue una oportunidad única para conocer este salón, en el que se funden la tradición y la modernidad.
La administración del palacio, y la Administración del Patrimonio Cultural decidieron abrir al público el interior del salón Huijeongdang, a manera de exhibición especial, desde el 21 de octubre y hasta el 14 de noviembre, para celebrar el 100º aniversario de su reconstrucción.
El salón Huijeongdang es una edificación construida entre los salones Seonjeongjeon (desde donde el rey atendía sus asuntos reales) y Daejojeon (la residencia de la reina), en el Palacio Changdeokgung. El salón data de la era de la dinastía Joseon, cuando Corea aún era gobernada por reyes y reinas. Aunque originalmente el salón se denominaba Soongmoondang, en 1496 su nombre fue cambiado al actual, que en caracteres chinos significa "traer buenas políticas". Su uso también fue modificado, pues pasó de ser el lugar que el rey usaba para dormir, a ser el despacho principal donde desempeñaba su cargo. La estructura tiene forma cuadrangular, y en el centro se ubica Donghaengak, donde hay un jardín, así como aposentos para el descanso de la familia real. También dispone de un espacio llamado Seohaengak, donde la realeza desempeñaba sus labores administrativas.
La edificación fue destruida en 1917 por causa de un incendio, no obstante, fue reconstruida en 1920. Al momento de la reconstrucción, el exterior fue modificado según el estilo arquitectónico del momento, pero el interior es un espacio donde se armonizó la tradición coreana con el estilo de vida occidental, por medio de la introducción de candelabros y calefacción por radiadores.
La exhibición especial permitía realizar un recorrido durante una hora, en la cual se visitaban los diferentes espacios de la estructura.
Los baños del salón disponían de los últimos elementos de modernidad disponibles en el siglo XX. En la imagen, un calentador de agua y un lavatorio donde el grifo tiene las palabras "fría" y "caliente" escritas en inglés.
En esta ocasión los visitantes pudieron acceder al recinto por medio de una entrada tipo occidental, donde también había espacio para aparcar los automóviles. Una de las primeras acciones que hizo el guía Lee Jong-chun fue presentar los baños del salón, haciendo distinción de su modernidad.
En los baños había urinales, sanitarios tipo occidental, y un calentador de agua fabricado en Londres. El guía hizo mención a que las leyendas 'HOT' y 'COLD' escritas en inglés en el grifo servían para dar pistas del nivel de modernidad que gozó el lugar, en su tiempo.
Luego, el público entró al salón Donghaegak, que era usado como un vestíbulo. El guía mencionó que ese salón tenía instalado radiadores para la calefacción. En su momento eso representó un gran cambio, pues se dejó de lado el sistema de calefacción coreano, ondol.
Después de pasar por el salón Donghaegak, los visitantes seguían a la sala de recepciones, el espacio más amplio de todo el edificio. Las vistosas alfombras rojas y los candelabros llamaron la atención de los visitantes. Bajo el cielorraso, era posible observar muebles de estilo occidental, además de largas cortinas y grandes espejos, así como escritorios de los que eran populares en la Europa de principios del siglo XX.
Se presume que la decoración elegida por el rey Sunjong (1874-1926) tuvo la influencia de Antoinette Sontag, una mujer alemana que era la cuñada del entonces ministro plenipotenciario (embajador) de Rusia en Corea, y por ello se decantó por el estilo europeo. Sontag fue la persona que le presentó al emperador Gojong (el padre de Sunjong, 1852-1919) el café por primera vez.
El oscuro salón queda completamente iluminado cuando los seis candelabros que cuelgan del techo se encienden. Las obras de restauración del salón Huijeongdang iniciaron en octubre de 2018, y se han llevado a cabo en dos etapas. Hasta ahora se han completado los trabajos relacionados con el sistema eléctrico, el papel tapiz y la restauración de las alfombras.
La administración planea abrir en el futuro más espacios donde el soberano coreano hizo su vida. Para ello, ha estado llevando a cabo obras de reparación en otros espacios. En otra estructura ubicada al norte del Huijeongdang se están restaurando las cortinas y los baños. Cuando las obras hayan concluido, se admitirán visitantes. Aunque la exhibición especial de este año terminó el 14 de octubre, hay planes de volver a realizar otra exhibición durante la primera mitad del próximo año.
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